Mostrando entradas con la etiqueta Decrecimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Decrecimiento. Mostrar todas las entradas

El botijo, refrigeración por evaporación


El barro a lo largo de la historia ha sido útil para cocinar, refrigerar y construir. 

En este post no queremos hablar del barro como material de construcción, sino del barro como material para refrigerar el agua por evaporación. 

Un merecido homenaje al botijo y su funcionamiento.


En un botijo el proceso de evaporación se ve favorecido por la porosidad del barro, haciendo que parte del agua se filtre a través de él.

0007351 Agua fresca sin gastar energía, refrigeración por evaporaciónEl grado de enfriamiento depende de varios factores, fundamentalmente del agua que contenga el botijo y de las condiciones ambientales. Si la temperatura ambiente es elevada, el proceso de evaporación será más rápido, no así el proceso de enfriamiento. Si el ambiente es muy húmedo la evaporación se ve dificultada y el botijo no enfriará. 

En condiciones favorables se puede conseguir una disminución de temperatura de unos 10ºC. Eso si, hay que intentar no mojar el botijo por fuera al llenarlo de agua.

Este mismo efecto, al que a partir de ahora llamaremos con cariño "Efecto botijo", es el que se da en las cantimploras metálicas forradas con una tela de fieltro; se moja la tela para que al evaporarse el agua de esta capa, se refresque el agua del interior.

cantimpl Agua fresca sin gastar energía, refrigeración por evaporación
En India es fácil encontrar recintos rectangulares de ladrillos húmedos; se utiliza para preservar los alimentos del calor. El agua se filtra poco a poco a través de la porosidad de los ladrillos y la evaporación de la superficie mantiene toda la estructura fresca.
En Pundjab, se ha probado recientemente una versión mejorada de este sistema, que está más cerca del sistema de recipientes de arcilla que cualquier otro dispositivo. Consiste en una doble pared de ladrillo, con arena húmeda entre ambas. La arena se mantiene húmeda, y toda la sala está cubierta con una alfombra húmeda. Dentro, frutas y hortalizas se mantienen a temperaturas inferiores a 20 ° C. 

La campaña Botijos contra el cambio climático presenta una forma creativa de tener siempre a punto tu botijo
Fuente:

Buscando tesoros



Necesitaremos madera para la construcción de nuestra futura casa. Las vigas y pilares son caros en las tiendas de materiales de construcción, pero siempre existe la posibilidad de buscarles un sustituto jubilado que acepte gustoso una segunda vida laboral a nuestro lado.
Al acto de buscar estos materiales para reutilizarlos en nuestra construcción lo llamamos "buscar tesoros", y en estos meses ya hemos encontrado varios.




La madera es cara y aunque hemos buscado un tipo de construcción que no necesita mucha por el hecho de no tener cubiertas planas, necesitaremos de este material noble para las entreplantas de los domos y para la terraza de unión entre ellos.

Para ello hemos localizado tres tipos de madera de reutilización:

Postes de la luz, aquellos que  nos bailaban unidos de los brazos cuando vamos en coche por carreteras convencionales. Pues bien, estos amigos de madera últimamente están siendo cambiados por postes de metal o de hormigón. Algunos de ellos están en mal estado, pero otros siguen manteniendo su fuerza inicial, ya que son maderas duras, tratadas para aguantar viento y marea a la intemperie. Disponemos de postes de hasta 9 metros a módicos precios gracias a nuestra amiga Miriam, que trabaja en una empresa de electricidad y nos ha rastreado los cementerios de postes.

Traviesas del tren. En Socuéllamos como en otros sitios, hace unos años se desviaron las vías del tren y al cambiar su recorrido la empresa que quitó la vía antigua se quedó con los materiales de desguace. Hemos encontrado traviesas al módico precio de 12 euros. Miden 2.5 metros y son de madera de roble tratada, una pasada de bonitas por no estar pulidas ni barnizadas.
Con  ellas hay que tener un especial cuidado, hubo un momento en que las maderas que se generaban para usos a cielo raso se trataban con creosota, un derivado del petróleo del que posteriormente se descubrió su potencial cancerígeno. Ahora está terminantemente prohibido usar maderas tratadas de esta forma en construcciones, aunque si se pueden usar para exteriores. Muy posiblemente sean los peldaños de nuestra futura escalera para la terraza y los pilares del porche.

