El Inyenieri

Creo que llegó a Porteña a principios de los 70's, no tengo muy precisa la fecha porque la precisión en este dato no me parece importante para el propósito de una semblanza del personaje, de todos modos y, de ser necesaria, hay gente que puede aportarla. Me parece que fué en la época en que J.S.Daniele S.A. salía del monoproducto cosechadora e incursionaba en las conocidas popularmente como "budineras" y que solían poblar, en unidades multiplicadas y fieles al amarillo de la marca, el enorme baldío de calle Rivadavia entre la avenida y Lavarello.

Trajo ciencia a una fábrica en la que se ponía mucho esfuerzo y buena voluntad pero al "uso nostro", y se metió enseguida en los asuntos de la comunidad. "El Ingeniero", "El Inyenieri", "el Carlos" y "el Carlo" pasaron a ser sinónimos para referir a un sola persona. Casi como una marca registrada.

No tuvimos una gran relación pero sí muchas charlas breves en las cuales, invariablemente, yo preguntaba y él explicaba. Lo que sigue son como grageas de esas charlas y no responden a un orden cronológico sino de aparición en el baúl de la memoria. Lo que está entrecomillado no debe tomarse como textual sino como yo lo recuerdo, aunque creo recordarlo con bastante fidelidad.

* Una vez le pregunté sobre la antigua rivalidad entre arquitectos e ingenieros civiles (ignoro si aún perdura) y me contestó:
-"Mirá, los arquitectos saben poco de estructura. Si un ingeniero te proyecta una casa cuando te acuestes podrás ver el techo con panza, las vigas marcadas o el revoque rajado, pero dormí tranquilo que no se cae. Si un arquitecto te proyecta la casa verás el techo hecho una pinturita, pero dormí bajo la cama por las dudas".

* La primera vez que concurrí al auditorio del Centro Comercial estaba colmado y me dijo:
-"Vas a tener que subir".
-"No me animo".
-"Los cálculos los hice yo".
-"¡Ah!"

Entonces me contó de los hierros y los rieles, el largo, el grosor y los kgs. que soportaban.

* También me contó de las columnas en el Décimo Mezzano.
-"Casi treinta años que están, y no estaba previsto que se le colgaran carteles, con todo el viento que embolsan, y vinieron un montón de tormentas y ninguna se movió. Eso sí, en la fábrica no se le mezquinó material".

* Muchas veces me contó que dejó de fumar por goloso, porque en cierta ocasión, en el Chaco, frente a un plato de su preferencia se dió cuenta que sus sentidos del olfato y del gusto habían dejado de funcionar.

* Fué mi tutor de paisajes y lugares de Traslasierra que las oficinas municipales de turismo no tenían en agenda. También me explicó cómo usar la caja y los frenos en la alta montaña y cómo regular la mezcla de combustible para sacarle mejor respuesta al motor.

* De su trabajo en la industria de máquinas agrícolas y de su paso por la UTN San Francisco son muchas las referencias de terceros.

Hay cientos de historias más pero no quiero derivar en una crónica desordenada, sino llamar la atención acerca de que la mayor parte de su actividad en Porteña transcurrió después de lo que creo fué algo así como un ACV, y lo que me remueve recuerdos y promueve admiración es su actitud frente a la adversidad que se me reveló un día en que lo encontré haciendo dedo a la salida de Brinkmann, arrastrando penosamente una pierna y sosteniendo un grueso portafolios con un brazo paralizado.

-¿"Qué hacés Carlos"?
-¡"Vendiendo agendas y almanaques. Qué querés, hay que parar la olla"!


Me hubiera resultado más fácil entender un rosario de reproches a Dios, a la vida, a la enfermedad, pero no, me dejó descolocado el tono optimista de su respuesta, casi alegre por poder hacer algo aunque ese algo estuviera muy alejado de su profesión y sus capacidades.

Así lo ví en todo este tiempo y hasta sus últimos días, participando, metiéndose, proyectando, haciendo, inventando, con altos y bajos como todo el mundo pero nunca rindiéndose, a punto tal que su desaparición física provocó alto impacto en un equipo de investigación del CONICET en la Universidad Nacional de Córdoba, con el que estaba colaborando en el desarrollo de lo que creo es un instrumental de precisión para un proyecto.

Si tuviera que definirlo desde mi óptica y con una frase cortita, diría que El Inyenieri era, y su memoria es, un canto a la vida.

Father, change my name

El pedido de Cohen, "father, change my name", trae a mi mente aquél que el monstruo le hacía a Victor Frankenstein. Aunque quizás el monstruo estaba en un nivel más elemental: quería simplemente que su creador se dignara a ponerle un nombre. Para poder de una vez empezar o para empezar de vuelta, poco importa. Encerrados en este cuerpo, no sabemos lo que hacemos.

Traído a cuento de que, allí, en un ejercicio de extracción y traslación, Freidemberg convierte en poema lo que es presencia y canción. Agregamos agua y, cual leche reconstituida, aquí lo ponemos a Cohen en un video técnicamente reprochable pero que bien ilustra eso que estuvo ahí:




(
Marginalia: No hay en el tubo muchos "videos" de Leonard Cohen. Quiero decir: videoclips con guión e intención creo que ninguno y grabaciones oficiales de conciertos hay alguna que otra -arcaica- presentación televisiva. Es como si el viejo Leonard apostara el todo por el todo al lance del vivo. Esquivo, cual redondo de ricota. Será tal vez por eso que, en compensación, abundan videos cámara en mano, de baja calidad, de personas que asistieron a algún concierto, en especial de estos últimos años. Leonard está viejo. Y sus fans parecen querer preservar su presencia, antes de que la memoria lo transforme en mera leyenda y su voz, amputada en los discos, devenga fantasma.

Digging the tube, testimonios que dirán que un tal Leonard Cohen existió...

http://www.youtube.com/watch?v=vTlWWfhm5jk&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=NfqNb28z-Hk&feature=related

La canción en una versión temprana, en una calidad aceptable, de cuando Cohen todavía no era tan Cohen sino mas bien Dylan.

Y una versión adorable, de entre las muchas que guarda el tubo:

http://www.youtube.com/watch?v=R3JRs8ivqhE&feature=related
)

Construcción

Dos historias:

a) El fondo de este post, su contenido, o tal vez su motivación, que es compartir una canción que no me canso de escuchar y que, a su vez, me lleva a decir algo. En suma: uno de esos textos que valen no sólo por lo que dicen, sino porque empujan a decir. Esta canción me conmueve. Es dramática, tensa, violenta. La melodía obsesiva (como si fosse maquina), esos bronces brutales, la base vamp, el coro (¡un coro!). La reiteración contra la que el cambio construye sentido, las mismas palabras encontrando relaciones nuevas. Los hijos besados como si fueran únicos, pródigos, el arroz comido como alimento de príncipe, la mujer besada como si fuese lógico. Morir, en todos los casos, a contramano.

b) La historia de la construcción de este post. La investigación sobre géneros y recursos musicales, la búsqueda de un video con la versión original de 1971, no encontrar en el tubo la imagen del joven Buarque ejecutando esta pieza y en su lugar hallar una versión reciente, igual de dramática, de triste, de insana. Y hallar también una versión irreverente pero eficaz.

Al final, buscar en goear el audio aquel de 1971 (un sonido completamente actual, vigente, algo que no suena para nada datado).

Entonces, les dejo Construçao, de Chico Buarque.


El retorno de la lluvia





La lluvia me reconcilia con la vida. El nivel de precipitaciones en estas últimas semanas sobrepasa con creces un año que parecía un perpetuo verano, de canicular sol y temperaturas abrumadoras. Desesperante, agobiante. La lluvia tiene la fuerza de desencadenarlo todo. El clima volvió a ser el que recuerdo en mi niñez; cuando los comienzos del año escolar significaban esperar el recorrido en un frío que calaba, con un cielo límpido y charcos el la calle que reflejaban la ciudad recién despertada.

Pero cuando la lluvia se empecina en caer sobre Quito lo hace a conciencia. Empapando todo; y cuando las baldadas de agua que se escurren hacia las entrañas de la urbe no pueden ser contenidas las tapas de las alcantarillas vuelan y el tráfico colapsa y nos damos cuenta de que es imposible domar la naturaleza completamente.

Me gusta el sonido de la lluvia, cuando estoy acurrucada en casa, con una taza de té humeante entre las manos, un libro en el regazo y con la mirada perdida, viendo como esa sábana diáfana como una gasa difumina las figuras del horizonte y el repiqueteo rítmico de las gotas rompe el silencio de la tarde....y a veces uno que otro trueno hacen coro, rompiendo el sopor rítmico. Y compartir el silencio de ver llover cuando estás abrazada a alguien es hermoso.

Pero también me gusta estar en la calle cuando comienza a llover. Me gusta saltar los charcos y ponerme la chompa con su capucha y caminar en pleno aguacero. Y me gusta quitarme la capucha y levantar la cara hacia el cielo y dejar que la lluvia me moje, me lave...es una sensación muy liberadora, ese golpeteo de las gotas al estrellarse sobre mi rostro, sobre todo cuando chocan con mis párpados, que son más sensibles y como poco a poco el cabello también se empapa y las gotas empiezan a filtrarse por pura gravedad hacia el cuello. Y se desplazan lentas, sin apuro por la espalda, enfriando la temperatura corporal, excitando cada terminal nerviosa a su paso. Me hacen sentir viva.
Además ver a la gente que escampa bajo algún alero mirarte envidiosa al caminar sin apuro bajo la lluvia, tan campante, es genial. Y luego llegar a casa para cambiarte y arroparte con alguna prenda seca y suavecita es delicioso.

Pero sobre todo, ¿a que no existe nada más rico que salir luego de una copiosa lluvia y literalmente oler en el ambiente la posibilidad de nueva vida? Como si la tierra, la yerba y las plantas te gritaran en silencio que la vida vuelve a hacer de las suyas. Simplemente me gusta mucho la lluvia.



