Operación Alberca.

Después de mucho trabajo de limpieza y reparación de la alberca, por fin este fin de semana la hemos dejado llena y preciosa. Estamos orgullosas de nuestro trabajo.

La alberca redonda que hay en el terreno Pájaros en la cabeza, dormía desde hace 40 años bajo una manta de basura y soñaba con volver a ser lo que algún día fue. En estas semanas hemos hecho realidad su sueño, que también era el nuestro.


Después de varias semanas trabajando en su limpieza, gracias a la gente del Grupo de Producción de COL Ciudad Real, nos pusimos en contacto con Miguel, el albañil que les había ayudado a ellos hace unos meses en la reparación de su alberca.

Quedamos el primer día con Miguel para que le echase un vistazo y valorase la reparación. Esa misma mañana nos hizo una lista de todo lo que necesitábamos para empezar y por la tarde nos pusimos manos a la obra. Esa tarde aún no teníamos el cemento y la arena necesarios para empezar con la reparación, que llegaría a la mañana siguiente, pero Miguel y Adri, su amigo y aprendiz, picaron bien las paredes e hicieron desaparecer la columna central de la alberca. Mientras, Esther y yo dejamos preparados dos depósitos de 100 litros para tener siempre agua disponible para ir haciendo masas de cemento.

Toda la alberca se ha reparado como lo hubiesen hecho nuestros antepasados. Toda la pasta de cemento necesaria se ha preparado pala en mano, y el agua se ha sacado a cubos con la ayuda de una polea... una tarea dura pero enriquecedora.

Hemos trabajado en la reparación durante una semana, a ratitos también nos han ayudado nuestros hermanos, Adri y Esteban.
Miguel, albañil experimentado ha demostrado una paciencia infinita con su grupo de inexpertos y después de estos días todos hemos aprendido mucho en el arte de la llana y la paleta y de él como persona, puesto que basa su vida en unos valores que compartimos. Además de trabajar hemos hablado mucho de filosofías profundas de la vida. Conocerlo ha sido todo un placer, es difícil dar con personas de su calidad humana. Muchas gracias por todo, Miguel, sin ti no hubiera sido tan fácil.

Al terminar, sus indicaciones fueron regar dos veces al día la alberca reparada y esperar por lo menos tres días con los riegos, hasta llenarla de agua. Las hemos seguido al pie de la letra. Hemos regado abundantemente de martes a viernes. La tarde del viernes compramos la bomba sumergible que abastecerá de agua y vida a nuestro proyecto y el sábado nos pusimos manos a la obra con el llenado.

Gracias a las buenas indicaciones de Enrique (de la tienda Motortracción) apañamos el desagüe de la alberca, de donde sacaremos el agua necesaria para la fase de construcción, y en un futuro el agua para regar la huerta, que saldrá por la propia fuerza de la gravedad, ya que la alberca está un poco elevada. Seguimos también sus indicaciones para la instalación de la bomba sumergible, y no tuvimos ningún problema.

Dani, el hermano de Esther, ha conseguido que nos presten un generador de electricidad que ha dado el callo como un campeón. Así el sábado a las 2.30 de la tarde, manó el primer chorro de agua desde nuestro pozo, que recibimos con la alegría de un niño pequeño. Y salvo un paroncillo inexplicable, estuvo saliendo agua todo el día hasta que se quedó llena a eso de las 10.30 de la noche.




Todo rueda en Pájaros en la Cabeza. La alberca aunque sin pintar, se ve preciosa y transparente. Este es nuestro primer gran paso en terreno. Un paso que nos hará más llevadero el seguir trabajando con estos calores veraniegos.