Madera de enconfrado, que no es tan bonita como una nueva, pero se puede reutilizar para entarimar entre viga y viga, comprándosela barata a empresas de construcción que ahora tienen menos trabajo y desean deshacerse de los materiales excedentes.


También tenemos quien nos puede regalar esos palets que suelen acabar tirados, pudriéndose a la intemperie, y que bien lijados y nutridos, pueden servir perfectamente para hacer cubiertas y distintos tipos de muebles y utensilios de jardinería.

Además, tenemos algún que otro "tesoro" que no siendo imprescindible para la construcción, hemos recogido creyendo en sus posibilidades futuras, como este carrete de hilo eléctrico que queremos  convertir en una preciosa mesa de jardín.


Matanza en Cuenca


Desde el jueves día 17, hemos estado en Jábaga (Cuenca) echando una mano, pero sobre todo aprendiendo, cómo sacrificar y preparar un cerdo para tener carne todo el año. 
Dani de Veterinarios sin Fronteras ha puesto uno de sus cerditos felices y el espacio para llevar a cabo este ritual ancestral que poco a poco se va perdiendo.


Sabemos que este post puede levantar ampollas entre los más aprensivos y entre los que por filosofía han dejado de comer carne para no ser verdugos de la vida animal. Nosotras comemos carne y por ello creemos que participar en este tipo de acciones es lo más coherente que podemos hacer, porque vivir la muerte del animal que comes, empatizar con su dolor y participar en el proceso de elaboración te hace más consciente, te hace valorar mucho más cada bocado de carne y en última instancia te lleva a consumirlo de una manera más responsable. Estaría bien en nuestro futuro autosuficiente limitar el consumo de carne a aquella que seamos capaces de proporcionarnos por medios propios, sin dinero, sin industrias, sin abusos, en proporciones sostenibles y con actitud respetuosa. Pero para ello necesitamos aprender, porque más allá del trauma infantil y la narración ajena nuestro conocimiento sobre el tema era muy escaso. 

Nos llegó la posibilidad de participar en la matanza a través de la lista de correo electrónico del grupo de consumo de Cuenca Pisto ecológico. Unos días antes de marchar para Cuenca, pasamos por Socuéllamos, donde Julio, el hermano de Laura, nos dijo que Dani le había pedido que llevase a cabo el sacrificio puesto que él, que vive en el campo desde hace 9 años, tiene experiencia como matarife. 
Al final se han apuntado unos cuantos amigos, así que la visita se ha convertido casi en un fin de semana familiar.

El jueves dimos una muerte digna al animal, lo pelamos y lo despiezamos. La carne debe dejarse orear durante 24 horas, así que el resto del día lo dedicamos a pelar, picar y cocer 50 kilos de cebolla para las morcillas de sangre y a pelar y trocear 20 kilos de calabaza para las morcillas de año. 

Mientras se llevan a cabo esas actividades, los veterinarios analizan un trozo del diafragma del cerdo para garantizar que el animal no puede provocar enfermedades como la triquinosis.


El viernes, preparamos las morcillas, para lo cual se habían limpiado las tripas y preparado  el mondongo con todo lo necesario en una artesa de madera: la cebolla bien escurrida, la sangre, la grasa (manteca, velo y entresijos), las especias tostadas (ajo, pimienta, comino, anís, semillas de cilantro y orégano) y por último la sal y  el pimentón. Además se añade arroz recién cocido encima de la grasa para que con el calor se deshaga y se mezcle mejor. Después de embutidas, se cuecen durante 4 minutos antes de colgarlas a secar en un lugar fresco y aireado. También cocimos la calabaza y la dejamos escurriendo.

El sábado se prepararon los chorizos y las morcillas de calabaza o "de año". Para ello se picó toda la carne, separando la mejor para los chorizos y la más sangrienta para las morcillas, se mezcló, se especió y se embutió.


Entre tanta tarea más o menos desagradable, siempre quedan ratos para la risa, la charla o la música porque una matanza tradicional es sobretodo una actividad social, que se realiza en comunidad, y por tanto un espacio para compartir, conocerse... en definitiva vincularse unos con otros.