Não achei

Metáfora: hojeaba una edición en portugués de Los Detectives Salvajes (Os Detetives Selvagens, reza la tapa). Buscaba (yo también) los poemas de Cesárea Tinajero.

No los encontré y devolví el libro a su estante...

...de aromas y recuerdos...

Hay instantes que se quedan grabados en tu mente por un olor en particular. La nota de una esencia que se anuda a tus recuerdos y se queda ahí; dispuesta a traer a colación esa memoria escondida el momento menos pensado, cuando intempestivamente caminando por la calle notas de ese aroma repentinamente activan una cascada de imágenes, cual polaroids secuenciales de momentos que creías olvidados.

Cómo cruzar el charco e ingresar en una casa justo cuando están sacando un pastel del horno y de repente sientes que el mundo se comprimió y estás en la cocina de tu abuela esperando que te sirvan un pedazo de ese pastel que huele tan bien.

Cómo abrir la ventana del auto cuando viajas a tierras más bajas y sentir el aire más cálido y lleno de humedad, con un olor más dulce y recordar tus brazos cruzados sobre la ventana totalmente baja cuando eras una cría de humano con la cara estirada al máximo por la velocidad y los cabellos revoloteando sin ton ni son por todos lados, feliz de escapar por algunos días de UIO.

Cuando acercas a tu boca una fruta para morderla y al hacerlo recuerdas mañanas enteras corriendo en un huerto plagado de árboles frutales tan cargados que sus ramas bajaban cansadas hacia el suelo en busca de soporte para tanto peso.

O el olor a menta de ese brillo que te recuerda esos labios suaves que primero se acercaban despacio, exploradores y que luego se volvieron más atrevidos y juguetones y que al separarse de los tuyos se llevaban algo de ese aroma refrescante.

Cómo ese aroma tan sintético de los dulces importados que dicen ser de alguna fruta, y que sabes que no puede ser ni natural ni bueno bajo ninguna circunstancia, pero que sin embargo te recuerda a compartir esos caramelos sólo con tus mejores amigos.

O el extraño olor a aire descontaminado y súper filtrado que tienen las cajas de los equipos de computación, que te remontan a la ilusión de abrir la caja de la primera mac que alguna vez tuviste...o las medicinas que disparan momentos de angustia, incomodidad y dolor con solo llevar su aroma a tus fosas nasales.

Toparte repentinamente con un olor conocido simplemente te escinde por un segundo del aquí y el ahora y te remonta a tus memorias.

No dejéis a los niños jugar en la selva

"Hicimos un descubrimiento increíble
Una selva en el cuarto de nuestro hijo.
Con el verde, aparecieron las criaturas más exóticas.
Escuchamos chillidos, aullidos, rugidos..."*


Nos asustamos.

Una enmarañada foresta nos cerraba el paso. Debimos cortar lianas y raíces. Nos hundimos hasta los tobillos en el sustrato vegetal en descomposición. Serpientes e insectos corrían a nuestro paso. No todos escapando. Cientos de hormigas mordieron los pies de mi mujer. No pude evitar el shock anafiláctico. Tuve que dejarla y seguir. Enjambres de mosquitos llenaban los intersticios, mordían mis manos, atacaban mis ojos. Ojos. Pequeños y sagaces me escrutaban desde la fronda. Respiraciones, cuerpos que se deslizaban a mis flancos, volúmenes que no alcanzaban para quebrar las ramas. Finalmente hallé a mi hijo. No era sino un pegote de carne roída por las musarañas (reconocí su calzado).

En el perenne rocío de la selva, mis lágrimas son insignificantes. Tengo la boca seca, ya arde mi cuerpo por la fiebre. Debe ser malaria.



* Nueva campaña de Pinturas Alba ( o de por qué no trabajo de creativo publicitario).

Música de N dimensiones

Introducción a la apreciación musical II

Hay música de N dimensiones. Digamos, repitamos, aquello de que la música es el arte de combinar los sonidos. Precisemos un poco este por demás insatisfactorio resumen. La música es un arte complejo donde el artista tiene a su disposición un número altísimo de variables sobre las que puede incidir.

Para empezar, en el contraste entre el sonido y el silencio, en lo que media entre un sonido apenas perceptible y otro atronador, hay todo un arco de posibilidades que determinan algo que se conoce como "dinámica".

Tomada la opción por el sonido, un curioso fenómeno acústico le permitirá diferenciar algo que se conoce como altura, es decir, establecer si un sonido, además de fuerte o suave, es mas bien agudo o mas bien grave. También verá que hay sonidos donde esta diferenciación es irrelevante; para decirlo mal y pronto, no tienen altura.

Como sea, los sonidos en los que se aprecia una altura y los sonidos en los que no se aprecia pueden organizarse secuencialmente en el tiempo, constituyendo melodías y ritmos.

Pero a la vez, esos sonidos pueden organizarse según ocurren simultáneamente. Cuando esa combinación afecta a los sonidos con altura, hablamos de armonía. Cuando usted combina armonía y melodía, puede encontrarse haciendo voces. A ver si se lo explico: usted puede hacer que un instrumento realice sonidos de diferentes alturas organizados secuencialmente en el tiempo. Eso es una melodía. Al mismo tiempo, otro instrumento puede hacer esas mismas "figuras", pero tocando otras notas (es decir, produciendo al mismo tiempo sonidos de diferentes alturas).

Hay instrumentos que, por su diseño, son capaces de producir más de una nota simultáneamente. El piano es el ejemplo evidente. Entre los instrumentos polifónicos (capaces de producir varias voces), están el bajo y el acordeón.

Por diseño, existen otros instrumentos que, en principio, son monofónicos: sólo pueden producir un único sonido por vez.

Pero esto no frustra a un músico. Se pueden combinar varios instrumentos monofónicos para crear un ensamble. Varios saxos, por ejemplo. O un par de saxos, una flauta y un clarinete.

Entonces acá podemos tomar nota de otra variable: el timbre. Es curioso, pero el timbre también es un fenómeno que surge de la relación entre el sonido y el silencio. El timbre es la cualidad del sonido que le permite a usted, por muy obstruidos que tenga sus canales auditivos, diferenciar un saxo de una flauta.

Pero cuando usted decide hacer sonar juntos un saxo y una flauta, no sólo expande una melodía en varias voces, no sólo crea acordes, sino que también combina timbres.

Por las mismas propiedades físicas del sonido por las que un instrumento tiene un timbre característico (y es maravilloso: la música es esa cosa intangible que surge de un muy estudiado conjunto de fenómenos físicos; y hay los que creen que el alma no existe), decíamos, cuando usted combina varios timbres se produce un fenómeno vistoso por el cual usted escucha un nuevo timbre, distinto de aquellos que lo componen.

Lo admirable es que este principio de que el todo resulta distinto de las partes también se aplica a los ritmos. Fíjese que usted puede poner a un instrumento, una batería, por ejemplo, o las palmas, o unas tumbadoras, a hacer cada uno un patrón rítmico distínto. Intuitivamente, el que más y el que menos sabe que hablamos de "ritmo" cuando algo se repite.

Algo que se repite tiene una determinada duración: un metro. Cada N cantidades de una determinada unidad, el patrón comienza de nuevo. Como la semana, por ejemplo. O las estaciones. Usted puede hacer que varios instrumentos repitan figuras diferentes pero de un mismo metro. Es decir, que vuelven a empezar juntos. O puede combinar patrones de diferente longitud. Acá nos alejamos de lo intuitivo. Le propongo un ejercicio. Tiene que encontrar para ello un amigo igual de desocupado que usted y dispuesto a un experimento musical. Usted cuente hasta tres. Uno, dos, tres, uno dos tres, uno dos tres. Eso es un patrón. Y comienza de nuevo cada vez que usted llega a tres. Digamos que dura 3. Tres qué no importa ahora. A los fines del ejercicio, haga palmas cada vez que dice "uno" y cada vez que dice "tres". Ahora viene la colaboración de su amigo. Él deberá contar hasta cuatro y batir palmas cuando dice "dos" y cuando dice "cuatro".

Para que el ejercicio funcione, deben contar a la misma velocidad. Y fíjese que usted y su amigo pueden decidir contar sus palmas más lento o más rápido, pueden apurarse o aletargarse. Puden seguir la velocidad de su corazón o el de la respiración. Tienen que acordar un tempo.

Si logran mantener la coordinación el tiempo suficiente, descubrirán que, entre los dos, están haciendo un patrón que es diferente a sus partes y que se repite cada 12 no importa qué. Como decíamos de los timbres, la combinación da lugar a otra cosa. En este caso, se llama polirritmia. Una demostración apabullante de eso puede encontrarla en esta pieza de King Crimson.

¿Y sabe usted una cosa? Esa misma simple y maravillosa idea de combinar elementos distintos para obtener algo diferente también funciona con los sonidos armónicos, aquellos que tienen altura, como los del piano o de la flauta. Cuando esos instrumentos producen sonidos simultáneos, crean acordes. Quédese usted tranquilo, no me voy a extender con ejercicios para que pruebe la idea, pero un músico puede hacer que una flauta, un saxo y un clarinete hagan una melodía distribuida en varias voces, lo que da lugar a variados acordes que se suceden en el tiempo, mientras un piano, él solito que no es poco, hace otros acordes.

Ya lo puede adivinar: el resultado es un acorde distinto a los acordes que lo integran. Y creo que no lo sorprendo si le digo que, por si fuera poco, esos acordes, en la medida que se suceden en el tiempo, establecen entre sí relaciones que se llaman progresiones y cadencias.

¿Se va haciendo una idea de por qué digo que hay música de N dimensiones? La cuestión es que usted puede hacer todo esto al mismo tiempo. ¿Se imagina? Usted puede hacer que un grupo de cantantes hagan una melodía que se combina con otra que hace otro grupo. Cuando las notas de cada una de esas melodías suenan simultáneamente, crean acordes que se mezclan con los que crean las melodías que toca un ensamble de vientos. Al mismo tiempo que eso hace aparecer y desaparecer variados y novedosos timbres, se enlaza rítmicamente con las figuras que toca el bajo que, apoyado en la batería, se conecta con otros instrumentos de percusión, creando un patrón rítmico distinto a la simple suma de sus partes.

