Las fuerzas sutiles

"...el silencio llega hasta
nosotros como una voz..."

Juan José Saer, desde
una anotación de Vero


A ver, sigamos. Detengámonos en el diapasón. Quizás hayamos notado que es un artefacto que produce una vibración de tan baja intensidad que resulta prácticamente inaudible.

Repasemos. Para ponerlo a vibrar, es costumbre entre los músicos golpear el diapasón contra una rodilla. Escuchemos. Para que esto sea posible, es necesario apoyar el artefacto contra alguna caja de resonancia, como por ejemplo el cuerpo de una guitarra, la tapa de un piano.

Observemos. La escena más conmovedora la ofrecen los cantantes: carentes de otra caja de resonancia, se apoyan el diapasón contra el hueso de la mandíbula, ahí donde se articula con el cráneo, muy cerca del orificio del oído. ¿Lo notamos? El tímido diapasón resuena en toda su cabeza, permitiéndoles oir, desde adentro, un sonido delicado e improbable...

Plop!

Anakriks: - Oye ¿cuál era el profeta de la Biblia al que se lo tragó una ballena?
Ursus: - Mmm...¿no eran Geppetto y Pinocchio?

Weekend

Definitivamente fines de semana como el que termina en pocas horas valen para reconciliarle a uno con la vida.

Ayer se homenajeó al Rey como Diosito Sanchez manda; el Consorcio se reunió, Baco fue convocado (y acudió raudo y con las manos llenas) y la hospitalidad suazilandesa mostró, como siempre, su excelencia. Se derrochó glam, entre cierto minibar del Ursus y cierto baile del habitante de San Juan.
Hoy en el QuitoFest disfruté como se debe...entre los Gondwana y los Plastilina Mosh (la tercera es la vencida-grax a la lluvia de ayer), y gracias a San Pedrito hoy no diluvió y lo pasamos de lujo.


Gracias a todos los involucrados en hacer de este un memorable fin de semana. Les deseo una gran semana, saludos

Atenuación y énfasis

Imagine un zumbido más o menos indefinido (y disculpe usted este comienzo tan inexacto: "imagine un zumbido"; pero aproveche para notar que, si bien nuestro idioma tiene un verbo para la acción de representarse una imagen en la mente, carece de uno para la de representarse así un sonido). Repito: imagine un zumbido más o menos indefinido. Puede ser eso que se llama "el rumor del viento" o "el ruido del mar". Son los sonidos que se me ocurren ahora más próximos a algo que técnicamente se llama "ruido blanco". Es curioso: recibe ese nombre por analogía con la luz blanca, y fíjese que tenemos aquí, otra vez, una sinestesia. Como la luz blanca es el resultado de la combinación de todas las frecuencias en que ondula la luz, se le da el nombre de "blanco" a aquel ruido en el que se presentan indiferenciadas todas las frecuencias en que ondula el sonido. Y ahí está la naturaleza del rumor del viento, del ruido del mar: todos los sonidos que los componen tienen más o menos la misma intensidad y son, en consecuencia, indiferenciables. Imagine ahora que mediante algún artificio cuya mecánica no nos interesa (y no estaría mal suponer un arte de magia), usted pudiera enfatizar algunas frecuencias y atenuar otras, haciendo que sea posible diferenciarlas. Ninguna de ellas habría desaparecido, pero se habrían colocado en alguna relación peculiar y se habrían combinado para hacer audible un fenómeno que merece por fin un nombre netamente acústico: el timbre. Timbre es el nombre que recibe la peculiar forma en que se organizan un conjunto dado de sonidos de diferentes frecuencias, que en ese caso reciben el nombre de "armónicos" (y note que es recién al hablar de timbres que nuestro idioma empieza a tener, para las cosas que se perciben con los oídos, nombres de los que hemos logrado olvidar su naturaleza de metáforas). Se trata en suma de lo que le permite a usted decir "es el viento que trae la voz de mi padre", "esto es el sonido de mis pasos sobre el asfalto", "esto es el tamborileo de mis dedos sobre el plástico negro del teclado", "ese es el ruido de unos cristales que se rompen", "aquél es el llanto de mi hija", "eso que surge del mar es el canto de las ballenas". Inspirada por el canto de las ballenas, su magia puede devenir selectiva y lograr que se destaquen ciertos armónicos que guardan entre sí relaciones curiosas que la matemática ha sabido describir. A partir de ese momento, le será posible apreciar una propiedad del sonido que se llama "altura" (y hago otro inciso para anotar la esquiva naturaleza del sonido, que a la primera de cambios vuelve a resistirse a ser nombrado sino a través de notorias metáforas). Estas alturas corresponden a eso que, si le tocó sufrir una clase de solfeo en la escuela, quizás recuerde que recibe nombres como "do", "fa" o "si bemol". Como vé, lo que está usted haciendo mediante arte de magia es hacer surgir el orden a partir del caos. Si usted lograra atenuar al máximo todos los armónicos menos uno, habría logrado una nota pura: el sonido más parecido a eso lo produce el artefacto llamado diapasón. Si sigue ese camino, logrará atenuar todas las frecuencias hasta colocarlas por debajo de su capacidad de percibirlas.