Como hacer un calentador-cocina solar

Aunque ya hemos subido varios post sobre aparatos solares, gracias a la página de facebook de nuestro amigo mejicano Antonio Rojas, hemos descubierto un filón de video-tutoriales que nos explican paso a paso como llevar a cabo distintas ecotecnias de forma barata y simple, reutilizando basura.
Uno de estos ecoinventos es la cocina-calentador solar:

Hablamos de cocina-calentador porque igual podemos cocinar que calentar un depósito de agua para tener agua caliente en nuestro hogar. 

Los mejicanos de Regener Activo, nos lo explican así de bien en este video:


Muchas gracias a Antonio y a Regener Activo por divulgar vuestra sabiduría.

Además, queremos dejar un sencillo pdf, que nos guía para construir este tipo de cocinas solares paraguas viejo. por Marc Ayats  Plana.

Fresqueras y neveras





Como mantener los alimentos frescos sin necesidad de frigoríficos.

En este post queremos dejar reflejados varios "ecoinventos" de bajo consumo para una casa de campo.



Fresqueras
Las fresqueras existían en todas las casas antiguas antes de tener luz eléctrica. Consiste en un hueco en la pared, solo posible en construcciones de barro o piedra de muros anchos. Es imprescindible que se lleve a cabo en una pared orientada al norte, puesto que es la única cara de la casa a la que no le dará el sol directamente ningún día del año. Si no hay incidencia de sol, las paredes no se calientan y la fresquera cumplirá su función a la perfección.
Una forma de hacer el hueco de la fresquera es dejándole salida hacia el exterior de la casa, luego  se le pone una malla o tela mosquitera para evitar que entren insectos pero garantizando la aireación y evitando así malos olores; otra forma es hacer un hueco ciego que será más fresco en verano.

Sistema de recipientes de arcilla
Se puede hacer una fresquera transportable con solo dos macetas de barro de distintos tamaños. Metiendo la pequeña dentro de la grande y rellenando el hueco entre ellas con arena mojada.














El año 2000, la Fundación Rolex concedió uno de sus premios a Mohammed Bah Abba por esta tecnología.
El sistema consta de dos vasijas, de distinto diámetro, incluida una en la otra. El espacio que media entre ambas, se rellena con arena, que debe mantenerse constantemente empapada para asegurar la humidificación de sus paredes. Las frutas, hortalizas y demás alimentos se colocan en la vasija interior.

La explicación física del proceso de refrigeración es sencilla: el agua contenida en la arena que separa ambas vasijas se evapora hacia la parte exterior de la vasija mayor, ventilada por la circulación del aire seco exterior. El proceso de evaporación comporta una reducción de varios grados de la temperatura de la arena, lo que enfría la vasija interior, retarda la reproducción de los agentes de la descomposición y conserva los alimentos. Gracias a este sencillo método, la conservación de berenjenas, por ejemplo, pasó de 3 a 27 días y la de tomates y pimientos, a tres o más semanas.


Botijos
Y desde aquí queremos reivindicar la recuperación del uso del botijo como la mejor forma de tener agua fresca en verano.
Museo de cerámica
Chinchilla de Montearagón (Albacete)
Es sostenible, barato, limpio y eficaz, pero además es más sano, porque la temperatura del agua es suficiente para refrescar cuando hace calor, pero no tan baja como la que sale del frigorífico o del uso del hielo. Y es que ingerir líquidos muy fríos no es nada saludable, y puede provocar diversos problemas a nuestro organismo.

Enfriando el agua, como en tantas otras cosas, nos hemos pasado.

La cabaña, una construcción con cob

Abrazo´s house es como llaman a la casa grande del proyecto, por su forma semicircular, la fachada principal parece que quiere abrazarte. 

Por asociación, todo el proyecto ha acogido ese nombre, aunque dentro de la parcela tienen distintas construcciones y cada una tiene su nombre. 

En este post, vamos a hablar del proceso de construcción de "la cabaña".

