En esto creo...


"If you are lonely when you are alone,
you are in bad company."

-Sartre

Grupo de consumo "Pisto ecológico"


Asociación Pisto Ecológico
Pisto es una asociación que vio la luz por primera vez el verano de 2008, reuniendo a un pequeño grupo de gente para plantear la creación de una asociación de consumidores de productos locales y ecológicos unidos en la idea de querer alimentarnos con productos que no perjudiquen nuestra salud ni nuestro entorno.



Desde la asociación,  gestionamos una compra en común de productos ecológicos con el fin de administrarnos alimentos saludables y con ello potenciar de alguna manera la agricultura y ganadería ecológica de la provincia.

Nuestro fin principal es generar una demanda para generar una oferta, apoyando en la medida de nuestras posibilidades a productores de la provincia de Cuenca, a producir y fabricar productos ecológicos. 

Primamos productores pequeños que autogestionen su producción, de forma directa con el consumidor, para que puedan vender su producto a un precio digno, sin pasar por intermediarios que inflan los precios antes de llegar a los hogares.

Comida campera y taller de espantapájaros en el
huerto de nuestros productores de Molinos de Papel
Los productores que nos abastecen no son entes difusos ni desconocidos camuflados en marcas comerciales, sino que son ya amigos nuestros que nos enseñan como hacen sus productos, donde los producen, que nos manifiestan sus inquietudes.
Funcionamos entre los asociados, encargándonos nosotros mismos de gestionar y recibir los pedidos de forma voluntaria.

Nos comunicamos entre nosotros a través de una lista de correo de google groups y tomamos las decisiones importantes para la asociación entre todos en nuestras reuniones mensuales, que llevamos a cabo todos los jueves finales de mes a las 18.00, en nuestra sede.

Actualmente tenemos sede en la 3ª plata del edificio del Mercado de Abastos, en Plaza de España.


Última de espadas y dragones

Sir Patrick McNee
Sir Patrick McNee abrió los ojos y vio sobre sí el enorme cielo y la inabordable altura. Se apoyó sobre la diestra, que aún sostenía la espada, y se incorporó. Se puso de pie. Miró a su alrededor y vio el cuerpo del dragón que comenzaba a descomponerse imperceptiblemente. Miró en su mano la espada y no supo qué hacer con ella. La envainó. Sus leales perros le lamían los flancos, la siniestra lánguida, las piernas heridas. Caminó en círculos un buen rato. Reparó en el sol, en las sombras y en el líquen que crece en los troncos de los árboles. Escogió un rumbo. Partió hacia el oeste, de vuelta a la tierra de los druidas, a pie, seguido por los perros y por doce fantasmas.

La doncella

La doncella soñada por los druidas vió el combate desde el hueco de un árbol. No sintió nada cuando la espada apagó el corazón del dragón. Se quedó muda, inmóvil, pétrea, corazón de un árbol. Cuando vio a McNee incorporarse, sintió la dura quietud del odio. No dijo nada, pero advirtió los fantasmas que seguían al caballero. Escogió un perro, el que parecía más bravo. Cuando McNee se desdibujó en la foresta, salió de su escondrijo y caminó hacia el oeste.

El encuentro

McNee trastabilló o tropezó con una raíz. Sus piernas flaquearon y cayó. Quedó tendido entre el musgo y la humedad, respirando a duras penas, rodeado por los perros. La doncella se acercó a él, los perros no aullaron, pero tampoco agitaron los rabos. La mujer giró el cuerpo del caballero, le sostuvo la cabeza y le volcó agua en la boca. Los fantasmas se alarmaron, se entremezclaron en remolinos confusos, en haces de nada en agitación. La doncella lavó las heridas. Quieren estas leyendas una cura, un cuidado y un amor que hagan más brutal la venganza.

Los perros
El amor no es nada más que dos soledades y dos rencores reunidos en un único relato. La doncella acompañó a McNee. Los perros cazaron jabalíes, los fantasmas guiaron a los perros, los jabalíes nutrieron los cuerpos del hombre y la mujer. Cogieron al poco tiempo, con la independencia con la que cogen los cuerpos, porque estaban solos, porque eran un hombre y una mujer, porque habían compartido comidas, y porque se habían resguardado del frío. Con esa misma ausencia la mujer enloqueció al perro, con método y paciencia, gesto sobre gesto, humillación tras humillación. El perro finalmente la atacó y McNee se interpuso. Presos de su instinto, todos los perros se unieron al ataque. El hombre que había matado a un dragón, quiere esta leyenda, fue despedazado por una jauría rabiosa. La mujer vio todo sin sentir nada. Tomó la espada caída y mató uno a uno a los perros saciados. Parecía incandescente.

