Esta silla en realidad es un vacío

En teoría, dejando de lado sutilezas y sofisticaciones, es posible afirmar que toda escritura es un plagio, que nadie usa sino texto usado, creado por otros.

Con el mismo nivel de simplificación, puede decirse que, en teoría, dado que entre los electrones que conforman esta silla en que me siento no hay nada, la silla es mero espacio vacío.

Entonces, si usted toma mi silla, puede decir que no me ha robado nada. Y yo, le digo la verdad, como me gustan estas cosas así medio esotéricas, tendría genuina curiosidad por saber cómo pretende usar esa nada que no me ha robado, por comparar incluso la manera en que la usaría usted en relación con cómo la he usado yo. Podría yo hallar en esa comparación cosas interesantes, no se lo niego.

Sin embargo, vivimos en un mundo donde, a todos los fines prácticos, usted me habría robado la silla.

Ahora bien, si la necesita, puede pedírmela prestada. Puede incluso discutir mi derecho a usufructuarla, o afirmar el suyo a usarla en mi lugar. Hay maneras para todo eso, algunas por cierto antipáticas, no lo vamos a negar. Tendría que hacer valer sus argumentos.

Pero no me venga, por favor, con que, a los fines que nos interesan, es espacio vacío...

Charles Kinbote diseña un hipertexto

Para decirlo mal y pronto, Pale Fire (Pálido Fuego) de Vladimir Nabokov vendría a ser el comentario que un profesor de literatura, Charles Kinbote, escribe sobre el poema póstumo de un colega, John Shade, asesinado en su presencia. La novela pretende ser una edición comentada del poema de Shade y se inicia con un Prefacio, firmado por Kinbote, al cual sigue el poema, para terminar con una serie de comentarios a cargo de Kinbote, los que constituyen en definitiva el grueso de la novela y en los que se nos va pintando la historia y el carácter del comentador.

En el prefacio, mientras explica el cómo y el por qué de la edición comentada, Kinbote asegura que:
"...notes, arranged in a running commentary, will certainly satisfy the most voracious reader. Although those notes, in conformity with custom, come after the poem, the reader is advised to consult them first and then study the poem with their help, rereading them of course as he goes through its text, and perhaps, after having done with the poem, consulting them a third time so as to complete the picture. I find it wise in such cases as this to eliminate the bother of back-and-forth leafings by either cutting out and clipping together the pages with the text of the thing, or even more simply, purchasing two copies of the same work which can then be placed in adjacent positions on a comfortable table..."

(Una traducción a mi propio riesgo: "las notas, dispuestas en un comentario continuo, satisfarán sin dudas al lector más voraz. Aunque, de conformidad con la costumbre, están colocadas a continuación de la obra, se recomienda consultarlas primero y estudiar luego el poema con su ayuda, releerlas a medida que avanza por el texto y, probablemente, una vez terminada la lectura, consultarlas una tercera vez para completar la idea general. En casos como éste, me ha parecido sabio, a fin de eliminar las molestias del paginado, cortar las hojas y engramparlas juntas, o, aún más simple, adquirir dos ejemplares de la obra y disponerlos uno junto al otro en un escritorio cómodo..."

A Kinbote le molesta el paginado. Se imagina (entiendo que se imagina) una superficie continua donde todo el texto esté a la vista. Si eso no pudiera ser, ¿por qué no tener dos libros y listo? Y quien dice dos dice tres, cuatro, N libros.

O sea: texto fluido en una superficie (al menos teóricamente) infinita, a lo largo de la cual podamos hacer eso que nosotros nos hemos acostumbrado a llamar scroll y, además o en su defecto, N ventanas que nos permitan ver diferentes segmentos de una misma unidad. Kinbote quiere un browser, bah.

Lo del scroll suena a arcaísmo. Me imagino a un egipcio leyendo un viejo papiro o a esos pregoneros de las películas sobre el medioevo que desenrollan un bando a medida que lo leen (por cierto, "scroll" quiere decir, justamente, "rollo").

