Elección de pintura




En este post queremos presentaros las posibilidades existentes para pintar una construcción ecológica. 
Tomar una decisión no ha sido fácil, de echo aun no la hemos tomado aunque tengamos un favorito.



Como ya explicamos, hemos tenido problemas con lo que creíamos que sería nuestro acabado final sin pintura de marmolina y cal. Después de raspar la capa por las zonas donde la lluvia la había desprendido hemos estado buscando la pintura que más se ajustase a nuestras necesidades. Una pintura que sea barata, transpirable y duradera.

La transpirabilidad es obligatoria porque no queremos dejar en la estacada todos los esfuerzos que hemos hecho para construir unos supermuros de superadobe de la superleche, a los que les quitaremos todas las propiedades si metemos una capa de pintura plástica, no transpirable, en la fachada. Sería como ponerle un condón a una construcción que, a diferencia de las convencionales, es capaz de regular su propia humedad.

Que sea duradero es necesario por lo inaccesible que será la cúpula cuando no tengamos puesto ningún andamio, así que buscamos algo que se mantenga estable sin requerir mantenimientos regulares.

Hay tres tipos de pinturas ecológicas minerales. Las pinturas a la cal, al silicato y de arcilla. Dejamos fuera las de arcilla por servir solo para interior. Así nuestras grandes candidatas sonLas pinturas al silicato y las pinturas a la cal.

Las pinturas al silicato son las ganadoras absolutas en la categoría "mejor pintura ecológica en el mercado", y como cabría suponer hacen honor a su puesto en el ranking con un precio que da miedo....por este motivo, nuestro renqueante y maltrecho bolsillo las había dejado fuera. Son transpirables y ofrecen una garantía de durabilidad de aproximadamente 20 años. La gama de pigmentos para colorearlas es bastante fea, aunque alguno se salva. Aún así no hemos dejado de preguntar a todas las casas que las ofrecen y hemos encontrado una de ellas, a través de la Red verde, que tienen un precio menos prohibitivo. Esto nos gusta y nos asusta a partes iguales. ¿Por qué son tan baratas en comparación con otras de sus mismas propiedades? ..... en fin, que asco da todo lo caro.

La pintura a la cal es todo un mundo en el que te vuelven loco, puesto que hay muchos tipos de cal diferente y cada una de ellas tiene una durabilidad. Nuestro primer impulso fue pensar en hacerla nosotras mismas con la cal que nos ha sobrado de la construcción, pero sabemos que esas soluciones suelen desconcharse, por lo que nos asomamos a las soluciones comerciales que están hechas con cales más duraderas y buscando llegamos a la página de la tienda on line de Easy tadelakt, tienda que regentan Marcell y Joan, los que fueron nuestros profes en el curso de Tadelakt que hicimos hace dos veranos. Aun no nos han pasado presupuesto pero garantizan su pintura de por vida, si a la cal se le añade una solución posterior de "agua de vidrio".  

Tienen una gran variedad de pigmentos naturales que añadir a la cal, que la hacen más atractiva para el acabado que pretendemos. Todo esto y un trato de amigos, que marca la diferencia, hará que su pintura sea la guinda para nuestro "pastel". 



Estas son algunas de las pruebas de color que "mi señora" ha hecho en photoshop para que nos hagamos una idea de como quedaría nuestro domo acabado. Tiramos para los rojizos. ¿Esta molón, eh?

Kubrick // One point perspective

Kubrick // One-Point Perspective from kogonada on Vimeo.

Vivir sintiéndote culpable

La primera relación larga que tuve en mi vida, fue con un maltratador psicológico, pero entonces yo no sabía lo que eso era. Tenía 19 años, estaba empezando la carrera, y después pasé mucho tiempo sin saber ponerle nombre, pensando en que, sencillamente, me ligué al que no era. No sabía que eso tenía un nombre porque tantas mujeres lo sufrieran, y tampoco sabía que te pudiera dejar tantas secuelas.

Aquel individuo, que hoy día sale en la tele a diario repartiendo pseudonoticias – pero ese es otro tema-, consiguió convencerme de que yo, aunque fuera de manera inconsciente, me quería acostar con todos y lanzaba señales a diestro y siniestro. Según él, provocaba a todos los camareros, profesores, el bedel, compañeros de clase, el portero, sus hermanos, su padre, mis primos… ni los peatones de un paso de cebra se libraban. El problema es que me convenció de ello. Que se dice pronto. Pero aquel energúmeno consiguió que una tipa que a los 20 años tenía arrugas en la cara de tanto reírse, se moviera encorvada, caminara por la calle mirando al suelo incluso cuando iba sola, y en los restaurantes buscara sentarse mirando hacia la pared. O lo que es peor, aprendí a vivir sintiéndome culpable.

