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Un amigo me ha dejado las llaves de su casa para que le riegue las plantas mientras está de viaje. Su casa es enorme y sin nadie dentro parece mucho más grande. Tiene los techos altos y las paredes del fondo están tan lejos que no apetece acercarse, no vayan a ser de otro. Camino despacio porque, cuando en casa de alguien no hay nadie, el ruido parece un intruso y no quiero asustarme con mis propios pasos. Avanzo por el pasillo reconociendo la casa, hasta que al descubrir la cocina a lo lejos, me sorprendo y retrocedo, no vaya a encontrarme los restos de alguna cena de alguien ajeno y me encuentre ahora con un ladrón junto a la nevera, rebañando los platos. Pero tengo hambre y sé que aquí no puede haber nadie, así que me acerco y me hago un sándwich. Justo cuando estoy acabándomelo, escucho el sonido de la puerta. Alguien gira la llave. En seguida entra y me asusto al pensar que sus pasos son lentos para no hacer ruido, porque oculta algo. Termino mi sándwich mientras escucho el sonido del agua, supongo que saliendo de un grifo.Y los pasos que pronto abren los balcones y el sonido del agua de nuevo. Está regando. Tengo miedo, no sé quién es. Así que decidido hacerle un sándwich y esperarle aquí sentada, junto a la nevera, rebañando los restos de este plato, que deben ser de algún intruso, porque aun están calientes y mi amigo se fue hace una semana.