De ida y vuelta

Resulta que al Ursus y a mí nos han desterrado esta semana a la ciudad del Puyo; con el pretexto de cierto aburrido trabajo. Y el mandato cuasi dictatorial no pudo caer en peor momento, pues esta semana que hoy comienza está plagada de grandes eventos y, lastimosamente, hemos tenido que buscar la manera de compaginar el deber extramuros y los hechos a desarrollarse en mi franciscana ciudad. Pa comenzar hoy hicimos una parada técnica, casi en velocidad pits stop en la casa de la penta. Resulta que, al igual que nosotros, la señorita también viaja, sólo que un chance más lejos. Se va en busca del sueño americano por dos mesesitos, así que le deseo éxitos y que aproveche la oportunidad a cabalidad como corresponde a una embajadora del consorcio. Mañana en cambio retorna el personaje de la neurótica aura, y lamentablemente no vamos a poder estar presentes para el recibimiento al ritmo del himno.
Por otro lado, llueva truene o relampaguee, el miércoles el oso retorna a UIO, arrastrándome con él, con el sólo propósito de vivir como se debe la final de su adorada liguita (que realmente merece la copa), pero como el deber ha de ser cumplido el jueves a primera hora estaremos de nuevo en la carretera para retornar a la ciudad de las nubes y la neblina. Y el viernes vuelta a Quito pa festejar con el macaficionado iPab la culminación de sus estudios medios.

Al final de este post voy a tener una desagradable laceración en las muñecas debido al uso de la compu del ursus, dios no quiera que los incautos vayan a confundir la consecuencia del trabajo con estúpidas marcas emo… como dato anecdótico si en serio quieren hacerse daño el corte no debe ser perpendicular a las venas, sino siguiendo su trazado. ¡Ferpectamente!