Manuscritos de Williams S. Burroughs


Extractos de William S. Burroughs de El almuerzo desnudo, The Algebra of Need, The Back Meat, Coke Bugs, y The Exterminator does a good job. 

Vía: My imaginary Brooklyn

Adiós, vivienda de alquiler




Nuestra casa ha sido como el interior de la concha donde el simple grano de arena se convierte en perla. Y llegando a este estado queremos cambiar protección y cobijo por aprendizaje y aventura. El jueves día 1 de noviembre sacamos del castillo nuestros ajuares y dejamos las llaves de entrada en el buzón de la correspondencia.


En noviembre, con los árboles perdiendo sus hojas, nosotras dejamos atrás la comodidad de un hogar fijo para darnos a la vida nómada, buscando horizontes que tengan mucho que enseñar para diseñar un rumbo nuevo. Así que comenzamos por el norte de España con nuestra ruta de visitas y voluntariados en distintos proyectos de autosuficiencia, aprendiendo y viviendo con la gente que ya lleva años haciendo la revolución silenciosa, siendo - como diría Gandhi - el cambio que quieren ver el mundo , buscando una nueva forma de vivir recoja lo mejor del pasado y lo mejor del presente.


De esta experiencia pretendemos recoger información para llevar a cabo nuestro propio proyecto de vida, y eso es lo que va a quedar plasmado en este blog-cuaderno de bitácora a partir de ahora.


Adiós Cuenca, adiós a la calle de la Moneda, adiós a Villa Chulas. 
Llevo toda la mañana eligiendo las peores escenas de mi vida por si, en caso de accidente, viene algún gracioso y me coloca el vídeo de los mejores momentos. 

asustada de mi propia cabeza

Foto vía
Un amigo me ha dejado las llaves de su casa para que le riegue las plantas mientras está de viaje. Su casa es enorme y sin nadie dentro parece mucho más grande. Tiene los techos altos y las paredes del fondo están tan lejos que no apetece acercarse, no vayan a ser de otro. Camino despacio porque, cuando en casa de alguien no hay nadie, el ruido parece un intruso y no quiero asustarme con mis propios pasos. Avanzo por el pasillo reconociendo la casa, hasta que al descubrir la cocina a lo lejos, me sorprendo y retrocedo, no vaya a encontrarme los restos de alguna cena de alguien ajeno y me encuentre ahora con un ladrón junto a la nevera, rebañando los platos. Pero tengo hambre y sé que aquí no puede haber nadie, así que me acerco y me hago un sándwich. Justo cuando estoy acabándomelo, escucho el sonido de la puerta. Alguien gira la llave. En seguida entra y me asusto al pensar que sus pasos son lentos para no hacer ruido, porque oculta algo. Termino mi sándwich mientras escucho el sonido del agua, supongo que saliendo de un grifo.Y los pasos que pronto abren los balcones y el sonido del agua de nuevo. Está regando. Tengo miedo, no sé quién es. Así que decidido hacerle un sándwich y esperarle aquí sentada, junto a la nevera, rebañando los restos de este plato, que deben ser de algún intruso, porque aun están calientes y mi amigo se fue hace una semana. 

extranjera

A veces me siento extranjera en mi propia vida. Turista de tercera, visitante anónima, medio curiosa, medio cansada. Sentada sobre las escalinatas frías de algún templo, observando cómo pasan delante de mí grupos de italianos ruidosos y japoneses en silencio. Mientras paseo sigo esperando que el presente, cada minuto nuevo, se desembale solo del papel de regalo en el que viene envuelto. A veces demasiado grande como para que haya hueco en mi maleta y, a veces, demasiado pequeño para encontrarlo luego en mi viaje de regreso.

El lugar y el momento ideal para escribir, según Jack Kerouac

¿Cuál es la mejor hora y el mejor lugar para escribir?

El escritorio en la habitación, cerca de la cama, con una buena luz, medianoche hasta el amanecer, un trago cuando te canses, preferentemente en casa, pero si no tienes, convierte en hogar tu habitación de hotel, tu habitación de motel o tu almohada.


Vía: The Paris Review