Mostrando entradas con la etiqueta el fantasma de Menard. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta el fantasma de Menard. Mostrar todas las entradas

El grito (el gran baile en el cielo)

Hacía rato que no jugaba a traducir. Ahí va mi versión del diálogo del video de Cosor:


-¿Acaso no está muerto de miedo?

-No... No tengo miedo de morir

-¿En serio? ¿Está seguro?

-Es algo que pasa un día u otro. Qué importa.

-Si está asustado, está bien. Es decir: ¿quién no lo estaría?

-¿Por qué debería tener miedo de morir?

-No sé, alguna gente se asusta.

-No hay motivos para eso. Hay que irse algún día...

-Si, es verdad. Supongo que así debe ser. Pero, si está asustado...

-Nunca dije que tuviera miedo de morir.

-¿Puede confiar en mi? Sólo estoy buscando conversación. No hay razón para gritarme.

-Le dije que estoy calmado. No intente dar vuelta mis palabras.

-No hago eso.

-¿No? Yo creo que sí. Lo conozco bien.

-OK, lo lamento. No debí decir nada. Fue un error... Le pido disculpas por mi falta de sensibilidad. Le prometo que me mantendré callado mientras estemos juntos.







(Las primeras cinco líneas que corresponden al viejo coinciden textualmente con el texto que se oye en el principio de The Big Gig in the Sky, en la grabación original, un poco en el segundo plano de la mezcla.)

Moving backwards

O un nuevo aporte para la arqueocoverología


Una vez más, la cadena empieza más o menos por el final. Hace mucho, mucho tiempo, francamente, Luc usó esta canción en un post suyo que ahora no pude volver a encontrar:



Yo nunca fui un gran fan de Bowie. Me gusta, eso sí, un disco que sus fans y alguna crítica consideran menor, Outside, y, aún más y en su momento, la Tin Machine. Pero aquel día que Luc usó esta canción en su post, la cosa funcionó tan bien que ahí quedó alojada en mi memoria, una hermosa canción.

Y ahora, en estos tiempos de Youtube me vengo a enterar de que Bowie grabó este tema como homenaje a Nina Simone:



La voz de Nina es insondablemente blue. Suena tan escalofriantemente triste, tan sola, tan desamparada, que resulta verdaderamente difícil entender que todo haya partido de aquí:



Y esa es la parte interesante de la arqueocoverología: que es absolutamente incapaz de explicar cómo una canción tan fea como la de Johnny Mathis pudo convertirse en esto otro tan triste que Bowie y Nina trajeron a nuestros oídos.



[
Diggin' the Tube - otras versiones de Wild is the wind, ya para siempre marcadas por la tristeza de Nina:
la inimputable Barbra Streisand, tan irrenunciablemente hollywood;
Cat Power, toda darkie, ella, ella y un redundante piano solo;
y una chica y su contrabajo: Esperanza Spalding, Piazzolla sobrevolando, vagamente un tango.
Y hay más, claro.
]

Esto es una lista

O lo que es decir: me hubiera gustado repetir el chiste aquél de “esto no es una” equis cosa, una lista en este caso, sino que es representación o emblema o signo o metáfora de algo que no está presente en la lista o que la lista prefigura.

Sin embargo, esto es sólo una lista: la lista caprichosa de aquellas canciones que yo conocí a través de un cover antes de escuchar la versión históricamente primera u orginal o canónica.

En algunos casos, incluso, tardé años no sólo en escuchar esa versión primera sino en saber, sencillamente, que lo que estaba escuchando, y disfrutando mucho, no era atribuible al artista que de tal forma me lo presentaba.

En esos casos, la tal versión es tan consistente con la estética del artista versionador que la naturaleza de versión no resulta en absoluto aparente para quien no esté informado. Eso para mí es un rasgo que hace a una gran versión.

Aquí va, entonces, mi lista:

Fricción

Y soy de los que creen que Héroes, de Fricción, es una canción mucho más densa que Heros, de una tal Bowie, menardismo en su más alta expresión.

Chili Peppers

Para decir que uno nunca deja de aprender: nunca había reparado en que esto no era de los RHCP, lo supe hace unos días, acá. ¡Por Dios! ¿cómo hubiera podido adivinar a Stevie Wonder detrás de esto?

U2

Yo estaba todavía muy verde y empezando a escuchar música y, leyendo el plegable interno del cassette de una compañera del colegio, me enteré de que esto era de un tal Bob Dylan.

