Si ha visto gente caminando con bastones, lanzándolos de forma algo extraña hacia atrás al tiempo que abren las manos, no piense que se han vuelto locos. Lo que practican es una modalidad de caminata que se llama marcha nórdica o, como se conoce internacionalmente, nordic walking. Consiste en caminar usando bastones, con una postura erguida y la barbilla paralela al suelo. El paso debe ser natural e ir acompañado de braceo. Y este braceo se realiza desde el hombro (no doblando el codo). Los bastones nunca van delante del cuerpo, siempre detrás o paralelos a él, y apenas se elevan del suelo. Se practica en campo y en ciudad.