
Esta semana hemos montado un pequeño invernadero hecho con caña.
Gracias a Sali de eCoop, nuestro jefe de obra inquieto, ahora tenemos un sitio donde refugiar del frío a algunas plantitas que lo estaban pasando mal este invierno.

El caso es que en el transporte en furgoneta se tronchó algún arco, lo que debilita la estructura y la hace menos duradera, así que como ya no podría venderse, decidimos utilizarlo en nuestro terreno.
Así de bonito ha quedado.