Steve Ray Vaughan

De esta no estoy seguro: no podría afirmar que escuché a Vaugham antes que a Hendrix, porque llegué a ambos más o menos en el mismo momento de mi vida y siguiendo las mismas trazas; la exacta sucesión es irrelevante: Little Wing es en mi cerebro una suerte de imagen de cine 3D compuesta por esta versión y la de Hendrix.

Infectious Grooves

Tampoco creo que pueda decir de esta canción que la haya escuchado primero por IG. Para cuando ellos sacan su versión, la de Bowie había ya sonado por todas partes (¿no fue parte de un comercial de Pepsi?). Es decir: no pude no oír a Bowie. Pero si diría que recién escuché esta canción por IG.

Cohen

En este caso, no me refiero a la canción sino al poema: el original lo leí mucho después de años de amar esta canción, al descubrir que estaba basada en un poema de Lorca.

Hendrix

Cover de cover de cover. De U2 a Hendrix: me tomé mi tiempo para llegar a Dylan.

Primus

Bueno, no exactamente un cover, pero, cuando escuché YYZ, de Rush, mi pensamiento fue "pero esto empieza como John The Fisherman!!!"

Infectious Grooves

Yo a Zeppelin llego muy tarde y casi por una cuestión de "cultura general", como por cubrir un bache o cumplir una obligación. Para entonces, ya había escuchado esta versión, que está en el mismo disco que la de de Fame.

Divididos

Esta es un caso curioso, viniendo yo de una familia donde se escuchaba y tocaba mucho folklore. Pero jamás había escuchado la zamba hasta que Mollo llevó mi atención a ella.

UPDATE y reparación: Frank Zappa

Tarde supe que esto era de los Allman Brothers, banda que no he escuchado. Este tema será siempre el bluesazo de cierre de uno de los discos de Zappa que más me gusta.


Bueno, eso. Subjetividades, que les dicen.

Entonces...

... ¿quién es el compositor acá?



(descubierto hoy, gracias a Puchero de Tinta)

Furibundas

Hablando de chicas.



Este video no hace honor al sonido aplastante y al enorme disfrute de la cosa que transmiten; es apenas una pálida idea de lo que esta banda es en vivo.

Dirty Diamonds, un poco más allá de la avenida Rivadavia (donde, no sé si se acuerdan, Borges situaba el inicio del Sur).

Fondo

Lo dije y lo reafirmo: esta canción de Plant tiene una sonoridad que me recuerda al Cerati de Amor Amarillo.

Someto a sus oídos la prueba:



Claro que no tienen que prestar atención ni a Plant ni a Cerati, que son cantantes lo bastante distintos, como son distintas las canciones. La de Plant está impregnada incluso de temática gospel, inimaginable en Cerati.

Pero escuchen el uso de las guitarras: guitarras saturadas y embarazadas de reberverancia y eco que despliegan arpegios o estiran acordes.

Y los solos. Claro que no son iguales, claro que no hablo de plagio. Pero alientan un mismo gusto, un mismo ánimo, unos mismos recursos.

No sé quién es el guitarrista de Plant en esta grabación (en un rato lo busco). Sí se a quién declaraba homenajear Cerati en aquel disco de 1993: recuerden que es el disco que incluye su versión de Bajan.

Pensar en aquel a quien escucha Cerati cuando toca su guitarra nos lleva a Spinetta. No sé a dónde nos lleva pensar en quien escuchaba Spinetta cuando tocaba la suya. Y está claro que el guitarrista de Plant no escucha (no necesariamente escucha) a Cerati o a Spinetta. Hay allí, en un fondo común, un guitarrista que llega a nosotros a través de estas capas de tiempo, a través de otros oídos.


Y aunque no le pongamos un nombre ni le adscribamos una biografía, allí está, aquel fantasma.



(Los guitarristas de Plant son dos: Patty Griffin, una dama, y el caballero Buddy Miller, de los cuales no tenía el gusto, y que en el resto del disco no hacen ningún esfuerzo por ser otra cosa más que guitarristas de country - De paso, la canción de Plant no es de Plant, sino de Low.)

Lo que suena, aunque no se oiga

Estoy a full con este sitio: Cover Song Archive. Obviamente, no todo lo que contiene me gusta (en muchos casos, no me interesa especialmente el género, el artista versionado, o no me conmueve el resultado), pero es indiscutible que la curaduría se hace con buen gusto y seriedad.

