Para hacer un recorrido por los tesoros que han llegado hasta nuestras manos, aquí te dejamos estos enlaces: Buscando tesoros y Tesoros II
La semana pasada, en la que tuvimos la suerte de contar con las manos y las risas de 15 amigos, inauguramos la temporada de incipiente primavera.
Además de ir preparando el cortavientos de nuestro futuro bosque de alimentos, nos hemos dedicado a llevar hasta el terreno algunos tesoros de las antiguas ruinas a los que ya les teníamos echado el ojo.
Unos ladrillos de ceniza y cal hechos a mano por los ancestros de Esther.
De ellos estaban hechas las paredes que dividían estancias en su antigua casa.
Con ellos pretendemos hacer la barbacoa y su encimera y posiblemente la base de la encimera para la cocina del cubillo de superadobe.
Tenemos dos furgonetas de estos ladrillos esperando a que llegue el momento de hacer algo con ellos.
Hemos traído a la parcela una rueda de tractor que pesa como un muerto. Para ella habíamos pensado en una pintura de colores y que sirviese como contenedor de un arenero para que jugasen los niños, pero estos días han surgido muchas ideas fruto de la inspiración primaveral y del vino tinto.
A mi me gustaría usarla para generar un estanque artificial que pueda ser el comienzo de nuestro riego para el bosque de alimentos. Es decir, llenarlo desde la alberca y que vierta el agua que va rebosando sobre la acequia semitranspirable, hecha con tejas de arcilla, que repartirá el agua por el terreno. Además podríamos meter algún pez y disfrutar del sonido del agua golpeando las piedras....una idea cuqui para darle una poética segunda vida a esa rueda desgastada por el esfuerzo y el abandono.
Después de limpiarlo bien de tierra y piedra y de transportarlo hasta "casa" con una carretilla, ya es parte de nuestro ajuar de tesoros.
Ahora queda hacer una laboriosa tarea de desinfección de termitas con vinagre y de hidratado de la madera antes de convertirlo en una bonita mesa de exterior.
Gracias por estos días alegres y por vuestra ayuda a Carlos, Tere, Mari, Elena, Yolanda, Adri, Sali, Mikele, Esther Kiras, Alberto Luna, Irene, Sonia y nuestros conquenses favoritos Belén, Ángel y Rosita. La familia de Pájaros en la cabeza va creciendo y nosotras nos sentimos como orgullosas "mamás gallina" rodeadas de polluelos asilvestrados.