Habría creado usted el silencio.

Lo interesante es que tanto la nota pura, sin armónicos, como el silencio absoluto constituyen dos manifestaciones de una misma improbabilidad: el silencio es un fenómeno estadísticamente tan improbable como la nota pura. Para que hayan tanto notas puras como silencios es necesario un trabajo que contrarreste la tendencia hacia ese estado de máxima desorganización en el que todos los armónicos posibles suenan más o menos por igual, el ruido blanco.

El silencio, entonces, es una de las formas en que luchamos contra la entropía.

De Calles y Nombres

Por eso me gusta UIO, siempre hay una sorpresa...hoy me enteré que existen las calles Tucanes y Canarios.

Y yo que creí que con las flores (Arupos, Bugambillas, etc) ya era mucho.

Para un buen comienzo de semana

se pudrió el player por no ponerle autoplay...la canción era Influenza de Charly García

Enjoy!

Vaya aniversario...

Resulta que hace algún tiempo la señorita quintapodóloga se preparaba para realizar un viajecillo a la yoni. Y su incertidumbre ante esta experiencia nueva que definitivamente marcará un hito en su vida, además de una conversación mantenida pocos días después con una de esas amigas incondicionales que la vida le ha regalado a una, me llevaron a tomar conciencia de una verdad inesperada. Hoy, hace una década yo también comencé un viaje determinante para la persona en la que, con el pasar de los años y las experiencias, me he convertido.

Nunca creí que llegaría al punto en el que podía rememorar un décimo aniversario más allá de los cumpleaños, máximo el ingreso al kinder, pero resulta que a estas alturas del partido puedo recordar clara y vívidamente ese día acaecido hace tanto (y tan poco) que se presenta en mi mente más nítido que muchos días que he vivido posteriormente.

El tiempo que pasé de intercambio en tierras teutonas es un hito definitivo. A la distancia comprendí la importancia de la familia, pero también lo necesario de ser tú misma bajo cualquier circunstancia.

Al convivir con otra familia de una cultura diametralmente opuesta la nuestra, entendí, acepté y revaloricé nuestra cultura, comprendí de mejor manera aquellos rasgos comunes que tenemos los latinos, hispanohablantes y más puntualmente los ecuatorianos; y descubrí la importancia de tener criterio para saber retener o no aquello que encontramos de nuevo en una situación distinta.