Cover Song Archive es parte de un así llamado Proyecto Booooooom y recopila videos de “songs you know, by people you don’t”. La colección reúne a músicos ignotos pero, en su mayoría, bien formados, es decir, no recopila cualquier paparruchada realizada por alguien que se cuelga una guitarra a los fines de hacerse el gracioso cantando una que sabemos todos.

Me fascinan la variedad, la imaginación y el simple disfrute de la música que el archivo muestra (y de paso advierto qué tan de moda está el odioso ukelele).Y me encanta siempre reencontrarme con música pensada como algo que hace gente, personas, músicos, y no megacorporaciones multimillonarias.

Desde que lo estoy siguiendo, no hace tanto, he encontrado especialmente disfrutables el video de Ob-la-di Ob-la-da que puse en el post anterior, pero también esta versión de Metallica en clave flamenca, esta digamos “respetuosa” ejecución de Radiohead, esta canción de unos tales Postal Service que no tenía el gusto, o esta sonora versión de Back in Black.

Me gusta como me lo dijo mi hermana, que es cantante, a propósito del post con Here comes the flood: se trata de escuchar lo que suena aunque no se oiga.<

Me parece incluso una gran definición del trabajo del buen músico: después de todo, la música es algo así como esculpir el ruido, sacar lo que sobra para permitir que se escuche lo que de otro modo no sería posible oir.

Y en el Cover Song Archive podemos ver buenos músicos mostrándonos lo que ellos escuchaban y que nosotros, tal vez, al menos no necesariamente, no oíamos. Espero que les resulte tan disfrutable como me viene resultando a mí.

Este que.... ¿me repite la pregunta?

Nunca entendí el chiste de Ob-la-di Ob-la-da. Siempre me pareció la canción más tonta de los Beatles. Sin embargo, en este blog, no nos cansaremos de publicar respuestas a la pregunta fundamental, trascendente, de nuestro admirado Francesco Zappa: Does humour belong in music?

You tell me:



(vía Cover Song Archive)

Getting stone

(Recuerdo). Me tomó sus buenas horas, pero al final lo logré. Estaba tan hasta las pelotas que no sabía qué pensar. Cargué con eso por días, jugando pequeños jueguitos y haciendo como si pasara el tiempo sin prestarle atención. Entonces, observándolo para saber si aún me gustaba, lo hice...

(Me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito...)

Y cuanto más lo observo, más me gusta. Creo que es jodidamente bueno.

La cuestión es que no importa qué tan detenidamente lo estudie, qué tanto lo desmonte o lo despiece: sigue igual a sí mismo.

Me gustaría que pudieras verlo.



I like it!!

No creerías las cosas que he hecho por ella

Melvin: Tengo un cumplido para vos, es algo que pasó.

Carol: Me da miedo que vayas a decir algo desagradable...

Melvin: No seas pesimista, no es tu estilo. Bueno, es así: yo tengo esto... digamos, ¿una enfermedad? Mi doctor, un petiso al que iba a ver todo el tiempo, me dijo que, en el 50 o 60% de los casos, una pastilla realmente ayuda. Yo odio las pastillas, son cosas jodidas, las odio. Y estoy usando la palabra "odio", ahora, para las pastillas. Odio. Bueno: mi cumplido es que aquella noche cuando viniste y me dijiste que vos nunca... bueno, estabas ahí, sabés lo que dijiste. Mi cumpido para vos es que, a la mañana siguiente, empecé a tomar las pastillas.

Carol: No entiendo por qué eso sería un cumplido para mí.

Melvin: Vos hacés que yo quiera ser un hombre mejor.

Carol: Ese es tal vez el mejor cumplido de mi vida.

Melvin: Bueno. Por ahí exageré un poco. Apunté el tiro como para lograr que no te vayas...

Son Jack Nicholson y Helen Hunt, en Mejor Imposible.

Luz de luna

Ahí está, puedo verla. Tantas noches he pasado acá, bajo su ventana, restregándome bajo el pálido fuego de la luna estas manos delicadas, un manojo de dudas, hasta verla salir a caminar por las calles de Nueva Orleans. La he perseguido como... qué otra cosa decir: como un lobo.

No sé cuántos rosarios he rezado. Sí sé que le he pedido cada vez al Señor de los cielos fuerza para destruir esto que amo y amar esto que destruyo, pero bajo la tenue luz de la luna he deambulado, oculto el rostro pecador por el ala del sombrero, y la he seguido, inocente y desprevenida, niña rica. Es como un llamado, la luz de la luna, las luces brillantes, la gente. No es algo que pueda elegir. Ya no recuerdo cuándo me convertí en esto que soy, cuándo fue que me ví atrapado en esta vida y empecé a regatearle al día mi rostro, cuándo empecé a rondar las noches.

