El triste sino de Noel Redding

La historia de Salieri ha sido contada innumerables veces. Esta es nuestra aproximación al drama del hombre eclipsado por otro hombre de talento excepcional.

Noel Redding nació el año en que terminó la mundial guerra dos. Era navidad. La cosa debía estar aún un poco desmejorada en su Inglaterra natal. Me imagino que se habrá criado entre escombros y fantasmas numerosos. O no. Aunque algún pariente suyo, su viejo, un vecino, habrá muerto en el frente o en los bombardeos de la Luftwaffe. O tampoco. Pero eso de haber nacido en la navidad del '45, de alguna manera, debe haberlo marcado. Mas no alcanzó para convertirlo en Roger Waters, por ejemplo. No importa, no es con Waters que este hombre se mide. Lo suyo era otra cosa: dicen sus biógrafos que le gustaba la guitarra. Tocar, digo, la guitarra.

A los nueve, consta, estaba estudiando violín. Y mandolina, vaya cuelgue. A los 14 empezó con la guitarra. No hay registro exacto de la edad que tendría cuando empezó a usar un exagerado peinado afro. Ser inglés, blanco y usar peinado afro era motivo suficiente para ser contratado para tocar en una banda de rock, entonces y ahora, lo sabemos todos. Él quería ser guitarrista, pero consiguió el laburo por el pelo. Como la banda ya tenía violero, le ofrecieron tocar el bajo. Aceptó, que el estómago tiene razones que el corazón no comprende.

Qué cagada. Noel Redding, que quería ser guitarrista, tuvo la descomunal fortuna de que lo contrataran para tocar en una banda que alcanzaría fama: de Noel se dirá que fue el bajista de la Jimi Hendrix Experience.

No es moco e' pavo. No deja de ser una fama lustrosa y un seguro de inmortalidad relativa.

Pero él quería ser guitarrista.

http://www.youtube.com/watch?v=keyu0CEfj2s