Y piense una cosa más: ¿se acuerda de usted y su amigo intentando mantenerse coordinados? Vea qué maravilloso: para que la cosa funcione, los músicos se tienen que poner de acuerdo, tocar coordinadamente: se llama concertar, y no sabe el laburo que es eso. Laburo humano, digo, de relaciones sociales. Pero bueno, a la hora de concertar, usted puede poner el énfasis en el trabajo del equipo o dar espacio para que alguna individualidad se destaque. Cuando una individualidad se destaca, tenemos lo que se llama un solista. Hay músicas que otorgan este privilegio a unos pocos y escogidos instrumentos. En otras, del jazz para acá, podríamos decir que todos los instrumentos han sido dignificados y han cobrado cualidad solista.

De esto se sigue que usted puede operar sobre todas las variables que venimos describiendo y, además, alternar trabajo de equipo con despliegues solistas de muchos y variados instrumentos. Entonces, a todo lo que hemos mencionado, se pueden sumar artilugios y maniobras propias de cada instrumento para enriquecer los timbres, jugar con la dinámica, manipular la expresión.

No lo crea: a pesar de lo fatigoso de mi explicación, la música de N dimensiones produce placer. Y alegría, a juzgar por las expresiones de las personas que la ejecutan. Es que, a todo esto que venimos intentando desesperadamente poner en palabras, resulta habitualmente conveniente agregarle una buena actitud. En este blog no nos cansaremos jamás de repetirlo: el humor pertenece a la música.

No se crea que todo esto es muy frecuente. Si bien, en sentido estricto toda música tiene N dimensiones, no todas las músicas otorgan la misma importancia a todas estas variables.

Fíjese el punk: es casi exclusivamente actitud. En compensación, piense, si es que le aburre escuchar, en esa cosa a la que frecuentemente se le llama "música clásica" y a la que, sin ánimo de ofender, ni le fú ni le fá la actitud. O vea la balada, que no se hace mayor mala sangre por ninguna otra cosa que no sea la melodía. Y al contrario, vuelva, si ya fue, al ejemplo de King Crimson que le pasé más arriba y note que no hay ahí nada que podríamos llamar de buena fe una "melodía".

Pero a veces pasa que uno encuentra un grupo de gente que le mete palo a todas las dimensiones que componen una música, que se las toman a todas como objeto para una intervención, una decisión creativa. Y cuando digo todas, digo todas. Entonces la música es como la arquitectura más audaz, esa que hace catedrales insólitas: curvas, catenarias, planos, puntos de apoyo, cúpulas, fuerzas, tensiones, resistencias, arcos, pendientes, rampas... para que, como en la Sagrada Familia de Gaudí, todo caiga hacia arriba.

Entonces usted asiste a un pase de magia, admira mesméricamente los millares de reflejos de una joya infinitamente facetada.

Usted tiene ante sí a la Banda Hermética.

La juventud bruta

¿Te acordás cuando amabas
con total locura?
Era la juventud bruta.
Una impertinencia salvaje,
ególatra,
pueril,
un deseo de heridas y suturas brillantes,
un arte de cicatrices.

Era la juventud bruta...

One day you find you got ten years behind you

¿Se acuerdan de Buck Rogers? Si, ese, el astronauta que no me acuerdo por qué causa había quedado a la deriva en el espacio, congelado, en ese estado que la SF llama "animación suspendida", algo así como la hibernación de los osos, pero a escala histórica. Como sea, Buck Rogers pasa, si mal no recuerdo, 250 años ahí, flotando, hasta que es hallado por cosmonavegantes de la civilización del futuro, que lo rescatan y vuelven a la vida.

El chiste es ese: 250 años después, el astronauta se "despierta" como si ese tiempo no hubiese transcurrido, es decir, ante la realidad de que ese tiempo no transcurrió para él.

Bueno, a lo que voy: me siento como Buck Rogers. En mi caso, han sido apenas diez años, la mitad de nada. Y ahora me despierto y me encuentro retomando más de un sendero en el punto donde lo dejé hace diez años, buscando gente que no veo desde hace diez años,"desempolvando" la agenda, como si lo que pasó estos diez años no le hubiera pasado a este que soy yo ahora.

No sé cómo lo recuerdan ustedes, pero para mí Buck Rogers era un personaje fundamentalmente cómico.

Yo me siento víctima de un robo.

Viernes otra vez

Silencio!!! Callemos un rato: por desgracia, hablar y escuchar al mismo tiempo es imposible (paradojas: no se puede cantar sin escuchar, acaso un privilegio). Silencio!!!! Aún más silencio, hasta descubrir que aún no se ha callado nada y escuchar el ruido del cooler de la compu. Silencio! Apagar la compu y escuchar el ronron de la heladera. Silencio!! Desenchufar la heladera y escuchar los pasos de los gatos en las chapas del techo. Silencio!!! Un par de piedras a los gatos y llegar al punto tópico de esta reducción en que se escuchan las hojas movidas por el viento. Silencio!!! Encerrarnos en las jaulas flotantes que imaginó Vian para contener a sus trillizos y escuchar el bumbún del corazón. Silencio!!! Arrancado el corazón, escuchar los pasos de los deudos que fatigan los alrededores de la tumba. Silencio!!! Retirados los deudos, el minúsculo roer de las alimañas, la caída del pelo, el estruendo de la flojera de los dientes.

De lo que se desprende un conclusión banal: el silencio no existe. Sin embargo, bien vale la pena como ejercicio.

Será (salvo que mi voluble carácter sea víctima del viento norte), hasta la semana que viene. Have fun.


Dando gracias

Nos gusta mucho quejarnos y mandar al pan a todo y todos por las arbitrariedades que suceden todos los días, así que dar las gracias me parece una buena manera de equilibrar la balanza.

Si algo debo agradecerle a este año es la constante presencia en mi vida de mis amigos. Aquellos que están conmigo desde hace mucho y aquellos que llegaron hace poquito, porque logran arrancarme una sonrisa y me llenan de esperanza. Eso es un verdadero milagro cotidiano y mi certeza de que allá afuera hay una familia que tu escoges y con la que te sientes protegida.

Agradezco por la posibilidad de estar ahí, al pie del cañón: para pasar gratos momentos juntos, riendo, conversando, compartiendo silencios que no son para nada incómodos. Y también para tendernos la mano cuando las cosas no van bien; cuando una simple frase o un gesto en el momento exacto evitan el desastre y te reconcilian con la vida. Gracias de corazón.

Y a esa perra que se llama vida tengo que agradacerle esas jugadas tan inesperadas en el tablero que todos jugamos, que este año se superó a sí misma, y me hizo sentir más humilde (como el simple ser humano que soy) y me recordó que siempre las cosas pueden ir a peor y que sin embargo siempre encuentras una manera de seguir adelante.

Verdaderas sorpresas más y menos gratas, a las que se hace frente con dosis industriales de risas, ironía y sarcasmo. Aventuras, ciclos que comienzan y otros que terminan, siempre curiosidad por nuevas cosas y ganas de nunca quedarse quieta. Por todo ello hoy doy gracias.

Una de oficinas

La escena incluye a un florentino que se dedica a la exportación de calzado para una firma japonesa. El lugar contiene cajas de zapatos, japoneses y una asistente argentina. El florentino se enoja y le dá por patear las cajas de zapatos. Algo se rompe, algo pasa, "acidente, il bambino Jesus e nato morto!", la asistente lo mira, morochazo bello, y lo desea. El jefe japonés no se inmuta y pide el estado de cuenta. La asistente lo entrega. "Mal", dice el japonés, y la asistente llora sobre su remington. Con sus ábacos en las manos, mientras el florentino patea cajas, otros japoneses hacen cuentas impecables...

Soluciones precarias

(o “technicalities” al Margen)

A pedido de Mr. PC, paso en limpio en la forma de post el estado actual de mi experimento para lograr un sistema de etiquetas de N dimensiones (denominación harto pretenciosa, a decir verdad).

Vale decir: de cómo estoy usando Delicious para llevar un segundo sistema de tags paralelo al ofrecido en forma nativa por Blogger.

La solución es por demás sencilla, mi estimado Contursi: ha usted de suscribirse en Delicious y comenzar a “bookmarcar” sus propios posts, asignándoles la etiqueta que mejor le convenga.

Luego, podrá utilizar el “widget” que Delicious ofrece a tal fin para mostrar la correspondiente “tag cloud” en su sitio.

Pueden ver mi implementación de esto allí abajo, a un par de vueltas de “scroll”, tras el título “Series de posts”. Como este método es por demás precario e incómodo, yo lo empleo para agrupar posts que conforman una “serie”, cosa que, en mi caso, es relativamente poco frecuente.

“Downsides”, como se dice en gringo, de esta solución: a) debe usted utilizar otra herramienta, distinta de su CMS, para llevar sus “favoritos” y etiquetarlos; b) Delicious no acepta tags de más de una palabra (vale decir, cada palabra de una frase es un tag por sí mismo), por lo que, en mi caso, opté por recurrir a los guiones; c) los enlaces creados por este medio conectan con una búsqueda en Delicious, con lo que el listado de los posts que integran un grupo se ofrece en el entorno de ese servicio y no en el del propio blog; y d) no se pueden establecer relaciones entre ambos sistemas de tags.

Nada demasiado grave, pero, para mí, todavía bastante distante de lo que estaba imaginando. Pero, así es la vida, es lo que hay.

Otra por Casero

No siempre boludea o se hace el payaso. A veces canta lo que se cifra en un nombre.

Mas...