Los fantasmas
Doce fantasmas se arremolinan en haces de nada en agitación. Rodean a la mujer, que los percibe y enloquece. Se oculta en el hueco de un tronco, corazón de árbol. Los fantasmas la esperan. Cuando la mujer sale, la rodean, le susurran recuerdos al oído, le cuentan historias de espadas y dragones. La mujer corre desesperada, huye de los murmullos insistentes, tropieza con las raíces. Se oculta otra vez en el hueco de un tronco. Ya no sale. Los fantasmas la esperan. La mujer muere de hambre y de insomnio.

La espada
Permanece clavada en el cadáver de un perro, amenazada de herrumbre.

Breve Poema a la Garrafa

(al carajo con la métrica y la rima)

¿Adonde están las garrafas?
No lo sabemos, no lo sabemos.

Se las llevó Ernestina dicen algunos,
falta butano dicen otros,
se fueron al Mundial dice Niembro,
huyeron del riesgo país dicen A Dos Voces,
huyeron del apocalipsis dice Lilita,
las afanó Sócrates dice Mariano,
problemas de circulación dice Arriaga,
están caracúlicas dice Nelson Castro,
están enojadas dice Ma. Laura Santillán,
se fueron a hacer las lolas dice la Alfano,
me acuerdo de cuando vivía en el interior dice el diputado,
me acuerdo de cuando vivía en el interior dice el senador,
problema de kiosquito dice De Vido,
esas cosas panzonas dice Cristina,
mandan olor feo dice doña Mirta,
¿qué son las garrafas? dice Susana.


¿Adonde están las garrafas?
No lo sabemos, no lo sabemos.

El Página y 6-7-8 nada dicen,
ni Clarín ni La Nación ni Ambito nada dicen.

¿Adonde están las garrafas?
No lo sabemos, no lo sabemos.

Las tienen los chorros hay quien dice.

Otra de espadas y dragones

"¿No ves qué blanco soy, no ves?"
Serú Girán, Eiti Leda.

William Francis Fyrbildere murió de furia. Con el último aliento, entregó su espada a un noble caballero, Sir Patrick McNee, que aceptó así un compromiso de venganza. Otros doce nobles caballeros se le unieron en la batida y salieron en busca del dragón. Partieron hacia el este, más allá del Canal, más allá del Rin, más allá.

En el camino, los nobles caballeros lucharon con osos, lobos, hombres y otros demonios. Fueron atacados, emboscados y despedazados. Murieron de a uno, de a dos, nunca de a tres.

Sir Patrick McNee fue el único en llegar a la tierra que todavía sueñan los druidas galeses. Sus leales perros identificaron el rastro del dragón. Lo siguieron, lo cercaron.

El combate fue colosal, como quieren las historias de espadas y dragones. Lacerado y quemado, Sir Patrick McNee logró arrancar los ojos de la bestia.

En un aullido de furia, el dragón descubrió el pecho. Sir Patrick McNee hundió su espada vengadora hasta el mismo corazón incandescente.

Con la muerte del dragón, hubo un flamear de palomas, un remover de arenas, terror de mangostas e hilos e hilos de zorros, blancos, pánicos, fugaces.

Sir Patrick McNee yace exánime en algún lugar de la tierra soñada por los druidas.

Lucas Pizarro y sus ataques de angustia

"Y acá voy, con mi certificado de loco bajo el brazo, o abrazado a él, contra el pecho un peto, algo. Me molesta su presencia armadura y sin embargo...
 
Me aferro, cómo no aferrarme a este escudo, esta tabla de salvación (paradoja, un escudo que flota: floating down), cómo no poner en él la esperanza de amortiguar un golpe que llegará irremediablemente, una chance.
 
Apuro el paso. Como en las novelas policiales, escucho el palpitar de mi sangre en el lado interno de los tímpanos. O mas bien escucho la dureza atronadora de mi diafragma tenso, el nudo del estómago, no otra cosa que miedo (contra el pecho un peto), dry like a funeral drum, membrana pronta a rasgarse, a dejar fluir hedores de miedo y mierda y médanos mortajas.
 
El futuro es un vacío. El vacío es el Tao."