En estas últimas semanas ya tenemos un diseño final del filtro natural para la gestión de aguas residuales de nuestro hogar. Tuvimos una reunión en la facultad de Caminos con las chicas de Guadi (Celia y Elena) donde ultimamos las medidas necesarias para el filtro verde y el uso final del agua resultante del sistema.
Sarri compartiendo con nosotros las fotografías del proceso de construcción del filtro verde. |
La fosa aséptica cumplirá la función de las primeras piletas decantadoras del gráfico, en la cual las grasas quedarán flotando en las aguas y los sólidos precipitarán al suelo, pasando así la primera fase de filtro de residuos domésticos. Aún está por definir si la fosa será comprada o la haremos de obra.
Sabemos por la prima Ana, que en la facultad de Ciencias Ambientales de Talavera de la Reina (Toledo), se está llevando a cabo una investigación sobre el uso de lombrices para depuración de aguas fecales. Celia y Elena ya tienen el contacto del profesor encargado de la investigación y se pondrán en contacto con él el próximo curso para ver si sus investigaciones son compatibles con lo que queremos hacer, pero de momento pediremos los permisos con el diseño que incluye la fosa.
Desde la fosa aséptica, de 3 metros cúbicos de capacidad, el agua pasará al filtro de cantos rodados, grabas y arenas, al que además se añadirán aneas, cañas y otras plantas de humedal. Un filtro verde contenido en 2 piletas de 2 x 3.5 metros, con una profundidad de 0.5 metros y una inclinación que propicie el movimiento del agua, pero muy leve para que no sea demasiado rápido.
Estas piletas contenedoras serán impermeables y estarán un poco por encima de la cota 0, para impedir que el agua de lluvia las llene de partículas de arrastre, mermando su funcionamiento.
Después del filtro verde, las aguas vierten en una laguna, final del proceso de depuración y principio de vida para las plantas colindantes y la fauna que éstas atraerán hacia sí.
Para hacernos una idea en campo de cómo quedará el filtro verde y la laguna en nuestro terreno, hicimos una excursión con Celia, Sali y Chema a la casa de campo de Sarri, un activista de Ecologistas en Acción Ciudad Real, que hizo algo parecido en su casa, basándose en las recomendaciones de un manual para gestión residual de aguas del hogar, que encontró por internet.
Todos salimos emocionados de la visita, ya que el terreno de Sarri está a unos 25 kilometros del nuestro, y las condiciones climatológicas son muy parecidas. Es decir, que su experiencia ha disipado todos nuestros miedos (a que no funcionase, a que se nos secase la vegetación por falta de agua, a que la laguna final fuese un barrizal lleno de mosquitos...).
Sarri nos comentó que algún verano más seco, la laguna dejaba de tener agua, situación que él aprovechaba para limpiarla de lodos y usarlos como abono en la huerta.