Había cambiado mi forma de vestir, de sentarme, de moverme. Sus broncas seguían siendo descomunales. Recuerdo una ocasión en la que yo estaba en una fiesta en casa de una de mis amigas, seríamos unas 7 chicas, y yo estaba muy contenta porque iba a venir a recogerme. Nada más llegar y saludar a todo el mundo, me susurró al oído: “¿por qué tienes que ser siempre la más fea?” Estaba en mi terreno, era la casa de mi amiga y si le hubiera hecho frente, nos lo habríamos comido entre todas. ¿Cómo pude permitir aquello? No lo sé. Pero así era siempre. Me quedé callada y me volví a acostar con él aquella noche, como otra cualquiera. Supongo que hacía mucho tiempo ya de todo, él había ganado la guerra nada más empezarla, yo entonces ya sólo era su prisionera.

A mi siguiente novio lo dejé porque como no me montaba unas broncas increíbles a base de ataques de celos, pensaba que no me quería lo suficiente. Por supuesto, nunca se lo dije.

Unos diez años después, aquel energúmeno había tenido un hijo con una compañera de trabajo. La única vez que hablé con ella sobre él, se acaban de separar. Estábamos en un bar rodeadas de gente. Una de las dos, no recuerdo quién, pronunció la frase: “es un maltratador psicológico”. Los demás se rieron. Nosotras no. 

Tuve que pasar por un proceso de rehabilitación bastante largo y bastante doloroso, al que me sometí yo misma en la más absoluta soledad, y sin saber cómo se hacía. Tocaba aprender a quererse por necesidad. A cuidarse, a protegerse. A caminar recta y sonreír con la cabeza alta. Porque tenía que ser yo la única con capacidad para medirme. Y en eso estamos todavía.

Seto cortavientos y otros menesteres agropecuarios.

Llevamos tiempo sin subir adelantos por haber cogido una semana de vacaciones, pero ayer, con energías renovadas y encantadas de tener este tiempo tan primaveral, terminamos los últimos retoques de la primera fase del seto cortavientos diseñado por Mavy Arroyo.

En total unas 100 plantitas, en su mayoría retamas, que esperemos que crezcan con salud y alegría.

Pensábamos que nos tendríamos que ir sin haber plantado el seto, pero el jueves 30 de febrero, dos días antes de salir, llegaron las plantas.

Como teníamos hechas las zanjas  y disponíamos de una mañana antes de marcharnos, nos pusimos manos a la obra para dejarlas plantadas y regadas aunque sabíamos que a la vuelta nos quedaba bastante trabajo que hacer.

El día 31, gracias a la gran ayuda de Miguel Bejarano, nuestro rubio favorito y el tío mas dispuesto del mundo de los tíos dispuestos, dejamos cada plantita ubicada en su sitio para los siempres (si ellas lo tienen a bien)

Estas son las especies:

- Tres tipos distintos de retamas autóctonas, la retama amarilla o común, la retama negra o escobón y la retama de olor o ginestra.
- Dos tipos de jaras autóctonas. La jara blanca y la jara negra o pringosa.
- Mirto común o arrayán, también autóctono pero necesita más agua, es por eso que lo hemos colocado en la zona más cercana a la alberca para facilitar su riego
- Olivilla, una especie silvestre de olivo (no es acebuche) que hemos plantado para meter algo de hoja perenne entre las retamas en las zonas donde el cubillo de superadobe no nos cubre del viento.

De extra entre lo que habíamos pactado, teníamos un par de durillos, un par de laureles y una 10 plantitas de ruscus o acebillo que aun no hemos sabido donde colocar por ser plantas que necesitan umbría. 

Estos días, aprovechando el solecito y el insufle de energía de las vacaciones, hemos estado modelando los alcorques de lo plantado conforme a las indicaciones (o nuestra interpretación de ellas) que Mavi tan bien ilustra en este gráfico.




Hemos acolchado con paja y otros restos vegetales del terreno los alcorques y ayer descubrimos que ya tenemos nuestras primeras flores de retama amarilla....¡¡¡más bonitas!!!


Durante la semana pasada también llegó la basura de vaca y oveja que teníamos encargada y que no pudo llegar antes por problemas técnicos. Esta basura, excepto un montoncillo que hemos reservado para abonar la huerta, se esparció por todo el terreno. 

Así, teniéndolo todo literalmente "lleno de mierda" dimos el pistoletazo de salida al tractor que se encargó del primer y último arado de la parcela.

Esta semana esperamos tener indicaciones más claras de Mavi para gestionar nuestros futuros bosquetes de frutales y estamos a la espera de la llegada de los árboles que constituirán la segunda fase de generación del seto cortavientos.

9 teatros abandonados

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