La cabaña es una pequeña construcción con planta en forma de caracola, construida en el centro de la finca.
La Cabaña actualmente
Nuestros anfitriones vivían en Bilbao hasta que compraron el terreno en el valle de Arás (Cantabria). Nunca antes habían tenido una experiencia en bioconstrucción pero tenían claro que querían hacer su casa ellos mismos. Buscaron la posibilidad de traer a alguien que supiese construir con barro y hacer un curso en su propio terreno.
Así fue como empezaron esta aventura. 

Esta construcción les sirvió de vivienda y de primera experiencia en la construcción con cob, pero pronto quedó pequeña para la familia, y a pesar de las ampliaciones, tuvieron que pensar en hacer la casa grande.

Os dejamos este enlace a un video que nos muestra una experiencia en Paraguay de construcción con esta técnica, que servirá para haceros una idea de como se construye usando cob, una mezcla de arcilla, arena y paja, que se diferencia del adobe porque se aplica directamente con las manos, pegote a pegote, sin ladrillos ni encofrados, lo que hace que sea una técnica a medio camino entre modelar y construir.

Proceso de construcción de la Cabaña
Robert y Almudena, tienen un álbum didáctico de la construcción paso a paso de su primera casa, de ahí hemos sacado algunas estas fotos para reflejar en 7 imágenes el proceso.

En la primera fase, hay que construir una zanja para los cimientos que irá rellena de chinarro para que las aguas drenen por debajo de la casa.

A partir de ahí hay que hacer una construcción de más o menos un metro de piedras grandes, rellenando los huecos con piedra más pequeña y mezcla de arcilla. Esa piedra se recubrirá con cob y a partir de ella se empieza a construir con ese mismo material. Nuestros anfitriones hacen la mezcla en lonas grandes pisando con los pies descalzos la mezcla hasta homogeneizarla.



Es importante ir pinchando con un palo o con los dedos la mezcla que se vaya añadiendo a la pared para integrarla, entrelazando las fibras de paja de lo que se va poniendo en las partes superiores con las partes inferiores.

Planta de caracola
La estructura inicial de la cabaña era de unos 15 metros cuadrados en forma de caracol para la cocina y sala de estar, con una semi segunda planta para dormir. 
En la quinta foto de la serie anterior, las vigas que cruzan la caseta circular son el futuro suelo de la entreplanta que usan como dormitorio.

Segunda planta, el dormitorio










Detalles de las ventanas-estantería




El cob, como se aplica a mano, es una técnica muy escultórica que da la posibilidad de hacer cosas muy curiosas al construir las casas, como huecos que servirán de estanterías, sofás de obra, ventanas de distintas formas...



Techo recíproco
El techo es de madera y está hecho de una forma muy especial. Este tipo de cúpulas se llaman techos recíprocos o infinitos, porque no empiezan y acaban en ningún sitio. Todas las vigas van apoyadas unas en otras, sin que exista una viga dominante o que aguante más peso.

Por fuera, el tejado es verde. El entarimado entre las vigas recíprocas lo han hecho con listones de madera sin tratar (primeras tiras de madera que las empresas madereras quitan porque llevan parte de corteza) impermeabilizadas por fuera con aceite de motor (más barato que el aceite de linaza) y recubiertas con caucho. A partir de ahí, prefirieron poner paja y esperar su compostaje para tener vegetación a subir la tierra a mano.
Planta actual

Esta construcción ha ido ampliándose durante estos años para hacer más cómoda la vida de la familia en un espacio tan pequeño. Por lo que alrededor de la Cabaña tenemos una estancia para la cocina, otra para el baño, y el porche.

En el siguiente enlace puedes hojear el manual de construcción de la cabaña.

Estancia principal




Nuevo voluntariado en Abrazo House




Cambiamos de valle. 
Por recomendación de Erika, Íñigo y Miren, nuestros anteriores anfitriones, hemos venido a parar al Valle de Aras, Cantabria, a hacer nuestro próximo voluntariado a pocos kilómetros del anterior. 

Abrazo House, un centro de estudios ecológicos en el norte de España. Su  objetivo es aprender a vivir bien y de una manera sostenible, en armonía con el lugar, y ayudar a otros a hacer lo mismo, divirtiéndose en el proceso.

