Un mal paseo

Sentirte fatal. Salir a dar un paseo con la perra por el barrio. Llegar a la plaza del Dos de Mayo. Que ésta se acerque a un tipo como de 30 años sentado en un banco comiéndose un bocadillo. Llamarla para que no moleste, y acercarte para agarrarla porque no te hace ni caso. Que el tipo se dé la vuelta, agarre una barra metálica que tiene a los pies y, con cara de loco, te diga: "te voy a dar. Te voy a pegar a ti". Que te lo repita varias veces hasta que consigues llevarte a la perra. Volver a casa temblando.