Hace unos días, por chat, le dije a una amiga que Marcelo Cohen me había desilusionado. Como otras veces, advierto que el entusiasmo no siempre es transitivo. Se trata, ahora, de Los Acuáticos. No hay caso. Cada unidad de las que componen el libro, cada relato, se me ha hecho larga y trabajoso. Coincidiendo justo con la lectura de Philosophy of composition, donde Poe establece que la unidad de medida ideal para una pieza corta es "one sitting", descubro que Cohen violenta mi disposición a permanecer sentado.

Sin embargo, empero, no obstante, Cohen me ha deparado el fragmento más jugoso, con perdón de la expresión, con que me he topado últimamente.

Lo transcribo textual:

"Le sostengo al tránsfuga la cara con las dos manos, lo guío por las pecas del cuello y los pezones, consigo que chupe y masque, lo convenzo de que reacciono, le propongo demoras, se las consiento, le araño la espalda, hurgo en una cicatriz, me dilato y me tuerzo, lo retengo, lo confundo y, mientras sopeso la entrepierna, esperando la máxima dureza, le solicito que sea considerado conmigo. Es un susurro gentil, serio, y luego un pedido cariñoso. Me pega el sol en la frente. Pienso que desde el cielo, si me filmaran, se me vería a lo lejos la saliva viscosa. Entonces él no aguanta más y me entra, o se percata del pedido y cariñosamente entra en mí, y cuando veo que más se ha hundido yo me quejo despacio, no de gusto ni de molestia, sino de ansia. Le pido que entre. Como al principio él no entiende, desbocado como está, parece que la carne le palpitara; pero no bien le murmuro otra vez que entre, recula un poco y embiste, y vuelve a embestir buscando una cadencia, y me aprieta las costillas aún con la delicadeza que da el vasallaje. Pero embiste y ya está bien grueso (...). Quiere besarme, todos quieren besarme, como si el beso aumentara la presencia de su carne, pero sobre el choque de babas yo le vuelvo a pedir con dulzura que entre en mí. Se le hincha un poco el cuello. Me esquiva ahora la mirada. Yo requiero, ruego, me río de nervios, imploro que termine ese tormento bobo; quiero que cumpla. JOsé, murmuro, José, porque supongo que oír un nombre exótico lo desquicia. Y como ahora ha entendido, de puro pánico me agarra por las corvas y empuja a fondo. Quiere atiborrarme de olor y de carne escabrosa, a ver si acuso recibo de lo que me está dando; pero yo, que definitivamente he cerrado los ojos, cambio el ruego por el reproche y le pido que entre en mi de una vez. Vamos, digo. Vamos. Él se afana, se remueve, me aplasta. Sé cuánto le gustaría colmarme. Lo siento adentro, al extremo de su tamaño; sin embargo, con un alarido tajante le exijo que entre en mí de una vez. Me enfurezco, le golpeo la espalda, le clavo los dientes en el hombro. Él  declina un instante; el sudor que le cae de la frente me empapa la cara. Me lo limpio de un manotazo, le pregunto socarrona para cuándo. Acto seguido sollozo mientras él arremete de nuevo, me endurezco fugazmente, me diluyo por completo, vuelvo a agarrarle la cara, lo miro bien al fondo de las pupilas, malsana, intolerante, triste, con la duplicada tristeza de no saber qué me entristece. Y porque él calla, y yo le pregunto a voz en cuello por qué juega así conmigo, y él no sabe qué contestarme, trabado a mí como lo tengo con toda su potencia enigmática, me abandono del todo, y musito y resoplo, fría, no sólo decepcionada sino exhausta, trémula apenas, ida, farfullando que quiero que entre en mí, que quiero, que quiero, y pregunto qué cuerno pasa que no me da lo que quiero. Y ahora por fin prescindo de él. Me ausento. A sus ojos podría haberme vuelto loca. Y ni siquiera la posibilidad de que ya estuviera loca le va a restaurar el orgullo. Porque sabe que loca no estoy.

[...]

El tránsfuga se retira y por supuesto que ni de esto doy a entender que me entero. A medias de rodillas, con la camisa cayéndole en los muslos lampiños, empanado en arena, él procura no mirarse eso que ahora es más que nunca un miembro, encapuchado todavía en látex espermicida, y se le ha vuelto chiquito como un supositorio. Así se le quedará mucho tiempo.

Listo. Está listo."
Qué se yo: hay aquí algún conector que me parece fuera de registro, y tengo para mí que esta pieza es una joya a la que le sobran un buen número de párrafos antes y después.

Pero. El adversativo se impone para decir que, mierda, me hubiera gustado a mí escribir este pasaje.

Entonces, pienso que no debería decir "pero", sino "mas". "Mas me hubiera gustado a mí escribir un pasaje como éste". Cohen, después de todo, me ha sumado algo.

Como verán, una cuestión de acento.

Seminario ¿Cómo lograr modelos de Negocios Sociales que funcionen?

El ENI Di Tella (Espacio de Negocios Inclusivos de la UTDT) tiene el agrado de invitarlos al seminario organizado conjuntamente con la Asociación Civil Ashoka:

"¿Cómo lograr modelos de Negocios Sociales que funcionen?" dictado por el Prof. John Mullins -London Business School-. (se realizará en inglés)


Temario charla en Universidad T. Di Tella: John Mullins, Getting to Plan B

Getting to Plan B: Breaking Through to a Better Business Model, John Mullins and
Randy Komisar, Harvard Business Press, September 2009; Spanish edition 2010

¿Cómo lograr modelos de Negocios Sociales que funcionen?
• Un desafío clave para muchos emprendedores sociales es encontrar un modelo
de negocios que sea realmente sustentable. De otra manera, su destino
descansa a la merced de los donadores, que generalmente van perdiendo el
interés en el transcurso del tiempo. Mostrando ejemplos como la African
Leadership Academy, GlobalGiving.com, Patagonia y otros, esta charla ofrece
un proceso y un marco sistemático que da nueva luz a este hecho y ofrece una
solución frente a la falta de donaciones.


El seminario se dictará el día lunes 15 de noviembre, a las 18 hs, en la Universidad Torcuato Di Tella (Miñones 2177, Auditorio). El seminario será en inglés sin traducción en simultáneo.

Interesados inscribirse enviando Nombre, Apellido y DNI a través del siguiente formulario de contacto

Lucas Pizarro y sus vaivenes emocionales

"Últimamente tengo la sensación de que dios, o alguna potencia equivalente, se ha empeñado en jugar conmigo al gato y al ratón.

En los últimos meses he atravesado un montón de experiencias difíciles y dolorosas. Y cada vez, cuando estaba a punto de proferir alguna variante de aquél 'padre, ¿por qué me has abandonado?', una providencial salida se abría ante mí.

Y esa vía de escape o alivio presentaba casi inmediatamente algún recodo, algún retruécano, una oculta amenaza que significaba otra vez una dosis de incertidumbre y angustia.

No he podido evitarlo, lo pensé: como decía mi abuela, dios aprieta pero no ahorca. Y así, las potencias celestiales están jugando conmigo, sin llegar nunca a ahorcarme, sin procurarme de una vez un definitivo alivio.

Y como en una montaña rusa, alterno estados de ánimo en una bipolaridad tragicómica."

Per la strada

Estaba en quinto grado. Me habían cambiado hace poco de escuela y un día perdí el bus del recorrido para volver a casa. Recuerdo que intenté llamar para que alguien me viniese a ver, pero nadie contestó.

Mi anterior escuela quedaba en el valle. Ahora estaba en Quito sola y con la mochila a cuestas. Menos mal algo algo de sentido común tiene la Anacrix: colegio en la misma avenida que la casa y hacia el norte = ergo: caminar hacia el sur sin desviarse de la calle y llegar a destino.

Nunca me dio miedo; solo debía caminar para llegar a destino; claro que es un buen trecho para pensar con el paisaje urbano de fondo y los sonidos propios de la ciudad como banda sonora y el calor del mediodía quiteño que atonta (creo que desde ahí le perdí cariño al calcinante sol ecuatorial). Y a escasas 3 o cuatro cuadras de casa, mis padres ya preocupados por mi retraso iban en mi búsqueda al colegio y me encontraron campante, camino a casa.

Supongo que en ese trayecto aprendí a ir a mi ritmo, aprendí que tú debes ser una buena compañía para ti si quieres serlo para otros y que se puede recorrer mucho si nunca piensas que la distancia es imposible.

Lugares comunes sobre la vida ordinaria


Es un momento extraño. Él duerme y ella, entonces, después de apagar el televisor, por impericia, descuido o rencor, viene a la cama y lo despierta.

Él se resiste a abandonar el sueño (está tan cansado), pero igual algo dice. En esos momentos, es de una franqueza irrestricta (huelga decirlo: en ese estado hay barreras que no funcionan).

Ella elige, normalmente, ignorarlo e intentar dormir.

Así pasan sus noches. Él se duerme, ella lo despierta y, cuando él se despierta, ella se duerme.

Las mañanas son peores. Ella ni se mueve. Él se despierta, se ducha, se va a laburar. Ella sigue durmiendo.

Los dos saben. El problema no está en un error de diagnóstico.

Cuando miro con cuidado...

Y esto viene acá por mero capricho (a lo sumo, como un ejercicio del capricho). Es decir: está porque sí, no viene a ilustrar ninguna tesis ni a representar un estado de ánimo ni a proponer un acertijo ni nigún otro juego similar o equivalente.

Digamos, eso sí: me encanta la melodía, me gusta la parte de la guitarra, ese sonido tan lleno, me cae enormemente simpático el gordo Casero, ahí, tan anti-glam, pero también me hincha el exceso barroco de tanto género entrecruzado, algo que no sé si es una genuina búsqueda de síntesis o mero sincretismo marketinero.

O sea: no sé por qué capricho de la memoria, esta melodía se me ha impuesto estos días, hasta hacerse cantar, por qué viene desde el 2008, de entre ruidismos de mundial, una canción que habla del florecer del deigo, de una isla arrasada y del viento.

