Sehnsucht


Cuando conversábamos tenía muchas cosas que contar, inagotables temas para compartir. Siempre me hizo sentir un poquito ignara. Y unas ganas impresionantes de subsanar eso, de aprender, de ir un paso más allá, de no quedarme con lo que ya tenía. Nunca quedarte estática, nunca.


Y me enseñó a compartir, a no guardar para un futuro incierto más que el empuje para seguir caminando. Cuando tienes una buena racha la compartes con aquellos que quieres y cuando viene una mala estás siempre ahí para los que te necesitan, a manos llenas.


Lo más del tiempo serio, meditabundo. Por eso me es tan difícil recordar su risa; usualmente fuerte y sonora cuando venía tras una frase cínica, como su visión de la vida. Y aunque a mí tampoco reír se me da muy bien últimamente, decidí hacerlo para recordarlo; para agradecerle los años que compartimos. Porque la hermanez se construye a pulso, cada día, con el convivir y sin dar por sentado el simple parentesco. Gracias por ser mi hermano, siempre. Only the good die young!