Ya está, ya la tengo. No escuchará mis pasos ni verá acercarse mi sombra.

Brilla la luna sobre la calle Bourbon.

La mejor banda tributo a Queen que hay llega a Buenos Aires

Por el Prof. Arturo Sandoval

De unos años a esta parte, Argentina ha visto multiplicarse como hongos lo que se ha dado en llamar "bandas tributo", agrupaciones musicales que aspiran a recrear con precisión neurótica hasta el más mínimo rasgo de la obra y presencia de un artista equis. Desde los tiempos en que la mítica Rael realizaba una muy lograda recreación de la obra de Genesis hasta el día de hoy, mucha agua ha corrido bajo el puente.

Un abordaje del fenómeno nos recomienda buscar la condición de posibilidad de estas bandas mediante la realización de una genealogía, buscando antecedentes en los sempiternos imitadores de Elvis y en las bandas beatle que abundan en todo el mundo.

Otro, propone buscar qué cambios en los hábitos del público habrán de haber favorecido esta evolución. Valga como hipótesis: el deseo de consumir algo tan cómodo y confortable como un DVD, pero un poco más intenso, podría haber facilitado la multiplicación de bandas capaces de explotar ese nicho de mercado poniendo en escena, algunas de forma muy acabada, a The Doors, Pink Floyd o Queen.

Como sea, la forma más sofisticada de esta tendencia es la que reúne a los miembros mismos de viejas bandas con el fin inconfeso, irreprochable pero no por ello inocultable de proveer a la reproducción de su propia existencia material.

En los últimos tiempos, hemos tenido la ocasión de ver así a la mejor banda tributo a Deep Purple del mundo, por ejemplo, o de emocionarnos con una de las dos mejores bandas tributo a Pink Floyd que hay, por no mencionar las varias veces que pudimos disfrutar del más soberbio tributo a los Rolling Stones que depara el rock business.

Incluso el rock vernáculo tiene lo que le toca: recientemente, se ha reunido la mejor banda tributo a Soda Stereo que sea dable desear.

¿Qué caracteriza a estas bandas tributo? El hecho de tomar un repertorio de textos conocidos, recrearlos en un nuevo contexto enunciativo y ponerlos a disposición de nuevas condiciones de recepción, convirtiéndolos en una suerte de objeto para el goce necrofílico, una lengua muerta, palmas de mallorca (¿se acuerdan?, no me digan que no, es un chiste de Les Luthiers: "lengua muerta, palmas de mallorca, lomo sapiens, boca corazón"...).

Nada grave, ni nada que, a decir verdad, merezca reprocharse, después de todo, en toda recreación siempre hay algo del atávico esfuerzo de interrogar a los muertos.

Pero que no me digan que lo que viene en noviembre es Queen.

Instrucciones para utilizar este botón

"Allá al fondo está la muerte,
pero no tenga miedo…"

Cortázar, Julio, claro,
maestro de todos los redactores
de instrucciones, en sus
Instrucciones para dar cuerda a un reloj
  1. ¿Cómo que cuál botón?
  2. Una vez que haya terminado con lo que vino a hacer aquí, si se encuentra en la necesidad de presionar el botón (¿pregunta otra vez? ¡éste!), por favor tenga en cuenta las consideraciones que siguen.
  3. En condiciones normales, cuando el contenido del depósito ha sido liberado, el botón que acciona el dispositivo debería volver a su posición inicial al mismo tiempo que el mecanismo oculto tras la pared, sencilla pero ingeniosamente, cierra el paso de agua. Esto asegura que el tanque vuelva a llenarse, quedando preparado para una nueva higiénica descarga.
  4. Sin embargo, a pesar de las intervenciones de personal idóneo realizadas con el fin de subsanar el problema, el mecanismo insiste en trabarse.
  5. Puede ocurrir, entonces, que el dichoso mecanismo nunca vuelva a la posición de "cerrado" y el paso de agua no se detenga. Consecuentemente, la cisterna no alcanza a rellenarse nunca y se produce un daño irreparable en el medioambiente.
  6. No obstante, la falla es evitable y usted puede contribuir a que no ocurra.
  7. Una vez que haya apretado el botón (no insista: nos referimos a éste), sírvase, si es tan amable, acompañar o incluso dirigir el movimiento de retroceso, para que no quede trabado.
  8. La próxima persona en utilizar el inodoro se lo agradecerá. Además, habrá usted contribuido a mantener el nivel de los océanos en la media aceptable.
  9. Esperamos que su estancia aquí haya sido reconfortante.
  10. Gracias y vuelva pronto.