Será por aquel recurrido haiku de Basho, aquél del poeta que simplemente mira florecer la nazuna.

O el poema de Basho viene después, y antes está el sonido de la lengua japonesa. Pero no, antes está el sonido de esa guitarra.

Es decir: no sé.

Shimauta, amables contertulios.



Ah, el haiku de Basho dice:

Cuando miro con cuidado,
¡veo florecer la nazuna
junto al seto!

A veces estoy tan down

Qué le anda pasando, Ramírez, que se lo vé tan callado. Nada, hombre, qué va a pasar: es la vida, que lo alcanza a uno, vio. Es que verlo así, callado, da como una pena o inquietud, usté, siempre tan locuaz, con la palabra justa. He perdido la confianza, mi amigo, en dos aspectos, si me permite ponerme analítico: he perdido la confianza en la palabra, pero, también, en lo que tengo para decir. Eso último es grave, don, ¿no lo pensó?. Ehh! Creo que preferiría no hacerlo. No se sonría así que le queda mal, ese sarcasmo. No es sarcasmo, es mas bien frustración o resignación. Ahh, la resignación; todo usté me transmite tristeza hoy, si me disculpa; se lo digo porque lo aprecio, usté lo sabe; mire que le daría un par de sopapos pa' despertarlo. No se me haga tampoco el que está de vuelta; le conozco los bajones también, a usté. Claro, bajones, sí, que tenemos todos.

¿Cómo escribir un post no trivial?

Kaminer sostenía una estimulante idea respecto a la soledad: "Nos hacen mover la patita con aquello del aislamiento rezumando desde lo más ostensible de la, perdón, era de las comunicaciones. Clavá el talón por un momento y pensá que pudieras escribirle una carta a cada una de las personas que tenés cerca y te importan en alguna medida. Quiero decir una carta no trivial, una carta de intención y sincera; quiero decir una carta en el sentido decimonónico con el soporte que prefieras entre todos los disponibles hoy día: un par de hojas manuscritas, un email, una llamada telefónica o lo que sea... Fijate, en primer lugar, que muy bien podrías descolgarte con un despropósito así aunque no fuera más que como una provocación caprichosa. Pero decime además, Rabens, de verdad, decime si te darían las ganas y tendrías el resto necesario, decime sobre todo si sabrías qué decirle a cada uno."

Puck, Un ejercicio, Zona Tomada, noviembre de 2008.

Un retrato

"...era una piedra en el agua, seca por dentro."
Gustavo Cerati

Ella es capaz de mantener una conversación, hasta diría una larga conversación, sin poner de su parte nada, sin agregar, derivar, sin comprometer la más mínima afectividad, como si dijera "¿querés hablar conmigo? bueno, hablá; ¿querés que conteste tus preguntas?, bueno, te contesto". Y finalmente, cuando te das por vencido y te vas y la saludás con un beso, te besa como si dijera "¿además querés besarme? bueno, besame". Ella no está ahí, en ninguna parte. Es de una frialdad, como se dice, de acero. "Es una fortaleza", me dijo una que la odia y la envidia. La odia y la envidia pero la describe bien (y eso a ella le resulta intolerable, inadmisible, digo: que yo pueda conceder que la que la odia y la envidia pueda de pronto estar haciendo una descripción acertada de ella y revelar que es): una fortaleza, inexpugnable, ocultando vaya a saber qué furia, qué tesoro, empecinada en movernos a pensar que algo valiosísimo se guarece allí (y ahí su poderosa seducción: la sospecha de que allí, en el corazón hueco de la fortaleza, la princesa duerme, como bien se sabe, custodiada por un dragón). Y su inexpugnabilidad es la implacable calma con la que elude, indiferente, cualquier aproximación: su estrategia es oriental, no resiste, no combate, te deja pasar y se corre, logra la magia de que cada golpe o cada palabra estalle en el aire, porque ella nunca está donde la viste, now you see her, now you don't. Ella habla con vos (conmigo) como si no existieras, como hablaría con el viento o con el ruido del mar (el mar atrona y ruge y ella le contesta como si le contestara al viento, y el viento despedaza las frondas y grita su nombre y ella le contesta como si le contestara al mar).

Entonces me asalta el pánico, el pavor, la decepcionante certeza (no puedo negar que me gustaría estar equivocado) de que, tal vez, ahí, en el corazón hueco de la fortaleza, no duerme una princesa, sino una porción del mar gélido, abisal, ya casi inmóvil. Y en él, inmersa, una piedra.

Creo que ella lo sabe: una piedra en el agua.

Art deco, 3D, web semántica

Cuando empecé con esto del bloggin, o al poco tiempo, escribí (no recuerdo si postié) algo acerca de la tendencia a asimilar los blogs a una casa. Uno recibe "visitas", abre las "puertas", invita a su "casa", vamos.

Entonces, rediseñar el blog tiene (o puede tener) ese aire curativo que tiene cambiar los muebles de lugar.

En eso estoy (cambiando de casa en el mundo real, rediseñando y desempolvando el blog; sin dudas, no se me oculta por ningún mecanismo del alma, fotogramas de un mismo movimiento).

Y en este proceso de jugar con los elementos de la decoración y la funcionalidad, pienso: me gustaría tener un sistema tridimensional de tags.

A ver si me explico: quisiera tener tres "arrays" ("array" en el sentido que este término tiene en el contexto de los lenguajes de programación) de tags, para fines diferentes.

Cada post puede caber (o imagino cabiendo) en tres sistemas de clasificación (y digo tres por jugar con la metáfora del mundo tridimensional, pero está claro que desde un punto de vista lógico, hablamos de N dimensiones).

Algo próximo a lo que me imagino, lo permite Wordpress al considerar a la vez "categorías" y "tags".

Blogger, a ese respecto, es más mezquino: sólo permite tags.

Si a alguien se le ocurre o sabe de alguna manera de arrimarle a esta idea, que chifle.

Es hora de seguir

Segundas partes nunca fueron buenas, pero, qué joder, resulta que a veces hay.

Le hemos sacado un poco el polvo a esta Catedral...

Remember, remember the 30 of September

Lo que amaneció como otro jueves más, se convitió en el fin de mes más triste que he conocido. Ayer la prepotencia y la estupidez enfrentaron a ecuatorianos con ecuatorianos y mancharon de sangre la ciudad.

Las cosas se fueron de las manos. Las reacciones, furibundas, de lado y lado, pusieron en peligro a todo el país. Y como sociedad nos hemos vuelto meros pasivos espectadores, que cada vez se sorprenden y se conmueven menos con hechos y decisiones que nos afectan directamente. Y eso duele, a mí me duele saber que el respeto (poco o mucho) que tenía por las autoridades ayer se me fue evaporando en el transcurso del día dejando en su lugar una desolación amarga e infinita tristeza.

No creo que pueda recuperar ese respeto, no en un buen tiempo en todo caso, y de cualquier manera se ha generado una cortina de frío, de total repudio a la manera en que se manejaron las cosas de lado y lado. I feel hollow. Porque ayer nadie ganó nada, perdimos todos. Perdimos compatriotas. Que este nuevo mes que comienza traiga paz y sensatez al país, y para eso tenemos que trabajar todos, haciendo nuestras labores de la mejor manera y comprendiendo que no somos cajoncitos individuales apilados, sino partes de una red articulada que se soporta gracias a los nexos entre todos. Cuidémonos, basta de violencia.

Una teoría de las amistades

El ser humano es un animal gregario, le viene bien convivir con otros (con algunos más que con otros obviamente). Sostengo mi teoría de que cada uno de nosotros proviene de una manada, un grupo más o menos disímil que hace las veces de espejo en el que reconocerte, de refugio cuando necesitas el contacto de otros, en casos excepcionales incluso de red para soportarte. Cada manada es distinta, grande, pequeña, cohesionada o esparcida por el mundo; se une por distintos lazos y va mutando en el espacio y el tiempo...fluctúa y se reconstruye sin cesar. Hay miembros de tu manada que estuvieron ahí, antes de tu llegada, aprendiste de ellos y los llevas marcados en tus acciones y tu corazón. Otros los reencuentras aunque no los conocías previamente, como miembros que se separaron en una tormenta pero que poco a poco, siguiendo una pista invisible pero certera regresan.

La manada no siempre está junta, cada cazador va por sus propias presas, a veces requiriendo la compañía de otros miembros a veces completamente solo. Cada cierto tiempo empero todos se reunen a la luz de esa amistad y cruzan palabras y silencios y saben que están en casa, en familia. Y eso es bueno.

Un cuento del tío Domingo

El Tío Domingo podría ser un personaje de leyenda. Casado con la mayor de las hermanas de mi madre, estaba marcado por la suerte de modo tal que nunca hubiera acertado 13 puntos en un PRODE ni completado un cartón en un bingo, claro, tampoco nunca hubiera errado los 13 partidos ni tenido un cartón completamente en blanco. Podría haber sido fundador de la "Asociación Meados por los Perros" y le cabía perfectamente el dicho "si pongo una fábrica de sombreros la gente nace sin cabeza".

Quedó huérfano siendo muy jovencito y con bienes que no tenía idea de cómo manejar, le fué mal y, cuando estaba enderándoze, le cayó arriba la crisis del '30. Tuvo que abrir la tranquera y dejar salir las vacas porque no tenía qué darles de comer y así, su patrimonio se fué caminando por las banquinas triscando lo poco que encontraba.

Cómo y de qué vivió hasta la época en que empecé a tomar contacto frecuente con él no tengo idea. Ese contacto, y esta historia, es de la década de 1960 y la cuento ahora porque todavía hay muchos testigos que pueden corroborarla, y necesita testigos porque si me fuera contada a mi mismo en el contexto actual, simplemente no la creería.

Por esos días veía al tío Domingo como un hombre avanzado en edad, con mucho pelo muy canoso y siempre de buen humor, muy compañero de mi tía Ida, con pelo teñido de negro, cejas delineadas con trazos muy finos y muy "requintada". Vivían en Santa Fe capital donde uno de sus hijos, el primo Tino, tenía una joyería de cierta importancia.

