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Vaya aniversario...

Resulta que hace algún tiempo la señorita quintapodóloga se preparaba para realizar un viajecillo a la yoni. Y su incertidumbre ante esta experiencia nueva que definitivamente marcará un hito en su vida, además de una conversación mantenida pocos días después con una de esas amigas incondicionales que la vida le ha regalado a una, me llevaron a tomar conciencia de una verdad inesperada. Hoy, hace una década yo también comencé un viaje determinante para la persona en la que, con el pasar de los años y las experiencias, me he convertido.

Nunca creí que llegaría al punto en el que podía rememorar un décimo aniversario más allá de los cumpleaños, máximo el ingreso al kinder, pero resulta que a estas alturas del partido puedo recordar clara y vívidamente ese día acaecido hace tanto (y tan poco) que se presenta en mi mente más nítido que muchos días que he vivido posteriormente.

El tiempo que pasé de intercambio en tierras teutonas es un hito definitivo. A la distancia comprendí la importancia de la familia, pero también lo necesario de ser tú misma bajo cualquier circunstancia.

Al convivir con otra familia de una cultura diametralmente opuesta la nuestra, entendí, acepté y revaloricé nuestra cultura, comprendí de mejor manera aquellos rasgos comunes que tenemos los latinos, hispanohablantes y más puntualmente los ecuatorianos; y descubrí la importancia de tener criterio para saber retener o no aquello que encontramos de nuevo en una situación distinta.

También reforcé mi convicción de que la amistad es uno de los motores que nos hace seguir cada día en este mundo y que es un bien que debemos cultivar y nunca dar por sentado. Graciosamente a la ciudad a la que fui, fueron también mis amigas y compañeras de toda la vida y dos compañeros también; pero esta era la primera vez que pasábamos tanto tiempo juntos de una manera en la que nunca habíamos convivido acá en UIO. Si bien el contacto sigue al día de hoy sólo con algunas de ellas, las experiencias compartidas y el camino que recorrimos son suficientes para recordarlas en este día y agradecerles por haber compartido esa etapa definitiva de nuestras vidas.

Con las niñas: lady's night en Freiburg
(yo soy los cachetes rojos en la parte inferior derecha)

Cada vez que comenzamos un nuevo viaje, ya sea grande o pequeño, largamente planificado o improvisado, estamos desenrollando un ovillo, del cual sólo sostenemos el comienzo; hacia donde ruede, cuan largo sea o si va a enredarse en la travesía, no lo sabemos, pero importa seguirlo, disfrutar del trayecto y llegar al final de la madeja un poco más sabio que al principio. Aunque a veces el camino resulte amargo hay que transitarlo.

En Venezia con la Belencha...

Nunca hubiese pensado que iba a estar escribiendo desde la añoranza, pero había razones suficientes para rememorar ese distante día y todas las aventuras que desencadenó. ¡Qué gran recuerdo!

Se inaugura la Posada

Por azares del destino a algunos bloggeros que suelen reunirse en la franciscana ciudad de Quito los conocía yo antes de que tengan su blog, o sin saber que lo tenían. Y paralelamente seguía y sigo a varios blogs de manera intermintente pero sostenida. Cuando no he tenido la posibilidad de leerlos en algún tiempo la tarea resulta grave, pues para ponerme al día leo en seguidilla 3 o 4 o a veces hasta 10 posts de un solo blog. Lo cual demanda mucho tiempo, pero resulta en un ejercicio más que valedero y una extraña manera de conocer opiniones y posturas de gente tan disímil o tan parecida a mí, que me sorprende. Además de que ahora soy capaz de ponerle rostro a muchos de los bloggers, ya que como mencionaba arriba, aquellos que ya conocía me permitieron llegar a conocer a varios de los otros representante del consorcio B&B Quito.

Así que se después de tanto tiempo de andar de lectora, voy a intentar dejar algunos pensamientos ideas y opiniones aquí en el ruedo virtual por si alguien acaba por caer en este espacio que hoy inauguro y se queda el suficiente tiempo para terminar la lectura.

Estamos a las puertas de una nueva estación; aquella que antes de sernos impuesto el calendario gregoriano y algún otro antes, marcaba el comienzo del año, y sigue marcando la estación más llamativa y publicitaria que tiene el año (por lo menos en el hemisferio norte; y sí, ya sé que técnicamente UIO está emplazada en el hemisferio sur, aunque resulta que disfruta de verano en esta época, pero esa ya es discusión pa otro rato), así que también yo empiezo esta nueva aventura y veamos cómo evoluciona esto.
A aquellos que han tenido paciencia para llegar hasta aquí, gracias, ojalá retornen por estos lares y si no, ha sido un gusto de todas maneras.