Desde el 2005, han construido la casa principal (aún en construcción, con paja y cob), una cabaña y una casita de niños, todas ellas a bajo coste,  usando principalmente materiales reciclados y naturales: tierra, paja, piedra, madera..., con mucha dedicación y ayuda de voluntarios de todo el mundo. 



También han comenzado el proceso de convertir el terreno (0.8 ha de  prado) en un paisaje comestible diverso, productivo y de bajo mantenimiento.

Abrazo House es un proyecto en curso, ambicioso, y en fase de creación permanente que sigue necesitando cada día de voluntarios con ganas.

Gracias chicos de Abrazo House por abrirnos las puertas de vuestra casa que abraza.

"Lau Haizeta" en Karrantza




Documentación sobre el proyecto Lau Haizeta (Cuatro Vientos) que nos han proporcionado Erika y Pedro, nuestros anfitriones en el Valle de Karrantza y orgullosos propietarios de una de las casas de paja.

Experiencias colaborativas en construcción con paja

Para conseguir instalarnos en el campo y realizar nuestro proyecto de auto-construcción de las viviendas bajo un criterio ecológico, decidimos desarrollar un tipo de trabajo colaborativo mediante voluntari@s. Las viviendas levantadas con fardos de paja están auto-construidas mediante la colaboración con más de 200 colaboradores. Unos mediante la red internacional WWOOF y otr@s mediante la red estatal de construcción en paja. El aprendizaje que ofrecemos se basa en la experiencia directa y práctica: experimentar de primera mano la autogestión de los recursos, vivir de la mayor forma ecológica que podamos y empoderar(nos) a las personas mediante la autoconstrucción y la filosofía del "hazlo tú mismo". Compartimos nuestra comida casera, en su mayoría ecológica y vegana. Y para el alojamiento disponemos de una habitación para invitad@s en una de las casas de paja.




UNA APUESTA POR UNA EXPERIENCIA DE AUTOGESTIÓN VITAL: CONSTRUIR LA VIVIENDA CON CRITERIOS ECOLÓGICOS.

Un proyecto en proceso en el Valle de Karrantza, en el extremo más occidental de Bizkaia, sin resultados todavía, pero con intenciones y con experiencias vividas.

Creación contemporánea y medio rural


KarraNTZA está en proceso porque realmente se están construyendo físicamente las infraestructuras necesarias sobre el terreno,  pero también porque se está construyendo conceptualmente, repensando lo que queremos hacer desde la práctica artística. No queríamos ir a un entorno rural con una idea diseñada y cerrada desde la ciudad, porque creemos que de esta forma lo pensado y lo experimentado pueden convertirse en algo forzoso. Las cinco personas que formamos parte de este proyecto, hemos crecido en un entorno urbano y las experiencias creativas que hemos desarrollado han sido en este contexto. Tenemos la sospecha de que lo que hagamos como creadores en el medio rural va a ser diferente a lo que hacíamos en la ciudad, sobre todo en lo referente a plantear proyectos colaborativos con la comunidad existente o actuaciones en el espacio público. Será el resultado de la experiencia del vivir y compartir con lo local, lo que vaya descubriendo cómo podemos desarrollar procesos creativos en este medio. Escuchando necesidades, se pueden plantear formas útiles que desde las prácticas artísticas puedan ayudar al medio rural  y viceversa.

Agroecología.

Tenemos claro que queremos cultivar la tierra para comer y en parte poder vivir de ello dignamente. Entendemos el comer, o la comida o el acto de producir esa comida como un acto político de enorme responsabilidad. Si la comida proviene de un medio donde se explotó a la tierra, a las plantas, a los animales y a las personas que la trabajaron, favorecemos esa explotación. No queremos contribuir en ninguno de estos procesos y además queremos plantear que cambiar estas condiciones, aportando alternativas reales, es posible. Desarrollamos un proyecto agroecológico que se entronca con su entorno, apostando por la producción ecológica y el desarrollo de relaciones de apoyo mutuo con nuestra comunidad. Llevamos el concepto de ecología no sólo al huerto sino que entendemos lo ecológico de una forma global, apostando por una distribución alternativa de los productos (grupos de consumo- confianza o mercados locales).