También reforcé mi convicción de que la amistad es uno de los motores que nos hace seguir cada día en este mundo y que es un bien que debemos cultivar y nunca dar por sentado. Graciosamente a la ciudad a la que fui, fueron también mis amigas y compañeras de toda la vida y dos compañeros también; pero esta era la primera vez que pasábamos tanto tiempo juntos de una manera en la que nunca habíamos convivido acá en UIO. Si bien el contacto sigue al día de hoy sólo con algunas de ellas, las experiencias compartidas y el camino que recorrimos son suficientes para recordarlas en este día y agradecerles por haber compartido esa etapa definitiva de nuestras vidas.

Con las niñas: lady's night en Freiburg
(yo soy los cachetes rojos en la parte inferior derecha)

Cada vez que comenzamos un nuevo viaje, ya sea grande o pequeño, largamente planificado o improvisado, estamos desenrollando un ovillo, del cual sólo sostenemos el comienzo; hacia donde ruede, cuan largo sea o si va a enredarse en la travesía, no lo sabemos, pero importa seguirlo, disfrutar del trayecto y llegar al final de la madeja un poco más sabio que al principio. Aunque a veces el camino resulte amargo hay que transitarlo.

En Venezia con la Belencha...

Nunca hubiese pensado que iba a estar escribiendo desde la añoranza, pero había razones suficientes para rememorar ese distante día y todas las aventuras que desencadenó. ¡Qué gran recuerdo!

De libros y agua

Cada libro que se pierde es una vela que se apaga,
y la oscuridad gana terreno y también la ignorancia.

Hoy fue un día surreal, y el Ursus y yo tuvimos que lidiar con esas terribles sorpresas que te depara el destino cuando menos te lo esperas. Una tubería explotó y el agua que corría antes por ella, por pura gravedad empezó a llover sobre la colección de libros de mi hermano mayor. Para mí, que nací y he crecido rodeada de libros siempre, el escenario de catástrofe me abrumó. Esos libros son la presencia física que aún tengo de mi hermano. Su abigarramiento, la calidad y cantidad infinita de temas encerrados entre esas cubiertas, la sorpresa segura al revisar los títulos de cada estante, no puedo creer que casi los perdemos. No lo hubiera resistido. Y está mal aferrarse a las cosas, lo sé, pero los libros son entes diferentes. Llevan en su interior palabras que muy probablemente nos sobrevivirán, y que, una vez en las manos correctas, se convierten en mágicos canales para llevar a través de geografías y tiempos inmensos ideas, mensajes, reflexiones; para volvernos más humanos.


¡Qué terrible debió ser el incendio de la biblioteca de Alejandría! y cuánto le costó a la humanidad recuperar todo ese saber perdido; menos mal, y gracias a un extenuante trabajo conjunto, pudimos retirar los libros y los estantes, organizarlos de alguna forma y darles primeros auxilios a los documentos que se vieron afectados por el agua. A excepción de una veintena de documentos que proseguirán su vida con claras marcas de humedad o agua, la gran mayoría logró salir indemne de la inundación. Gané algunos títulos de diseño que no sabía que existían en esa colección y tuve la posibilidad de reencontrarme de alguna manera con mi hermano a través de sus lecturas, aunque la razón haya sido tan emergente y
crítica. Espero que su día haya sido más relajado, muchos saludos.

Claro que esto no es una pipa...

...pero tampoco es el comentario de un recital (por lo demás, intenso y fabuloso). Es mas bien algo como un brindis para despedir a la parte de uno que estuvo allí, de tantas maneras. A la salud del nuevo cuerpo en que renacerán el fuego y la furia.

Una gran certeza

Cierto personaje decía que mientras más conoce a los hombres más quiere a su perro...la verdad es q mi mascota (bueno TECNICA y LEGALMENTE el dueño es el Ursus) está destruyendo la frase célebre a punte mala actitud, pero por alguna extraña razón me es imposible dejar de sentir afinidad rayana en devoción por los canes. Grandes, chicos, con más abolengo que toda la familia junta o más mestizos que paleta de pintor, pelados o peludos, estos cuadrúpedos descendientes de lobos se han hecho un huequito en nuestras mandas humanas y nos enlazan con esa naturaleza que cada vez retrocede y se va perdiendo en la urbe. Y sí...espero que la leyenda sea verdad, ¡la mayoría se lo merece!

