Útiles y no tan útiles cosas que aprendí en este Huaira

Este año una vez más pasé el feriado de carnaval de la única manera que se me ocurre: en estado alpha y en la carretera. Bueno, más bien la aventura aparece cuando te separas de las vías principales y tomas un camino vecinal. Ahí cambia todo: el ambiente, los tiempos y los paisajes.

Esta vez corroboré que los paisajes que más me gustan son los de las estribaciones andinas, porque en sus desniveles de cientos de tonos de verde y azul mis pensamientos se pierden y viajan tranquilos e incansables. Y vaya si necesitaba pensar...

Cuando a esos retazos de lienzo que pasan fugaces por tu ventana les añades buena música de fondo ya el viaje, la movilización y las incomodidades están más que pagados. Pero si además tienes la posibilidad de conversar de lo que sea con un amigo, entonces sí es un privilegio.

Como es un privilegio el silencio, ese silencio que en la ciudad nunca llega, que se ahoga entre ronroneo de autos y parafernalia urbana. El silencio de la naturaleza, plagado de sonidos a los que casi nunca prestas atención. Un silencio que te acompaña y te permite pensar.

Me llenan de fe esos actos genuinos y desinteresados de gente que no te conoce, que sin más te invita a tomar una agüita en su casa. Que quiere conversar contigo y que esta ávida de comunicarse. De gente capaz de alimentarte a la media noche sin cuasi conocerte. Simplemente hermoso; el mejor condimento, la buena voluntad y su hospitalidad.

Aprendí que si quieres darle una textura distinta al relleno de las empanadas de viento le puedes añadir arroz cocido al queso, como lo hacen en Urcuquí.

Y ahora sé que carnaval es época de choclos en el norte y que los campos de Imbabura lucen las flores de los pencos (ágabes, cabuyas, etc) como separaciones vivas entre terrenos.

Sé que mucha de la fuerza que me sostuvo durante la travesía viene de la gente que me quiere y que estuvo pendiente todo el tiempo de nosotros. La inmediatez de las telecomunicaciones me permitió recibir esa energía. Gracias por estar pendientes.

Aprendí eso y mucho más, recordé muchas más cosas y corroboré otras. Vuelvo al día a día con ganas de carretera y de viajes con la gente que quiero. Y por supuesto, a por la misma dosis el próximo año.



¡¡Gracias equipo por esta magnífica experiencia!!

.::: EnErO - fEbrErO :::.

Volviendo de Iquique...
sin ganas de volver, pero como siempre, cagaron se me funaron las vacaciones.
se me fue a la mierda el cosquin... todo mal!
laboralmente cada dia con mas peso y demostrando que definitivamente soy mejor que que el promedio de los monos...
ultimamente ando muy pegado con una banda...

LAS PASTILLAS DEL ABUELO

EL ENANO

No se quema con basura, siempre algo hay en su galera
vive loco en su cordura, y siente mas q cualquiera
su droga es vivir a pleno, se pica con humildad
fuma consejos ajenos, y aspira sinceridad
l
a vida lo educo a los bastonazos

y a veces la muerte tambien

tuvo como profesor a un diablo bien pirata que

le enseño q en la vida no siempre es ganar
el lo aprendio, lo mastico y por fin
supo llorar...

y un bobo muerde el anuzuelo, ese q te hace olvidar
como un dolor con consuelo, y cree q muerde caviar
pero este enano demente, sabe q la papa esta en
no pregunta por el morfi, sino en comer y disfrutar

la vida lo educo a los bastonazos
y a veces la muerte tambien

tuvo como profesor a su angel de la guarda que
le enseño que un fracaso no siempre es perder
el lo aprendio, lo mastico y por fin
supo reir...

y hoy el diablo y aquel angel ven al pequeño saltamontes
rompen paredes con el bocho una vez mas
van a brindar, por lo q fue su mayor creacion de integridad




Variaciones sobre un mismo tema

...no sólo desnudo: despellejado, privado de la más mínima superficie que establezca un límite y un contorno, tensión superficial, arrojado a la deriva, desmembrado, descuartizado, desecho en madejas, trozo de trozo de trozo, nimiedad cósmica, polvo de estrellas, partícula que sólo aporta número al universo, polvareda que un esfuerzo de la vista o un efecto de la distancia puede presentar como una cosa indivisa, una mosca, por ejemplo, y no el caos espantoso de millones de partículas mutuamente indiferentes...

