Los pasados 25 y 26 de junio, tuvo lugar en nuestra parcela el curso de soleras de cal que llevábamos anunciando desde hace meses, impartido por Laurent Coquemont, el rey de los trabajos con cal y tierra.
Grupo de alumnos en las clases teóricas bajo la morera. |
Hemos tenido con nosotras a 10 participantes de mucho nivel, entre ellos restauradores, arquitectos, arquitectos técnicos y muchos otros dedicados al mundo de la bioconstrucción en cuerpo y alma.
Prueba para saber la cantidad de cal ideal para los áridos que compondrán el hormigón. |
Comenzamos el 25 por la mañana con una clase teórica en el aula de formación de AJE (Asociación de Jovenes Empresarios) de Ciudad Real, donde tienen la oficina nuestros chicos de Ecoop. A las 12, hicimos una pausa para tomar algo y marcharnos a la sombra de nuestra morera. Laurent Coquemont tiene una forma muy gráfica mostrar la teoría, haciendo miles de demostraciones practicas con el material para afianzar los conceptos teóricos que esté trabajando en ese momento, por tanto era mejor seguir allá donde la tierra no mancha.
Preparando la primera hormigonera según las dosis establecidas anteriormente en las clases teóricas. |
Antes de comenzar a "albañilear", Coquemont deja claros con explicaciones y demostraciones prácticas simples todos los conceptos y las formas de actuar y de ser de los materiales que intervienen en la construcción con tierras, arenas y cales. Comportamiento de los áridos del hormigón entre sí, comportamiento del agua con los distintos materiales, distintas propiedades del hormigón dependiendo si se hace con cal hidráulica o cal aérea....
Extendiendo dos tipos de mortero de regularización sobre la solera improvisada para practicar acabados en cal. |
El día 26, a las 10 de la mañana pusimos en marcha la hormigonera y comenzó el trabajo duro, mucho más llevadero cuanta más gente hay.
A primera hora de la tarde la solera estaba completamente hecha y cubierta de plástico, para garantizar la evaporación lenta del agua que contiene el hormigón y evitar fisuras y grietas no deseadas.
Mientras tanto se fueron simulando las fases de varios acabados de cal en una solera improvisada para la ocasión fuera del domo.
Esta es la pinta de nuestra solera antes de rellenar los huecos de los reglés de metal que hemos usado como guía para el nivel. |
La valoración global del curso es positiva.
Tenemos la solera hecha, hemos podido alcanzar el número de alumnos que nos posibilitaba pagar los honorarios de Coquemont sin perdidas por nuestra parte y hemos conocido a 10 grandes personas que desde la semana pasada ya forman parte de la familia que ha dado vida a nuestros Pájaros en la cabeza.