..:::rOkAnrrOlEs sIn dEstInO::::..



Los chicos que murieron en Cromañón solo querían vivir una fiesta, al fin y al cabo. Escuchaban rock como vos y yo, amaban esta música. Se reían, hacían el amor, tenían secretos y complicidades con sus iguales, buscaban saber qué se podía hacer en este tiempo que les tocó y cantaban y puteaban como vos y yo. Quizá tenían sueños, quizá no. Querían vivir; eso, seguro.

Pero hace un año se les terminó el futuro en una noche. Se les terminó todo, no hubo más.

Quedaron las zapatillas amontonadas.

Santos sin remera, los chicos de Cromañón volaron y dejaron sus sonrisas en las fotos.

Como los desaparecidos de los 70, hoy son una foto.

Por esas chispitas de sus ojos, sentimos dolor.

Por eso hay un tsunami de tristeza en la ciudad.

Arterias y venas se entrelazan,
se estrangulan, se pelean, se bifurcan.
Poco a poco el oxígeno se acaba.
Los músculos se contraen, la aorta se ahorca,
la yugular se hincha hasta viajarte
a las situaciones mas extremas.
La piel se congela, los oídos se cierran.
La sed que te hizo subir hasta acá,
no te avisó que las avenidas se pueden convertir
en callejones sin salida.
No te avisó que cuando tenes algo que te llena tanto,
podes caer en el andén de la estación ''paranoia''.
Ahí, por donde pasan los trenes
de la angustia y la presión.
Esos que minuto a minuto,
(yendo por los túneles sacásticos el temor),
aceleran su verdad, tu pulso y también, tu sentencia.
Aprendimos a no morir de sed
las cartas ya están hechadas y el compromiso sellado.
Sólo nos falta el equilibrio.
Necesitamos aprender a aguantar...
A aguantar la terrible presión.


...y kEsEA rOck...