Como los viejos se aburrían viviendo en un departamento interno y tenían ánimo de trotamundos, el primo Tino tuvo de brillante idea de comprarles un Ford T, cargarlo con valijas repletas de joyas y relojería y encomendarles la tarea de "viajantes".

El primer viaje fué hasta Devoto, el segundo hasta La Francia, en el tercero llegaron a Porteña. En cada salida iban expandiendo su radio de operaciones hasta llegar a Posadas (sí, Misiones). Les iba bien y al poco tiempo cambiaron el Ford T por un Ford A y, claro, completaban el circuito mucho más cómodos y más rápido. Les siguió yendo bien y, al momento de su retiro del negocio, viajaban en un Fleetline mod. 1952 que (¡atención!) tenía encendedor, radio, levanta cristales eléctricos, aire acondicionado y caja automática.

Me quedó muy grabada la época del Ford T y del Ford A por algunas razones:

Primera. Fué el tío Domingo el que, por primera vez, me hizo sentar en el asiento de conductor del Ford T para enseñarme a manejarlo, cosa imposible porque yo era muy pibe y había que ser muy macho para manejar un Ford T ya que, como todo el mundo sabe (es decir, todo el mundo que tenga suficiente edad), el Ford T no tenía caja de cambios sino bigotes. No me fué mejor con el Ford A porque, si bien tenía caja de cambios, no era sincronizada y se necesitaba mucha práctica y mucho oído para hacerla andar... y se me ocurre ahora pensar que, si las mujeres son capaces de arrancarle un quejido a una caja actual, a una de Ford A le sacarían un coro de lamentaciones.

Segunda. El modus operandi consistía en recorrer la zona rural, campo por campo, ofreciendo su mercadería con las valijas abiertas en el asiento del auto, en cada bandeja anillos, cadenitas, pulseras, prendedores, etc., de oro, platino y plata, relojes suizos genéricos y de marcas como Omega, Bulova y Rolex, también relojes automáticos japoneses que eran una novedad (y por entonces una porquería) como Citizen y Sheiko. Nunca un asalto, una amenaza, o alguien que no pagó. De tantas visitas surgieron muchas amistades con las cuales y durante mucho tiempo, fui el mensajero en el intercambio de saludos, una de esas amistades fué Juan Righero, un cerrajero al que no había caja fuerte que se le resistiera, aún si estaban porfiadamente trabadas.

El caso es que, con el tiempo y la amplia geografía que cubría el tío Domingo se transformó en portador de mitos, creencias, anécdotas e historias de cada pueblo recorrido, y recuerdo particularmente esta:

Contaba el tío Domingo que una vez, en la entrada de un pueblo del Chaco, se encontraron con una gran cartel que decía:

¡EL PROXIMO SÁBADO, A LAS 17 HS., EN EL SALÓN DE LA SOCIEDAD ITALIANA,
ESTARÁ AQUÍ!

Y también lo vieron en varios lugares del pueblo. Quisieron averiguar de qué se trataba pero en el hospedaje donde pararon (que también era boliche, comedor y estafeta postal) nadie sabía nada, y si no lo sabían ahí era porque nadie lo sabía.

El asunto es que el viernes aparecieron carteles que decían:


¡MAÑANA ESTARÁ AQUÍ, A LAS 17 HS. EN EL SALÓN DE LA SOCIEDAD ITALIANA!


El amanecer del sábado encontró al pueblo empapelado con letreros que decían:


¡HOY ESTARÁ AQUÍ A LAS 17 HS. EN EL SALÓN DE LA SOCIEDAD ITALIANA!


El sábado por la tarde, el tío Domingo y la tía Ida fueron, como todos los lugareños, a hacer la larga cola para conseguir su entrada. El salón estaba repleto y frente al telón del escenario un cartel anunciaba:


¡YA ESTÁ AQUÍ!


Con la gente ansiosa en extremo, llegan las 17hs., se plegó el cartel que estaba frente al telón, se corrió el telón y, al fondo del escenario, muy grande, otro cartel decía:

¡YA SE FUÉ!


Me lo contó el tío Domingo, en los caminos rurales de Porteña, mientras bigoteaba un Ford T cargado con platino, oro y plata.

Reloj atrasado

Esto que transcribo a continuación está copiado desde aqui:

También está, textual, en la tapa digital de Clarín del 04/09/2010 y fué lo que llamó mi atención porque me dije: "para que una noticia del interior esté en tapa debe ser importante... para Clarín".

En tono moderado, La Nación la reprodujo aqui:

MARCA: empieza la transcripción extual

La UIA de Córdoba dice que el Ejecutivo ataca la seguridad jurídica

03.09.2010 | "Hay que abandonar la crispación. No se puede dialogar si todos los días hay aspectos que atacan la seguridad jurídica y la previsibilidad", subrayó Ercole Felippa.

Córdoba El presidente de la Unión Industrial de Córdoba, Ercole Felippa, aseguró hoy que el gobierno nacional “todos los días ataca la seguridad jurídica y la previsibilidad”, y mencionó en ese sentido los casos de Papel Prensa y Fibertel.

"Hay que abandonar la crispación. No se puede dialogar si todos los días hay aspectos que atacan la seguridad jurídica y la previsibilidad"
, subrayó Felippa al hablar en el Congreso Nacional de la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).

Advirtió que "no hay que seguir a un líder indiscutido que nos puede llevar al fundamentalismo".

"Cuestiones como Papel Prensa y Fibertel atentan contra la inversión", señaló el dirigente industrial, al referirse a la denuncia que el Gobierno lanzó contra Clarín y La Nación por supuesta apropiación ilegítima de la principal productora de celulosa del país, y a la decisión del Poder Ejecutivo de caducar la licencia de Cablevisión para prestar servicio de Internet.

Con todo, el titular de la UIA cordobesa reclamó "un clima más amigable para los negocios".


MARCA: termina la transcripción textual

Van mi comentarios:

Acerca de la crispación:

Me pregunto quién está provocando la crispación hoy porque, según lo que leo, veo y escucho, tengo del lado del Gobierno a Guillermo Moreno como exponente clásico, también a Luis D'Elía pero con apariciones cada vez más esporádicas. El lenguaraz Aníbal Fernandez en un papel similar al de Carlos Corach cuando el gobierno de Menem, cada tanto aparecen el Ministro de Infraestructura y el de Economía con los tapones de punta pero no en modo persistente, la misma Cristina a puesto un tono más amable y menos sentenciantes a sus discursos (salvo para los que sienten que les cabe el sayo), Néstor no cuenta porque es el consorte y en campaña interna y, además, tampoco aparece como la estrella del circo (por ahora), pero... ¿del lado de la oposición cómo andamos?, me refiero a toda la oposición.

Los titulares y el contenido del Grupo Clarín y La Nación y los dichos de Biolcatti, Méndez, Ratazzi... ¿no persiguen y fomentan diariamente la crispación?. A esta oposición puedo entenderla dentro de la moral capitalista salvaje, aún cuando intenten disfrazarla autotitulándose como "medios de prensa independientes" los unos y "libre empresarios" los otros.

Los periodistas del Grupo Clarín y La Nación. A esta oposición no la entiendo porque muchos de ellos "quemaron" una trayectoria de toda una vida, también autotitulándose "periodistas independientes" sin aclarar independientes de qué, sobre todo cuando sus discursos son llamativamente homogéneos. ¿Puede un periodista ser independiente dentro de un medio que no lo es?.

Los disparates cotidianos con los que nos bombardean a diario Lilita Carrió, Eduardo Duhalde, Felipe Solá, de Narváez, Macri, Gerardo Morales, Patricia Bullrich, Cobos y un variopinto arco iris hacen que los "crispadores oficialistas" luzcan como unos pichones. A estos no los entiendo, es como si en lugar de jurar sus bancas por la Constitución Nacional lo hubieran hecho por los estatutos de las sociedades anónimas.

Acerca de la seguridad jurídica y previsibilidad:
Lindos conceptos que en este contexto merecen una preguntas: ¿qué entiende por esto el Sr. Felippa?
  1. ¿La seguridad del 1 a 1 de la Convertibiliad?

  2. ¿Que si una empresa pierde plata el Estado le asegure el faltante con un subsidio o un crédito súper blando?

  3. ¿La inseguridad jurídica conseguida con la Banelco en el Senado que significó inseguridad para los trabajadores?

  4. ¿La seguridad de que podrán manipular mercados sin que el Estado los moleste?

  5. ¿La misma seguridad de "intangibilidad de los depósitos" pergeñada por Domingo Cavallo?

  6. ¿La seguridad de respetar las vergonzosas ventajas otorgadas a las compañías mineras?

  7. ¿La seguridad de someter a los glaciares a la voracidad extractiva sin que nadie diga nada?

  8. ¿La de los bancos para cobrar tasas usurarias y comisiones por "cuidar" nuestra plata??

  9. ¿...?

Acerca del líder indiscutido: estoy de acuerdo.

Acerca de Papel Prensa y Fibertel:
Corporaciones defendiendo a corporaciones. ¿Por qué no dejan que el sistema judicial se encargue de esto?. El clima de inversión no parece verse afectado según los índices que publican los órganos oficiales, consultoras privadas y los propios de las entidades empresarias, UIA incluida.

Acerca de "un clima más amigable para los negocios":
Es toda una perla, negra y grande, muy valiosa, es exactamente la respuesta que dió el presidente de la cadena FOX cuando le preguntaron por qué apoyaba a los candidatos republicanos: "porque favorecen un clima más amigable para los negocios", lo que me lleva a pensar: "lo demás que reviente".