Pero lo que hace que Kinbote esté más cerca de nosotros que de los egipcios o los pregoneros es lo de las dos copias: para él es natural la reproductibilidad de la obra, es obvia, se da por descontada. Al contrario, tener dos o N ejemplares de un mismo libro era impensable para un egipcio o un erudito medieval, cada libro era único y copiarlo requería un despliegue de trabajo humano desmesurado en relación con el capricho de un estudioso de no tener que molestarse en pasar páginas.

Pero para Kinbote, como para nosotros, no es descabellado. Además, pretende que, a pesar de la costumbre (¡la costumbre!), el texto no se lea secuencialmente, sino que se vaya derecho a las notas, se vuelva al poema y se vuelva a las notas mientras tanto. Kinbote, que escribe un comentario donde cada nota refiere a un verso o grupo de versos de un poema, hubiera flasheado con la posibilidad de hacer hipervínculos.

Pero bueno: Kinbote, y disculpen el spoiler1, estaba completamente del moño.

Nota al pie

En el orden de casualidades que le gustan a Puck,
publico este texto, que esperaba su oportunidad,
entusiasmado con el impactante video ensayo
que descubrió Aydesa.


No hace tanto que me dí la oportunidad de leer un clásico que no había leído: la célebre "Nota al pie" de Rodolfo Walsh. ¡Maravilla! Iba en el micro sonriendo de gusto (porque a mí me pasa eso de ir leyendo la historia de un tipo que se pira y se suicida, encontrar magia en la forma en que me la cuentan y hallar en eso tanto gusto que me sonrío).

Pero se me ocurre la siguiente consideración: "Nota al pie" funda su lógica y su eficacia en la mentalidad de la máquina de escribir (y en la retórica del cine, también). El paginado del cuento es caprichoso, amañado. La cantidad de líneas por página es fija y debe mantenerse así para que se logre el efecto. Es decir, "Nota al pie" no es lo que en estos días de pantallas de resolución variable y de formatos múltiples se llamaría "texto fluido".

¿Quieren arruinar definitivamente el cuento de Walsh? Escanéenlo, pásenlo a Word, coloquen cuerpo y nota en sus respectivos contenedores automáticos previstos por el programa y empiecen a jugar con los parámetros de texto que Walsh, hombre de Remington, no tenía a su disposición: tamaño de letra, márgenes, interlineado, tipo proporcional o monoespaciado, etc.

Y la delicada arquitectura del cuento, la estudiada relación que en cada página adquieren la nota y el cuerpo de texto, esa que hace pensar en un cinematográfico montaje paralelo, se desmorona, vale decir, como un castillo de naipes.

Me dirán: especulación anacrónica, un sofisma, una falacia.

Y claro. Tendrían razón.

Pero para que haya texto fluido primero hubo Remingtons. La cuestión es que Remingtons ya no hay más.

¿Se acuerdan de cuánto queríamos a Steve Ray?



Un tío, que quiso enseñarme a tocar la guitarra, me dijo alguna vez el objetivo era lograr acariciarla.

Ahora me acordé ansí, enredepente.

.:::kAsOrIO:::


kE sAbEn dE nOvIOs kOn tUtu....



kE sAbEn dE vInOs En lA pIcInA



kE sAbEn dE tOmAr En bOtEllA



kE sAbEn dE pIcInAsOs En bOlAs...



kE sAbEn dE kAmIsAs Al rEvEs




kE sAbEn dE dEsAyUnOs lUEgO dEl jOlgOrIO....




kE sAbEn dE dOrmIr kOn tErnO



kE sAbEn dE vIAjAr pOr Un AmIgo

kE sAbEn dE hOspItAlIdAd

kE sAbEn dEl rAtOn kUrAO tIrandO lAs manOs En El bUs

kE sAbEn dEl rOdrIgO bAjAndO dEl bUs A mItAd dE kAmInO pOr nO vIO A nAdIe

kE sAbEn dE shElAs kOn pOllO y EnsAlAdAs



kE sAbEn dE metrO sAlOn cAmA ....jajajaja

PD: EL LALO Y EL PEDRO FUERON AL KASORIO?

...y kE sEAn mAs...



"...no me es posible ni tan siquiera imaginar..."

"..que pueda hacerse el amor mas que volando."
Oliverio Girondo dixit.

La noticia es ésta.

Y yo me pregunto cómo será garchar en gravedad cero...