Una versión de los hechos

Esta es la historia de un hombre acusado de un crimen que no cometió.

Los tiros sonaron en el comedor. Patty Valentine bajó corriendo desde el piso de arriba y encontró al barman en un charco de sangre. "¡Los mataron!", aulló. Había tres cuerpos en el suelo y un tipo que huía. "Yo no fui", dijo, mientras levantaba las manos. "Yo quería robar la caja, nomás, te juro, entré cuando se iban", y se quedó en el molde. Se llamaba Alfred Bello. "Uno de nosotros tendría que llamar a la policía", dijo. Y Patty llamó. Era la noche ardiente de New Jersey cuando la policía llegó a la escena del crimen con sus luces rojas dando vueltas. Lejos de ahí, Rubin Carter y unos amigos yiraban en auto. Rubin Carter era número puesto para la corona de los pesos medianos. No tenía idea de qué mierda pasaba cuando un cana lo hizo parar contra el cordón, como otras veces antes y otras antes de esas, que es como son las cosas: si sos negro, mas vale que no te muestres por la calle a menos que andés buscando roña. Alfred Bello tenía un socio y el socio le daba una coartada: Arthur Dexter Bradley declaró que él y Bello estaban boludeando afuera del bar cuando vieron a dos negros con pinta de boxeadores salir corriendo y subir a un auto blanco con patente de otro estado. Patty Valentine confirmó. Un policía dijo: "Un momento, acá hay uno que no está muerto", y se lo llevaron al hospital. A pesar de que apenas podía ver, le pidieron que identificara a unos sospechosos. Eran las cuatro de la mañana cuando arrastraron a Rubin al hospital. Lo llevaron hasta donde estaba el moribundo, que lo miró entre las vendas y dijo: "¿para qué trajeron a este?".

Cuatro meses después, los ghettos arden. Rubin está en Sudamérica peleando por la gloria mientras Arthur Dexter Bradley todavía sigue con el asunto del robo. Los policías lo aprietan para que les dé un culpable. "¿Te acordás del asesinato del bar?", "¿te acordás del auto que viste?", "no seas gil, ¿no habrá sido el boxeador aquél que viste corriendo esa noche?". Y Arthur Dexter Bradley dice: "Es que no estoy seguro...". Los canas lo apuran: "no te olvidés que sos un hombre blanco... un tipo como vos se merece otra oportunidad. Estás hasta las manos por el laburito del hotel. Y estamos hablando con Bello, además, no querrás volver a la cárcel, ¿no?". "Le harías un favor a la sociedad: ese hijo de puta es corajudo y se está envalentonando. Queremos que la cague, le queremos encajar este triple homicidio. Vamos: no es un señorito, ése". Eso era verdad. Rubin podía voltear un tipo de una sola piña, pero no le gustaba que se hablara de eso. "Es mi trabajo", decía, "lo hago por guita". "En cuanto puedo me rajo a algún paraíso donde pescar unas truchas, disfrutar del aire y andar a caballo". Pero lo metieron en cana, donde convierten a los hombres en cucarachas. Jugó desde el vamos con cartas marcadas. El juicio fue una joda y nunca le dieron la más mínima oportunidad: el mismo juez hizo quedar a los testigos de Rubin como negros borrachos. Para la gente bien, era un vago medio revolucionario; para los suyos, un negro loquito. Aunque nunca se encontró el arma, nadie dudó ni por un momento de que él la había disparado. El fiscal lo acusó de asesinato en primer grado y el jurado compró. Adivinen quiénes testificaron: Bello y Bradley, que mintieron asquerosamente. La prensa repitió las mentiras. ¿Cómo puede ser que la vida de un hombre esté en manos de esta manga de hijos de puta? Mientras los garcas disfrutan de sus trajes y sus corbatas y sus martinis al amanecer, Rubin está sentado como un Buda en una celda de tres metros cuadrados. Es repugnante vivir en un país como este.

Esta es la historia de un hombre acusado de un crimen que no cometió. No estará cerrada hasta que no se limpie su nombre y se le devuelva el tiempo perdido. Iba a ser el campeón del mundo de los pesos medianos.