La mejor banda tributo a Queen que hay llega a Buenos Aires

Por el Prof. Arturo Sandoval

De unos años a esta parte, Argentina ha visto multiplicarse como hongos lo que se ha dado en llamar "bandas tributo", agrupaciones musicales que aspiran a recrear con precisión neurótica hasta el más mínimo rasgo de la obra y presencia de un artista equis. Desde los tiempos en que la mítica Rael realizaba una muy lograda recreación de la obra de Genesis hasta el día de hoy, mucha agua ha corrido bajo el puente.

Un abordaje del fenómeno nos recomienda buscar la condición de posibilidad de estas bandas mediante la realización de una genealogía, buscando antecedentes en los sempiternos imitadores de Elvis y en las bandas beatle que abundan en todo el mundo.

Otro, propone buscar qué cambios en los hábitos del público habrán de haber favorecido esta evolución. Valga como hipótesis: el deseo de consumir algo tan cómodo y confortable como un DVD, pero un poco más intenso, podría haber facilitado la multiplicación de bandas capaces de explotar ese nicho de mercado poniendo en escena, algunas de forma muy acabada, a The Doors, Pink Floyd o Queen.

Como sea, la forma más sofisticada de esta tendencia es la que reúne a los miembros mismos de viejas bandas con el fin inconfeso, irreprochable pero no por ello inocultable de proveer a la reproducción de su propia existencia material.

En los últimos tiempos, hemos tenido la ocasión de ver así a la mejor banda tributo a Deep Purple del mundo, por ejemplo, o de emocionarnos con una de las dos mejores bandas tributo a Pink Floyd que hay, por no mencionar las varias veces que pudimos disfrutar del más soberbio tributo a los Rolling Stones que depara el rock business.

Incluso el rock vernáculo tiene lo que le toca: recientemente, se ha reunido la mejor banda tributo a Soda Stereo que sea dable desear.

¿Qué caracteriza a estas bandas tributo? El hecho de tomar un repertorio de textos conocidos, recrearlos en un nuevo contexto enunciativo y ponerlos a disposición de nuevas condiciones de recepción, convirtiéndolos en una suerte de objeto para el goce necrofílico, una lengua muerta, palmas de mallorca (¿se acuerdan?, no me digan que no, es un chiste de Les Luthiers: "lengua muerta, palmas de mallorca, lomo sapiens, boca corazón"...).

Nada grave, ni nada que, a decir verdad, merezca reprocharse, después de todo, en toda recreación siempre hay algo del atávico esfuerzo de interrogar a los muertos.

Pero que no me digan que lo que viene en noviembre es Queen.

El transporte publico...

Lo enriquecedor de ser una sociedad principalmente mestiza es que el conjunto evoluciona singularmente: los adelantos o mejoras de otros se toman y se los utiliza adaptándolos a nuestro medio...de una manera u otra.

No voy a profundizar en el tema, solo era un preámbulo para ver como elementos que en otras latitudes permanecen casi intactos desde que se concibieron como partes integradoras de un sistema que funciona a manera de perfecta maquinaria de presición, acá se adaptan a sistemas que aun no son concebidos como tales, y que se van desarrollando a medida que las necesidades desbordan la capacidad del sistema; por eso estos elementos tienen una gran riqueza en un aspecto...hace mucho dejaron de ser módulos, para convertirse en elementos singulares y personalizados.

P.S.
Creo q me esta afectando la tesis...yo solo quería participarles estas fotillos tomadas en los siempre interesantes medios de transporte urbanos de la carita de dios...


todo un statement

mmm, ¿alguien sabe en que emplea el señor chofer este artilugio?