Lo que me preocupa

Estamos en medio de una lucha de poderes, el gobierno por un lado y las corporaciones por el otro. Si no me gusta el gobierno tengo la posibilidad de echarlo con mi voto pero, si no me gustan Magnetto, Biolcatti, Méndez, Ratazzi o Felippa...¿qué oportunidades tengo de echarlos? ¡NINGUNA!. Para colmo, las corporaciones defienden a las corporaciones y eso es comprensible, pero los diputados y senadores, que supuestamente debieran defenderme a mi, ¡TAMBIÉN DEFIENDEN A LAS CORPORACIONES!... y las susodichas intentan usarnos de forros para que echemos al gobierno y elijamos uno "favorable para los negocios", porque si lo hacen ellas directamente sería un golpe de estado y eso, a esta altura, queda feo ¿no?

Una consideración final. El discurso... ¿no suena como de reloj atrasado y memoria vacía?... porque en el mundo ya nadie se traga eso, y aquí en Argentina sabemos bien cómo nos fué.

Palabras con sexo

PRECAUCIÓN: escrito a la madrugada bajos efectos del síndrome de abstinencia nicotínico.

Tengo leído un libro titulado "Las palabras tienen sexo", un pdf de 193 páginas que expone el machismo cultural en el lenguaje. Aclaro, no se trata simplemente del machismo en el sentido bruto o grosero del término sino en la concepción de una organización social dominada por lo masculino y reflejada en la construcción de nuestro idioma.

Antes de continuar pongo una reserva destinada a prevenir que lo que escribo es simplemente alguna opinión y preguntas que surgen de observaciones comunes, porque no soy lingüista y tengo, además, el triste antecedente de haber cosechado dos unos en las clases de Castellano en la secundaria.

La construcción social en el mundo marca una diferencia de género que se expresa de muy variadas formas, desde la violencia y trata de personas hasta la discriminación salarial para iguales puestos de trabajo, pasando por considerar al hombre como el natural "jefe de familia".

La idea que el libro plantea es la...¿modificación, reforma?... de la manera en que construímos y usamos el idioma (no lo tengo muy en claro, ya dije que no soy lingüista), para adaptarlo a las corrientes sociales actuales que tienden a la mayor igualdad.

Observo que, en los hechos, se va imponiendo como progresista la costumbre de dividir las referencias, muy notable en los discursos de nuestra Presidenta que se dirige a "los ciudadanos" y a "las ciudadanas", a "todos" y a "todas", a "vecinos" y a "vecinas". También en los colegios con "alumnos" y "alumnas", en los actos justicialistas con "compañeros" y "compañeras", en los radicales con "correligionarios" y correligionarias". Viene zafando la izquierda porque "camarada" se acomoda bien a cualquier género.

Si todo esto es cierto en el lenguaje oral, en el escrito no lo es menos con el agregado de que, por comodidad o ahorro de tipeo, se suele emplear la mítica "@" para denotar la doble referencia de género y así, en lugar de escribir "todos y todas" simplemente se escribe "tod@s", aunque no estoy enterado de la viabilidad fonética de esta variante que, en realidad, no la veo preocupante porque ya nos acostumbramos a los sms (que nadie lee tal como están escritos). Quizá la acción combinada de tecnología y avances sociales nos lleven a un idioma castellano de grafía y fonéticas muy distintas. Después de todo, con algo así a los ingleses y norteamericanos, alemanes, franceses y chinos parece que les va bastante bien, y también le fué bien a los pueblos antiguos, griegos y romanos incluidos.

Lo que veo problemático y preocupante son algunos bucles infinitos de discusión a que puede conducir el asunto porque, después de todo, el hombre es masculino pero la masculinidad es femenina, y como toda costumbre que se va imponiendo y ganando espacios deviene en tradición generando nuevos criterios de calificación, y todos aquellos que no adhieran por simple cuestión de gusto, de convicción o practicidad, correrán el riesgo de ser tildados de trogloditas o machistas extremos.

Además, no puedo dejar de considerar que el de género no es el único problema grave de la humanidad, también está el abuso y explotación de "niñ@s" y el maltrato a la vejez, y las diferencias en la distribución de riqueza e ingreso, etc. Si se pretendiera incorporar todo esto al uso común del lenguaje para favorecer la amortiguación, toma de conciencia, desaparición, etc., de tales problemas, se daría como consecuencia práctica que el más mínimo discurso sería más largo que el más largo discurso de Fidel Castro.

Todo esto recién empieza y no está dicho el último vocablo.

HOMENAJE Y DESPEDIDA AL PUCHO

... y efectos colaterales

Lo conocí en mi época de estudiante en Santa Fé y durante cuatro años y medio tuvimos un contacto moderado, no más de cinco veces al día, desayuno, almuerzo, merienda, cena y algún que otro café.

La relación intensa comenzó en la colimba, en 1973, por aburrimiento, ambiente hostil, contagio y largas noches de loba y póker. Ahí nació la dependencia.

Fué compañero inseparable de largas jornadas de trabajo y estudio, de viajes en ómnibus (tenían cenicero) y en auto, siempre presente con motivo de una alegría, de una tristeza, de una amargura, de un estado de nerviosismo o un simple embole, siempre había un motivo.

Pero, como dice el Eclesiastés: "Todo tiene su tiempo,y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora..." y es hora de dejar el cigarrillo.

La decisión no fué repentina, la toma de conciencia de la necesidad de dejarlo significó un largo proceso:

- Quizá empezó la vez que sentí una gran vergüenza al dejar un pucho apagado en un lugar de ensueño en Traslasierra pero, claro, no fué suficiente, no se abandona un amigo por cosas sin importancia como el aire puro o un lindo paisaje.

- Quizá tuvo que ver mi viejo, fumador empedernido de Fontanares 12, luego Jockey, de pitada menguante desde los 60 hasta que, a los 65, lo dejó.

- Quizá tuvo que ver la Presidenta del Centro de Estudiantes del IBR en 2005, que rompió a más no poder para que se dejara de fumar en el colegio.

- Quizá tuvieron que ver mis alumnos que me reclamaban por transportar olor a nicotina.

- Quizá tuvo que ver el aspecto de las paredes de mi búnker, muy blancas antes y tirando a ocre ahora.

- Quizá tuvo que ver algo pesado, aceitoso y oscuro acumulado en el micro de la computadora.

- Quizá tuvo que ver esa magnífica película llamada "El Informante", sobre los trucos sucios de las tabacaleras manipulando la nicotina natural del tabaco.

- Quizá tuvieron que ver los pronósticos médicos (que no atendí) y consejos de los amigos (a los que presté atención).

- Quizá...

En ese largo proceso hice algunos descubrimientos, y puedo asegurar que una cosa es leerlo en un escrito, escucharlo en una conferencia o verla en un vídeo y otra, muy distinta, vivirlas en el propio cuero.

1. Los ambientes amigables: que defino como aquellos lugares o grupo de gente donde no se fuma y uno siente que no tiene riesgo de agresión, "ventajería", hipocresía o histeria. En otras palabras, donde no tengo necesidad de estar con la guardia en alto. En esos lugares no dan ganas de fumar. Pongo como ejemplo las reuniones en la ICE y el aula con los chicos.

2. Los ambientes hostiles: todo lo contrario de los amigables, pueden ser laborales o no, en todo caso, son demasiados como para poner ejemplos. Es en estos ambientes donde aparece muy intensamente el personaje que sigue.

3. El monstruo nicotínico:
que es más feo de lo que lo pintan pero no es constante, ataca de manera esporádica y encontré maneras de neutralizarlo, sea caminando unas cuadras, o chupando una barra de chocolate, o ametrallar al Tata con mensajitos cortitos y no muy coherentes, total los entiende igual aunque sean monosílabos.

4. Hiperactividad:
apareció energía extra de no sé dónde y eso, que puede ser beneficioso en un trabajo que requiera movimiento físico, es totalmente contraproducente en el mio, no soporto estar sentado más de diez o quince minutos, me cuesta concentrarme, leer y etc. Miro el despelote del búnker y se me ocurre que en 3 ó 4 fines de semana haré lo que no hice en años.

Esa enumeración no es todo y esto lo pongo aparte. Hay un hábito tremendamente asociado al cigarrillo y es que, durante 37 años, todos pero todos los días, pasé por la esquina de Belgrano y San Martín y entré a Casa Toia por mi atado de puchos. Siempre me atendieron muy bien Marincho, Orlinda, el Nono, Gardy, Cristina y todas las chicas que trabajaron ahí. Especialmente me atendió bien Marincho cuando, en época de Isabelita, escaseaban los cigarrillos y me pasaba los Commander escondidos en un diario para que no vieran los demás, y todo por esos irritantes privilegios políticos porque éramos de los pocos gatos locos frondizistas de Porteña. ¿Alguien puede decirme como carajo hago para pasar por esa esquina sin entrar?... porque tampoco puedo entrar para comprar una carancha todos los días.

Hoy compré un cigarrillo suelto primero. Después un atado de Marlboro. Tengo los dos sobre el escritorio. Cada vez que ataca el monstruo nicotínico los miro y les digo: "¿y uds. para qué sirven, quién los necesita?"

Y ahí están. Son el símbolo del desafío, pero terminarán en un balde con agua.

Estoy en el segundo día. Por momentos es más difícil de lo que pensaba, pero la mayor parte del tiempo ni me acuerdo.

Diputados: a lo suyo

Si el Banco Pepino S.A. absorbe al Banco Zapallito S.A. y hacen el trámite de absorción ante la Inspección General de Justicia eso está bien porque son sociedades anónimas y el órgano de control es la Inspección, pero además son bancos, y en esa parte el órgano de control es el Banco Central de la Rep. Argentina, y si no tiene la aprobación del Banco Central éste le cancela la matrícula al Banco Zapallito S.A. y le pasa los depósitos y créditos de sus clientes a otro banco.

