Digo!




Esta mañana he bajado a la asamblea de interbarrios del 15M, en la plaza del Dos de Mayo. Había muy poca gente, y eso que hacía un solazo que no veíamos por aquí desde hace muchos días. En realidad, creo que solo estaban las asambleas de Malasaña, la del Barrio de las Letras y Austrias, que se han juntado, y no sé si alguien de la de Chamberí. No lo sé... me distancié mucho del 15M hace tiempo, pero como ahora hay una parte cada vez más interesante que se ha radicalizado en cuanto a pulso, y se ha organizado, como la PAH y la Oficina de Madrid Vivienda, pues me he bajado a la asamblea.



He llegado tardísimo, porque antes me he dado una vuelta, he hecho la compra, y me he currado unas lentejas. Así que cuando he llegado, ya estaban hablando del edificio rekuperado en el barrio para familias en Corredera. Y estaba M. Que vive en él, es una de las vecinas a las que hemos parado su desahucio recientemente dos veces, pero ahora se encuentra en situación de riesgo, y está alojada en él. Lógicamente M. ha terminado comiéndose las lentejas en casa y llevándose el resto para las compañeras. Pero el caso es que, mientras comía, me ha estado contando un poco su día a día, sus miedos, las asambleas, reuniones, la denuncia que les ha puesto La Caixa y las negociaciones. Ellos exigen algo tan básico como un alquiler social en su barrio, en ese edificio vacío. Algo tan básico y tan lógico que da hasta vértigo pensar lo lejos que estamos de ellos. Pero que una mujer de casi sesenta años llegue a su habitación, agotada por la presión y la tensión, con mucho apoyo y todo el cariño del barrio, pero con una chepa llena de malas circunstancias... mientras todos esos personajes se lo están llevando crudo... es como para revisar ciertas convicciones. Para los que aún tengan otras... Digo.