DIY y autoconstrucción

Creemos en el háztelo tu mismo, pero no lo concebimos si no es rodeándonos de gente que como nosotrxs crea que mediante el apoyo mutuo y la colaboración, los proyectos más difíciles y arriesgados pueden salir adelante. Pensamos que si se cree en algo, se es capaz de conseguirlo. Solo hay que proponérselo y trabajar para conseguirlo. La autoconstrucción ejemplifica esto, es construir una misma lo que necesita. Es una cuestión de ingenio, paciencia y trabajo. Lógicamente en el proceso de construcción de una edificación, es necesario que un arquitecto se encargue de los aspectos más delicados que requieran conocimientos especializados, pero eso no supone delegar totalmente el trabajo de construcción, como usualmente sucede. Entendemos así la construcción propia de las infraestructuras que necesitamos como un episodio más de autogestión de la vida, para ser protagonistas de ella. La construcción con un material como la paja permite democratizar el proceso constructivo haciéndolo accesible a cualquiera porque lo simplifica y lo abarata.

Recientemente hemos levantado la tercera edificación del proyecto siguiendo criterios bioclimáticos y de autoconstrucción haciendo un llamamiento a la colaboración mediante voluntarios. La casita  está destinada a ser un espacio común de las dos casas q contará con horno de leña y panadería, cocina, despensa, etc. Esta edificación ha permitido en un corto espacio de tiempo (2 meses) repetir todas las fases del proceso constructivo desarrollado en las viviendas, desde los cimientos en termoarcilla hasta el revoco en cal, pasando por la construcción de las paredes con balas de paja y el tejado vivo.

Al llamamiento que hicimos, vinieron más de cincuenta colaboradores, entre voluntarios a los que no conocíamos, amigos y familia. En su mayoría, los voluntarios eran arquitectas, ingenieros, y personas interesadas en desarrollar proyectos similares en sus lugares de procedencia. Algunos venían con grandes conocimientos de bioconstrucción, otros nunca habían hecho masa en su vida. Unos utilizaron sus dos semanas de vacaciones para participar en el proyecto, otros no las tenían y venían cada fin de semana. Lo que era común en todos eran las ganas de aprender y compartir. También lo contentos que se iban por lo experimentado y por los lazos generados. Gente que no se conocía, pero que al ponerse a trabajar en un objetivo común creaba sinergias y empatías entre todos. Si no hubiéramos hecho este llamamiento a la participación colectiva, la construcción de esta edificación hubiera sido mucho más lenta, cansada y costosa.

Un agradecimiento sincero a todas las personas que han colaborado ofreciendo su tiempo, sabiduría, sudor y simpatía.  Y a las que siguen apoyando esta aventura, haciendo una vez más que la utopía sea realidad.

Nuestro primer voluntariado en bioconstrucción

 

Llegada al Valle de Carranza, o Karrantza. Una inmensidad verde y preciosa que nos acoge con un excelente sol primaveral. Desde que llegamos a Euskadi nos ha acompañado un tiempo perfecto, ¿Será una señal?


Nuestro destino son dos casitas de paja unifamiliares ubicadas en un barrio llamado Cezura, al que llegamos después de muchas preguntas a los habitantes del Valle.

Nos recibe Erika, la dueña de una de las casas; con ella es con quien hasta ahora habíamos estado cruzando mails. Nos espera vestida de faena. Está terminando de rebocar una pared y por la hora que es, nos pide que vayamos dando una vuelta para reconocer el terreno mientras ella aprovecha los últimos minutos del día para terminar su tarea.

Las casitas son un sueño (no ponemos fotos de los interiores por petición expresa de sus dueños, pero son como para darle con un canto en la frente a todo aquel que piensa que bioconstrucción y ruralidad están reñidos con comodidad y belleza). 


Las casas están construidas y super equipadas para la vida, pero nuestros anfitriones están haciendo una ampliación circular alrededor de la construcción inicial, que les servirá de estudio para sus trabajos artísticos y sobre todo el ventanal sur será la base de la calefacción bioclimática que calentará buena parte del interior de la casa.