Tres pasos. Hasta los dientes

La musicalidad, las partituras, las traducciones:
"...the tip of the tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Lee. Ta."
Uno puede ponerse a explicar qué se dice en ese párrafo, abundar en su significado, que es sobre la lengua, un paseo, tres etapas, los dientes. Alguien podría pensar que eso es traducir ese párrafo. De alguna manera, lo es, indudablemente. Enrique Tejedor, traductor de la edición de Grijalbo, recoge el guante: "la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.".

Pero uno puede, en cambio, detenerse a escuchar en la versión inglesa eso que el lado analítico del cerebro llamaría "aliteración" y descubrirse inmediatamente repitiendo "lo-lee-ta" para escudriñar los tres pasos.

Puede entonces volver a leer la oración y sentir la lengua golpear todas y cada una de esas tes secas, esas zetas húmedas, esas lúbricas erres, escuchándolas con la parte de adentro de los tímpanos, respirando los acentos y las pausas de la frase, imaginando como podría sonar: "the TIP of the TONgue - TAking a TRIP of THREE STEPS down the palATE - to TAP - at THREE - on the TEETH - Lo - Lee - Ta".

Y entonces, a partir de la musicalidad, de la sonoridad de la frase, pasar a darse cuenta de que está moviendo la lengua. Uno empieza Lolita deteniéndose a sentir su propia lengua.

En la segunda oración de su novela y de un solo saque, Nabokov hace al lector paladear el nombre "Lolita".

Qué hijo de puta, este Nabokov.

De la social construcción y circulación del sentido

Sumario de navegación (o un retromapa de la circulación del sentido):

Vero puso un post. Varios le dejamos comentarios. Inspirado por el post de Vero, Puck puso otro post y nos propone una deriva a otro suyo más viejo. Por si fuera poco, resulta que hace un tiempo, Vero había puesto este otro post sobre el mismo tema, que tenía algo que ver con este que, por mi parte, había puesto yo. Con diferentes grados de separación en la mutua referencia y en el tiempo, están relacionados.

Ergo:

Yo iba a dejar lo que sigue como un comentario más al post de Vero, pero sentí que abusaba de la amabilidad de la anfitriona cuando ví la extensión de lo que había escrito (y que presupone todo lo dicho allí):

Yo sigo preguntón: ¿no será que lo interesante, lo estimulante, es el intersticio entre lo que uno cree pensar y el desafío que le plantea la posición adversa? ¿No será que la riqueza de la frase clave de Baterbly es que habilita las acrobacias de Borges y las de Deleuze (a propósito: convengamos que Deleuze no habrá traducido nunca "preferiría no" -¿cómo lo habrá dicho en francés?)? ¿No será descubrir las trazas de la corrección del borrador (ya sabemos: otra cosa corresponde a la "religión o al cansancio") lo que seduce?

¿Y puede estar en juego otra cosa que seducción en una teoría (y pienso en Baudrillard, como lo más obvio, pero en Rorty también)? ¿Está mal dejarse seducir por lo que nos seduce? En el post antiguo que menciono arriba, Vero traía a cuento la idea de la Sontag (releo el post y refresco ahora que era la Sontag) sobre una "erótica del arte".

Será necedad de enamorado, pero me niego a aceptar que haya en un texto algo inmanente que lo justifique de una vez y para siempre: es la idea base que prende todas las hogueras.

A todo lo cual no cabe sino la reacción de Vero: "A la marosca!"

La creación según San Francisco

Érase una vez, hace muchísimo tiempo, cuando el Universo no consistía en nada más elaborado que un servidor tratando de convencer a todos y cada uno de los miembros de este maravilloso público de que era entonces nada más, pero nada menos, que un enorme sillón marrón suspendido en el medio del vacío enorme, que un rayo de luz bajó de las alturas, se manifestó el buen Señor, miró el sillón y dijo: "¡A la pelota, qué lindo sillón! Con un par de margaritas y la compañía adecuada, podría ser un éxito comercial."

"Pero lo realmente necesario", dijo el gran Dios, "es un piso donde apoyarlo". Para realizar su proyecto arquitectónico, el buen señor convocó al Celestial Cuerpo de Ingenieros y cantó una bonita canción en alemán, el idioma que usa cuando debe tratar asuntos importantes: "Gib zu mir etwas Fussbodenbelag / Unter diesen fetten fliessenden Sofa", que como todos sabemos significa: "Hágase el piso debajo de este enorme sillón flotante". Entonces, incontables tablas de roble cubrieron el vacío hasta donde la vista alcanza, extendiéndose de un extremo al otro del mundo.

El Señor dejó a un lado su enorme cigarro, se sentó en el encantador sillón y procedió a revelar el grueso de su mensaje tocando con un pequeño clarinete eléctrico una canción que decía más o menos así...

