Los peluditos



Fluimos, y dejando que las cosas lleguen a nosotras en vez de buscar los plazos, nos están lloviendo los animales que formarán parte de la familia Pájaros en la cabeza.

De momento, la manada está en modo adaptación pero pronto serán parte esencial de nuestros días, así que no podíamos pasar de hacer una entrada en el blog para dar a conocer a nuestros recién llegados.




Hasta ahora Chula, nuestra "perrosona" compañera de vida desde hace 7 años, era la única representante de su sector en las reuniones de empresa. Pero desde hace más o menos un mes se han ido sumando compañeros.

Los primeros fueron Tuertin y Tarantino, dos gatitos hermanos que vinieron de la mano de nuestra Mari.

Su gata Piaf acababa de tener una camada de 3 gatitos que tenía que dar antes de marcharse a Inglaterra a pasar una larga temporada. Uno de ellos es tuerto y supusimos que iba a ser más difícil para ella buscarle una familia, así que para ahorrarle dar vueltas buscando hogar y que Tuertin no estuviese solo, adoptamos también a su hermano Tarantino.

Los dos han estado en casa con nosotras hasta cogernos confianza, hoy ya viven en el campo.

Los pobres tienen que lidiar con el cariño de Chula, que es uno de esos amores que matan. Los lametones, caricias torpes y juegos bruscos de un perro de 35 kilos son demasiado para dos gatitos de 3 meses.

De momento viven en el domo, del que entran y salen por el hueco que queda debajo de la puerta.


Hace unas semanas Esther fue a recoger paja a la casa de campo de una amiga de sus padres y se encontró con una camada de matines leoneses para los que su dueña buscaba un hogar. Imposible no enamorarse a primera vista de la única hembra de la camada. En ese momento quedó apalabrada la adopción puesto que ya estábamos echando de menos un perro guardián en la parcela.

Tres días lleva en nuestra vida esta preciosidad a la que nuestra amiga Marta puso, con muy buen tino, el nombre de Pancha. Con solo dos meses pesa unos 7 kilos y tiene las muñecas del mismo tamaño que las de un humano adulto.

De momento su mayor aspiración es que Chula la reconozca para poder jugar con ella y acurrucarse en su panza en las siestas que las dos se echan a la par (durante aproximadamente 20 horas al día)......va a ser difícil para Pancha conquistar el corazón de la "princesa destronada".

La relación de las dos perras es como aquella la historia de Heidi recién llegada a las montañas con su abuelo. Confiamos en que acabe tal cual a su homóloga y que nuestra Heidi perruna pueda desagriar el caracter del perro viejo de barbas blancas.

Además esperan el momento de entrar en escena los peces del estanque del sistema de riego, que seguramente vengan este fin de semana y una gran familia de pollitos, gallinas y un gallo, que harán sus maletas cuando esté acabado el gallinero.