Mañana empeza nuestra aventura, ya que por ahora nuestro voluntariado en Carranza que comienza hoy, se ha limitado a recoger un termo que Erika dejó en un pueblo por el que pasábamos de camino, tirar la basura y recoger el correo. A cambio, tenemos una habitación de invitados preciosa con cama de matrimonio, una cena riquísima y la espectativa de vivir dos semanas aprendiendo mucho en este valle, que es el mismísimo paraiso.

Primera parada en nuestro ecotour




A partir del día 15 de noviembre nos esperan en Bizkaia, en el Valle de Karrantza, para trabajar de voluntarias en la fase final de la construcción de una vivienda de paja.



Nuestros anfitriones están desarrollando un proyecto de vida sostenible en el medio rural, autoconstruyen sus viviendas, con la colaboración de voluntari@s, con criterios ecológicos y bioclimáticos. El material de construcción base son los fardos de paja y las casas funcionan de forma autónoma energéticamente mediante placas fotovoltaicas.

En estos momentos están cerca de acabar las viviendas para empezar a dedicarse al cultivo de la tierra, a la investigación agroecológica, a hacer pan, conservas, remedios naturales con plantas, jabón, cerveza, organizar talleres...

Lo que queda por hacer y en lo que ayudaremos como voluntarias, será:
  • Revocar de arena y cal las paredes levantadas durante el verano.
  • Acabar el tejado verde 
  • Diseñar un aquatron casero
  • Trabajar el sistema de lagunaje ecológico de las aguas grises de las casas.
Estas actividades de construcción ecológica se conjungarán también con los trabajos cotidianos como la preparación de la leña para el invierno...

Compartirán a cambio con nosotras su comida casera, en su mayoría ecológica y vegana, y nos alojarán en la habitación de invitados.

Desde aquí os damos las gracias, por darnos la posibilidad de compartir y aprender con vosotros de lo que será, sin duda, una gran experiencia.

Adiós, vivienda de alquiler




Nuestra casa ha sido como el interior de la concha donde el simple grano de arena se convierte en perla. Y llegando a este estado queremos cambiar protección y cobijo por aprendizaje y aventura. El jueves día 1 de noviembre sacamos del castillo nuestros ajuares y dejamos las llaves de entrada en el buzón de la correspondencia.


En noviembre, con los árboles perdiendo sus hojas, nosotras dejamos atrás la comodidad de un hogar fijo para darnos a la vida nómada, buscando horizontes que tengan mucho que enseñar para diseñar un rumbo nuevo. Así que comenzamos por el norte de España con nuestra ruta de visitas y voluntariados en distintos proyectos de autosuficiencia, aprendiendo y viviendo con la gente que ya lleva años haciendo la revolución silenciosa, siendo - como diría Gandhi - el cambio que quieren ver el mundo , buscando una nueva forma de vivir recoja lo mejor del pasado y lo mejor del presente.


De esta experiencia pretendemos recoger información para llevar a cabo nuestro propio proyecto de vida, y eso es lo que va a quedar plasmado en este blog-cuaderno de bitácora a partir de ahora.


Adiós Cuenca, adiós a la calle de la Moneda, adiós a Villa Chulas. 

Nuestros mayores: libros de historia interactivos




Dentro del Encuentro de Pueblos en Transición de Valdepiélacos, tuvimos el gusto de tener una reunión con las personas mayores del pueblo, con los que tuvimos una charla entre risas, recuerdos y planes para un futuro mejor.





El sábado por la tarde, los organizadores del Encuentro de Pueblos en Transición de Valdepiélagos, nos tenían preparada una agradable sorpresa.
Lo que ellos llamaban el Taller de mayores se convirtió en una experiencia de memoria historica, en la que tres de los mayores del pueblo compartían con todos nosotros sus vivencias de infancia, sus reflexiones sobre el mundo actual y según ellos, los retos a los que nos enfrentamos en estos nuevos tiempos, los que creemos en el decrecimiento como opción.

Es importante para el futuro hacer un buen sofrito con lo mejor de otros tiempos y lo mejor del nuestro, y para ello tenemos entre nuestros ancianos pozos sin fondo de conocimientos valiosísimos. Con ellos pasamos una hora y media de debate y risas de lo más entrañable. 
Muchas gracias.