Get this widget | Share | Track details

Cuatro guardias y cien prisioneros de guerra

...al anochecer, los guardias y sus prisioneros americanos llegaron a una posada abierta, iluminada con velas. En la planta baja, el fuego estaba encendido en tres hogares y las mesas, vacías, estaban puestas, a la espera de quien pudiera llegar. En el piso de arriba, las camas estaban listas y con las cobijas tendidas.

Atendían un posadero ciego, su esposa, que era también la cocinera, y sus dos hijas, que hacían de meseras y mucamas. La familia sabía que Dresde ya no existía: los que tenían ojos de entre ellos la habían visto arder y arder. Todos habían comprendido que estaban ahora en el borde de un desierto. Sin embargo, habían abierto el negocio y lustrado las copas y ajustado los relojes y avivado los fuegos y esperado y esperado a ver si venía alguien.

No eran muchos los que huían de Dresde.

El tiempo rodó en los relojes, crepitó en los hogares y derritió las velas. Entonces, fue un golpe en la puerta y cuatro guardias y cien prisioneros de guerra americanos se presentaron.

El posadero preguntó si venían de la ciudad.

"Si."

"¿Viene más gente?"

Y los guardias contestaron que, a todo lo largo del arduo camino que habían transitado, no habían cruzado un alma.

El posadero ciego dijo que los prisioneros podían dormir en el establo. Les dio sopa, café de achicoria y un poco de cerveza. Después, se quedó en la puerta escuchando cómo se acomodaban en la paja.

"Buenas noches, americanos", dijo en alemán. "Que duerman bien".

Billy Pilgrim abandona Dresde
después del bombardeo.
Kurt Vonnegut, Slaughterhouse 5.
La versión española es mía.

Estudio No. 1 en sol menor y en tres movimientos, para soprano y barítono

"...quiero morder
el tallo de su rosa..."

El primer día, se quedó mirándome a los ojos, fascinada, y sonrió, como sonríen las mujeres cuando quieren hacerte pensar que, tal vez, te han elegido. Pero fue por sus labios del color de las rosas que crecen río abajo, rojas como si estuvieran a punto de reventar de sangre, salvajes, que supe que era ella. Tocó a mi puerta un día y me atreví a dejarlo pasar. Sin buscarlo, me encontré de pronto sumergida en el refugio de su abrazo mientras permitía que con mano segura secara mis lágrimas: decidí que sería mi primer hombre. Al otro día, vino con una solitaria rosa roja y me la ofreció a cambio de mis penas y de todos los fantasmas sin nombre ni rostro que me habitaban en lugar de otros cuerpos, otros rostros, otros nombres. Me preguntó si lo acompañaría a conocer el lugar donde crecen las rosas silvestres y apenas atiné a asentir tímidamente con la cabeza. El segundo día, le llevé una flor; era más hermosa que cualquier mujer que hubiera visto. Entonces, le pregunté si conocía el lugar donde crecen libres las dulces rosas silvestres. Al tercer día fuimos al río. Me enseñó las rosas y nos besamos. Después ya no sé: lo último que escuché fue un susurro; él estaba arrodillado sobre mi, con una piedra en la mano. El último día, la llevé al lugar junto al río donde crecen las rosas silvestres. Se recostó en la orilla (el viento tenía el brillo que pudiera tener un ladrón que triunfa en la noche). No le negué un beso de despedida: toda belleza debe acabar, murmuré. Después, planté una rosa entre sus dientes....

Caminos

Nada adquiere valor por sí mismo. Todo se inscribe en un recorrido (amores me han dicho que "todo" y "nada" son palabras espantosas y soberbias; pero nada adquiere su valor por sí mismo).

¿Cómo es que uno se queda, luego de haberse visto obligado a leerlo en la escuela, con la idea de que García Lorca era un español, con suerte se entera uno que puto, que escribía pavadas romanticonas, medio bobaliconas, y que su principal mérito, vistos los bodrios a que nos sometía la maestra, era haber muerto fusilado por la dictadura franquista (por republicano y por puto)?

Por suerte, la vida tiene caminos largos y sinuosos y yo me olvido de García Lorca y salto al momento en que alguien me hace escuchar a Leonard Cohen. Es entonces que llego a Take this Waltz, me enamoro de la dulzura de Jennifer Warnes haciendo la segunda voz de la estrofa final y quedo colgado de imágenes maravillosas: "there's a tree where the doves come to die", "on a bed where the moon has been sweating".