Tertulia


"Pensar es hablar con uno mismo,
gracias a haber tenido que hablar con otro."
Miguel de Unamuno

Y resulta que algunas veces la mejor parte es la de compartir con alguien más. Conversar, sentirnos identificados, saber que con todas las singularidades que se encapsulan en ese otro ser humano, hay un nexo, algo que nos permite reconocernos en él, por más disímiles que seamos en apariencia y convicciones.

Y son esos momentos los que me mantienen a flote en este mundo incomprensible. Gracias a quienes tienen la paciencia de compartir conmigo silencios y palabras. Anécdotas y sueños. Otras visiones de la misma escena, tan válidas y verdaderas como la propia. Gracias.

Janos

Las postrimerías de enero. Días, mañanas y tardes. Trabajo e incertidumbre. Esperar y hacer. Aunque le toca a la vida mover las fichas del tablero de juego, no he descansado...sigo jugando en otros frentes; porque no importa cuanta desesperanza te rodee, debes seguir. Destruirte, reconstruirte, seguir, avanzar y aprender en cada tropiezo y en cada acierto. No parar, ir más lento o más rápido, pero no parar. Porque no hay meta, pero sí nuevos puntos de partida para dejar que las cosas discurran, sean.

Así que a ponerle ganas al nuevo mes que comienza y ha seguir esa dirección difícil...aquella que usa el salmón y a sonreír con esos minúsculos hechos cotidianos que solemos dejar pasar sin prestarles atención y que pueden ser maravillosos.

Alguien tiene que ser el malo


273. ¿A quien llamas malo? - Al que quiere avergonzar siempre.
274. ¿Qué tienes por lo más humano? - Ahorrar a alguien la vergüenza.

275. ¿Cuál es la señal de que se ha alcanzado la libertad? - No tener vergüenza delante de sí mismo"
Nietzsche, La Gaya Ciencia.


La clave (o la trampa), en el fragmento de arriba, está en la palabra "humano": ese adjetivo puede entenderse en un sentido positivo o en uno negativo. Pensamos nietzscheanamente si vemos el tinte peyorativo que esa palabra tiene ahí. Lo humano, consta hasta en la Wikipedia, es algo que para Nietzsche debe ser superado. Una herramienta para eso es la malignidad.

La malignidad, entiendo, sería la fuerza que hace salir de sus escondrijos a los compasivos, a los que están dispuestos a ahorrar a alguien la vergüenza, a permitirle a quien no ha alcanzado la libertad, no otra cosa que un esclavo, pasar por alto su condición. Una suerte de concepción instrumental de la malignidad.

Hay quienes que para convencerse de que han alcanzado la libertad salen a la caza de miserables para humillarlos, para no ahorrarles vergüenza. Convertir eso en una disposición proactiva, buscar en todos y cada uno la falla (y sabemos que a cualquiera que se mire lo suficientemente de cerca...), no deja de parecerme una forma menor de ejercer la voluntad creadora. En otro lugar de la Gaya Ciencia, Nietzsche dice:
"¿El mal es necesario? (...) Estos jóvenes quieren que les venga de fuera, o fuera se les ponga visible, no la felicidad, sino la desgracia, y su imaginación se esfuerza en hacer de ella un monstruo para ponerse en seguida a lidiar con él. (...) Ni saben qué hacer de sí mismos y por eso escriben en la pared las miserias de los demás; siempre necesitan a los demás."
Me quedo pensando en esa paradójica manera de depender de los demás, quizás todavía, e irremediablemente, humano, demasiado humano.