Lo que se dijo en Twitter sobre el Seminario de Marketing en la UTDT

En este PDF encontrarás lo que twittearon (bajo el hashtag #utdt) los asistentes al seminario sobre Aplicaciones que potencian el uso de Twitter y Facebook que se realizó el 31 de Marzo 2011.




Muy pronto publicaremos las presentaciones de los spkeakers.

Update:
Presentación de Ariel Tiferes @gauyo




Lic. María Soledad Balayan

Equipo de conducción de La Di Tella Marketing Club

Seguinos en Twitter: @marketingutdt

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Hablando de jazz...

John Coltrane no es un estilo. No es una técnica, un estudio de armonía, un instrumento o tal o cual ensamble. John Coltrane es un estado de ánimo. Infinidad de músicos lo han diseccionado y estudiado y son capaces hoy de acompañarnos en un humor coltrane. Pero claro, a Coltrane le queda el mérito de haber desembarazado a ese sonido de todo lo que le sobraba y haberlo puesto ahí, sobre las mesas de los bares.

A ver, probemos por la negativa: el ánimo coltrane no es blue, no es melancólico, no es cuelgue cannábico, no es pena. No es sino un ánimo coltrane, un tono muscular ligeramente bajo y una sonrisa mas bien irónica. Para dejarse mecer en este humor es cuestión, siempre, supongo, de encontrar el bar adecuado. Porque cuando esta forma del jazz se toca en otro ámbito que no sea un bar, algo del encantamiento se rompe -los bateristas no los tocan, pero el ruido a vasos es consustancial y necesario.

Hoy ando así, medio coltrane.



(El coso de Goear me ha dejado a pie y no logro hacerlo andar. Aqui está la canción)

The message of the medium

Leyendo leer a Vero, escribo...

Tu lectura de El ruido (te lo concedo) y la furia me está resultando un ejercicio (por interpósita persona) iluminador.

Porque me hace pensar en mi propia lectura. Yo la novela la leí dos veces, y aún así multitud de cosas, veo, me quedaron en el aire, confusas o definitivamente mal entendidas. Sin ir muy lejos, yo estaba dispuesto a creer la confesión de (he) Quentin. Es más, estaba dispuesto a suponer que (she) Quentin era efectivamente hija de su tío (me reservo la opinión, que no sabría sostener con una argumentación, de que Caddy bautiza a su hija con el nombre de su hermano para decirnos que, de alguna manera, es una hija de él).

Al contrario que vos, que te armaste de recursos para disipar la oscuridad, yo la acepté mansamente y me dejé confundir. Si no me engaña la memoria (que últimamente me está funcionando de maneras anómalas y caprichosas, al menos desde el punto de vista de mi Ego), es Borges quien dice, creo que en algún prólogo, que al leer a Faulkner uno no sabe qué pasa, pero sabe que lo que pasa es terrible.

Me dí cuenta, por ejemplo, de cuán imposible me resultaba contarle a alguien esta novela. Si me preguntás, no tengo idea de qué pasa en El ruido y la furia, cuál es su anécdota. Pero no tengo dudas de que lo que sea que pase es terrible.

Yo salí, de esa novela, como quien experimenta el ruido estremecedor de un temporal que lo atrapa en la playa, con la sensación de miedo y fascinación y exceso inasible que produce la tempestad desatada cuando uno la mira desde la costa, golpeado por el viento y sabiendo que está, a causa de una circunstancia muy pero muy frágil (una circunstancia muy pero muy frágil), a salvo de la furia del mar.

Yo no sabría sostenerlo con una argumentación, pero coincido con lo que decís: fue la mejor novela que leí en mucho tiempo.

De las extensiones del hombre

Hay algo que me gusta de cierto jazz y es el recurso a la economía en las herramientas. Comparen a Billy Martin, en este video, con el Bill (oia, dos Williams) Bruford del video de hace unos días.

Ese minimalismo de la prótesis, esa renuncia a buscar el efecto en la plétora de accesorios, me parece algo encantador y poderoso del género. Claro que es algo que no es exclusivo del jazz, ni mucho menos, pero reparo en ello ahora, a la escucha de Medeski, Martin & Wood.

No hablo de "autenticidad" o de "pureza" ni nada de eso, hablo de las limitaciones que nos damos para desafiar nuestra libertad. Como decía con cierto mal gusto Borges acerca de la censura, aquello de que estimula la creatividad del artista, la economía de recusos fuerza la imaginación.

Amables contertulios, a su salud, Medeski, Martin & Wood, digamos que apenas un trío de jazz.

Top mantra

Reparo en que este blog ha ido deviniendo en las últimas semanas cada vez más un blog sobre (ante, bajo, cabe, con) música.

No luchar: bienvenido el ciclo.

Ommmmm

Getting stone

(Recuerdo). Me tomó sus buenas horas, pero al final lo logré. Estaba tan hasta las pelotas que no sabía qué pensar. Cargué con eso por días, jugando pequeños jueguitos y haciendo como si pasara el tiempo sin prestarle atención. Entonces, observándolo para saber si aún me gustaba, lo hice...

(Me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito a mi mismo cuando estoy bajo presión, me repito...)

Y cuanto más lo observo, más me gusta. Creo que es jodidamente bueno.

La cuestión es que no importa qué tan detenidamente lo estudie, qué tanto lo desmonte o lo despiece: sigue igual a sí mismo.

Me gustaría que pudieras verlo.



I like it!!