En el asunto de FIBERTEL es lo mismo, tienen la aprobación de la Inspección pero les faltó la aprobación del órgano de control específico... y le cancelaron la licencia para la provisión de servicios (ver la Resolución 100 de la Sec. de Comunicaciones)

Ahora dicen que sus derechos son avasallados porque durante ocho años la Secretaría no se expidió sobre el trámite y asumen que eso significa aprobación tácita. Los organismos públicos son lentos y, en general, no tienen plazo para expedirse salvo que medie alguna forma de intimación o un pedido de pronto despacho. La gente que está en esto lo sabe. Acá no corre eso de que el que calla otorga.

Los usuarios de FIBERTEL no debieran ser el escudo ni los rehenes en esta pelea porque internet y el resto de los servicios los seguirán teniendo con otro proveedor.

En cuanto a la acusación al gobierno de que está creando un monopolio a favor de Telefónica y Telecom... AJAJAJAAAA... da risa el Grupo Clarín quejándose de los monopolios.

Si el Grupo Clarín considera que la Resolución 100 es ilegal o si alguna medida del gobierno vulnera sus derechos, ahí tiene el sistema judicial para defenderse.

Pero prestamente "nuestros" diputados propusieron una iniciativa parlamentaria para sacar una ley que anule la susodicha resolución... y lo que me pregunto es:

-¿qué carajo tienen que hacer los diputados en esto?

-¿por qué no dejan que los jueces se ganen sus sueldos y ellos se ganan los suyos haciendo lo que tienen que hacer, legislando para todos y no para un grupo económico?


Mi bebestible favorito


Bruma, humo por demás húmedo, suspensión de microgotas de agua, más sutiles que vapor. Volutas de un blanco diáfano que dan un aspecto frío a los arbustos que cubren delicadamente, como embalajes de algodón encapsulando los brotes más jóvenes. Pequeños cogollos y hojitas con nervaduras aun frágiles y de un verde claro. Paisaje laberíntico, geometrización de verdes colinas, vías ocres y muros vivos.


Silenciosas manos que escogen esas hojas tiernas. Sabor a tierra, deje amargo...perfume escondido entre volutas de agua caliente que te acunan y calman tu sed, despacio, sin presiones, o decadentes tonos de dorado y marrón que se disuelven gracias a cristalinos cubos de hielo. Definitivamente me encanta el té.

Ciertos ciclos


"Saber lo que fui, para saber lo que soy."
A. Pérez-Reverte

Supongo que de eso van las reflexiones cuando la luna, impasible y descarada, se cuela por tu ventana en una visita non grata, incómoda, pero no por eso inesperada. Dicen que sus ciclos afectan los líquidos, atrayéndolos, y es verdad que su presencia me pone de un ánimo particular. Pero somos viejas conocidas de esas madrugadas en blanco que se repiten cada cierto tiempo.

Ciclos, algunos claros y obvios, otros meramente convencionales; necesidad de contar el tiempo pasado, de poner hitos en el camino de la vida. Hechos, momentos devenidos en marcas, en antes y después.

Como aquel saludo de buen viaje, igual a tantos otros, que sin embargo es una marca grandísima, enorme, en mi vida, un nos volveremos a ver muy, muy largo. Vacío, infinita sorpresa, sinsabor y por último posibilidad y voluntad de ser yo misma a contracorriente de lo que los demás digan que una debe ser. Segura de que es la única vía a seguir, haciendo las cosas con oficio, con calidad y compartiendo ese tesoro que es el tiempo con la gente que quiero. Esas pequeñas cosas que aprendí con el ejemplo hace ya tanto que parece un simple parpadeo.

Plop!


- Amigo alto y de aspecto flaco: ¡Oye por fa una Pilsener!
- Amable mesero: ¿Light?
- Amigo alto y de aspecto flaco: Naaa, a mí sí me hacen falta gorditos.

En esto creo...


"If you are lonely when you are alone,
you are in bad company."

-Sartre

Grupo de consumo "Pisto ecológico"


Asociación Pisto Ecológico
Pisto es una asociación que vio la luz por primera vez el verano de 2008, reuniendo a un pequeño grupo de gente para plantear la creación de una asociación de consumidores de productos locales y ecológicos unidos en la idea de querer alimentarnos con productos que no perjudiquen nuestra salud ni nuestro entorno.



Desde la asociación,  gestionamos una compra en común de productos ecológicos con el fin de administrarnos alimentos saludables y con ello potenciar de alguna manera la agricultura y ganadería ecológica de la provincia.

Nuestro fin principal es generar una demanda para generar una oferta, apoyando en la medida de nuestras posibilidades a productores de la provincia de Cuenca, a producir y fabricar productos ecológicos. 

Primamos productores pequeños que autogestionen su producción, de forma directa con el consumidor, para que puedan vender su producto a un precio digno, sin pasar por intermediarios que inflan los precios antes de llegar a los hogares.

Comida campera y taller de espantapájaros en el
huerto de nuestros productores de Molinos de Papel
Los productores que nos abastecen no son entes difusos ni desconocidos camuflados en marcas comerciales, sino que son ya amigos nuestros que nos enseñan como hacen sus productos, donde los producen, que nos manifiestan sus inquietudes.
Funcionamos entre los asociados, encargándonos nosotros mismos de gestionar y recibir los pedidos de forma voluntaria.

Nos comunicamos entre nosotros a través de una lista de correo de google groups y tomamos las decisiones importantes para la asociación entre todos en nuestras reuniones mensuales, que llevamos a cabo todos los jueves finales de mes a las 18.00, en nuestra sede.

Actualmente tenemos sede en la 3ª plata del edificio del Mercado de Abastos, en Plaza de España.


Última de espadas y dragones

Sir Patrick McNee
Sir Patrick McNee abrió los ojos y vio sobre sí el enorme cielo y la inabordable altura. Se apoyó sobre la diestra, que aún sostenía la espada, y se incorporó. Se puso de pie. Miró a su alrededor y vio el cuerpo del dragón que comenzaba a descomponerse imperceptiblemente. Miró en su mano la espada y no supo qué hacer con ella. La envainó. Sus leales perros le lamían los flancos, la siniestra lánguida, las piernas heridas. Caminó en círculos un buen rato. Reparó en el sol, en las sombras y en el líquen que crece en los troncos de los árboles. Escogió un rumbo. Partió hacia el oeste, de vuelta a la tierra de los druidas, a pie, seguido por los perros y por doce fantasmas.

La doncella

La doncella soñada por los druidas vió el combate desde el hueco de un árbol. No sintió nada cuando la espada apagó el corazón del dragón. Se quedó muda, inmóvil, pétrea, corazón de un árbol. Cuando vio a McNee incorporarse, sintió la dura quietud del odio. No dijo nada, pero advirtió los fantasmas que seguían al caballero. Escogió un perro, el que parecía más bravo. Cuando McNee se desdibujó en la foresta, salió de su escondrijo y caminó hacia el oeste.

El encuentro

McNee trastabilló o tropezó con una raíz. Sus piernas flaquearon y cayó. Quedó tendido entre el musgo y la humedad, respirando a duras penas, rodeado por los perros. La doncella se acercó a él, los perros no aullaron, pero tampoco agitaron los rabos. La mujer giró el cuerpo del caballero, le sostuvo la cabeza y le volcó agua en la boca. Los fantasmas se alarmaron, se entremezclaron en remolinos confusos, en haces de nada en agitación. La doncella lavó las heridas. Quieren estas leyendas una cura, un cuidado y un amor que hagan más brutal la venganza.

Los perros
El amor no es nada más que dos soledades y dos rencores reunidos en un único relato. La doncella acompañó a McNee. Los perros cazaron jabalíes, los fantasmas guiaron a los perros, los jabalíes nutrieron los cuerpos del hombre y la mujer. Cogieron al poco tiempo, con la independencia con la que cogen los cuerpos, porque estaban solos, porque eran un hombre y una mujer, porque habían compartido comidas, y porque se habían resguardado del frío. Con esa misma ausencia la mujer enloqueció al perro, con método y paciencia, gesto sobre gesto, humillación tras humillación. El perro finalmente la atacó y McNee se interpuso. Presos de su instinto, todos los perros se unieron al ataque. El hombre que había matado a un dragón, quiere esta leyenda, fue despedazado por una jauría rabiosa. La mujer vio todo sin sentir nada. Tomó la espada caída y mató uno a uno a los perros saciados. Parecía incandescente.

Los fantasmas
Doce fantasmas se arremolinan en haces de nada en agitación. Rodean a la mujer, que los percibe y enloquece. Se oculta en el hueco de un tronco, corazón de árbol. Los fantasmas la esperan. Cuando la mujer sale, la rodean, le susurran recuerdos al oído, le cuentan historias de espadas y dragones. La mujer corre desesperada, huye de los murmullos insistentes, tropieza con las raíces. Se oculta otra vez en el hueco de un tronco. Ya no sale. Los fantasmas la esperan. La mujer muere de hambre y de insomnio.

La espada
Permanece clavada en el cadáver de un perro, amenazada de herrumbre.

Breve Poema a la Garrafa

(al carajo con la métrica y la rima)

¿Adonde están las garrafas?
No lo sabemos, no lo sabemos.

Se las llevó Ernestina dicen algunos,
falta butano dicen otros,
se fueron al Mundial dice Niembro,
huyeron del riesgo país dicen A Dos Voces,
huyeron del apocalipsis dice Lilita,
las afanó Sócrates dice Mariano,
problemas de circulación dice Arriaga,
están caracúlicas dice Nelson Castro,
están enojadas dice Ma. Laura Santillán,
se fueron a hacer las lolas dice la Alfano,
me acuerdo de cuando vivía en el interior dice el diputado,
me acuerdo de cuando vivía en el interior dice el senador,
problema de kiosquito dice De Vido,
esas cosas panzonas dice Cristina,
mandan olor feo dice doña Mirta,
¿qué son las garrafas? dice Susana.


¿Adonde están las garrafas?
No lo sabemos, no lo sabemos.

El Página y 6-7-8 nada dicen,
ni Clarín ni La Nación ni Ambito nada dicen.

¿Adonde están las garrafas?
No lo sabemos, no lo sabemos.

Las tienen los chorros hay quien dice.