Algún tiempo después, porque había aprendido a disfrutar de la voz de Cohen, me hice de I'm your man y al leer el booklet (soy de los que leen los booklets) descubro que Take this waltz está basado en un poema de Lorca. Nada pasó entonces más que la incorporación de un dato erudito que se almacenó en ese lugar abarrotado de mi cerebro donde acumulo saberes superfluos.

Mas un día, en una mesa de saldos de supermercado, me encuentro hojeando "Poeta en Nueva York" y me doy cuenta de que contiene el "Pequeño vals vienés", aquel que había inspirado a Cohen. De repente, dos cosas disímiles tenían ese mágico enlace y una luz se hizo. Me llevé "Poeta en Nueva York", mi primer libro de García Lorca.

"Dejaré mi boca entre tus piernas", dice Lorca en el Pequeño vals vienés. Qué buen lugar para dejar la boca, qué buen lugar para que una boca se quede. Encontré que Lorca no era ningún bobalicón, que era un poeta sensual, que sabía de los olores del sexo y de dónde había que meter la boca.

Y la versión de Cohen y el original de Lorca empezaron a dialogar y se enriquecieron:





Now in Vienna there are ten pretty women.
There's a shoulder where death comes to cry.
There's a lobby with nine hundred windows.
There's a tree where the doves go to die.
There's a piece that was torn from the morning,
and it hangs in the Gallery of Frost

Ay, ay ay ay
Take this waltz, take this waltz,
take this waltz with the clamp on its jaws.

I want you, I want you, I want you
on a chair with a dead magazine.
In the cave at the tip of the lily,
in some hallway where love's never been.
On a bed where the moon has been sweating,
in a cry filled with footsteps and sand

Ay, ay ay ay
Take this waltz, take this waltz,
take its broken waist in your hand.

This waltz, this waltz, this waltz, this waltz
with its very own breath
of brandy and death,
dragging its tail in the sea.

There's a concert hall in Vienna
where your mouth had a thousand reviews.
There's a bar where the boys have stopped talking,
they've been sentenced to death by the blues.
Ah, but who is it climbs to your picture
with a garland of freshly cut tears?

Ay, ay ay ay
Take this waltz, take this waltz,
take this waltz, it's been dying for years.

There's an attic where children are playing,
where I've got to lie down with you soon,
in a dream of Hungarian lanterns,
in the mist of some sweet afternoon.
And I'll see what you've chained to your sorrow,
all your sheep and your lilies of snow

Ay, ay ay ay
Take this waltz, take this waltz
with its "I'll never forget you, you know!"

And I'll dance with you in Vienna,
I'll be wearing a river's disguise.
The hyacinth wild on my shoulder
my mouth on the dew of your thighs.
And I'll bury my soul in a scrapbook,
with the photographs there and the moss.
And I'll yield to the flood of your beauty,
my cheap violin and my cross.
And you'll carry me down on your dancing
to the pools that you lift on your wrist

O my love, O my love
Take this waltz, take this waltz,
it's yours now. It's all that there is.
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.

¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Muchas veces me ha pasado llegar antes a la versión que al original. Suele ser un camino sorprendente. En este caso, me fijo en estos detalles maravillosos: "las diez muchachas" que para Cohen son necesariamente (y simplemente) "pretty women", la "boca cerrada" que debe tomar el vals es el propio vals, pero "with the clamp on its jaws", esa "nuestra cama de la luna" que para Cohen es "the bed where the moon has been sweating", o "la muerte para piano que pinta de azul a los muchachos" que se transforma en un "bar where the boys have stopped talking, they've been sentenced to death by the blues" (qué lindo pensar que una pieza llamada "muerte para piano", anudando en un bar lo azul, la tristeza y el blues, te deje sin palabras, ya una forma de muerte).

Cohen hace magia y hay tortugas y mendigos que desaparecen, hay cosas que cambian de lugar, un sepulcro es una cruz (y la cruz, eso que se carga, es un destino, como el sepulcro) y bueno, parenmé, que si no les cuento otra vez los dos poemas, que para mí son una unidad de ideas y emociones, una red de reenvíos mutuos. Pienso en la versión de Lorca cuando escucho a Cohen, escucho la voz de Cohen cuando leo a Lorca...

Se sabe: la escuela hace daño, pero la vida da segundas oportunidades, a veces. Y por fortuna alguien llevó mi atención hacia Leonard Cohen, y Leonard Cohen llevó mi atención hacia Federico García Lorca. Qué suerte que tuve.