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Casa de paja bioclimática, una vuelta de rosca

Esta casa forma parte del proyecto "Una receta para vivir" realizado por estudiantes japoneses de la Universidad de Waseda. La iniciativa se presentó en el marco del Concurso de arquitectura LIXIL 2011 y dos años después, sigue causando éxito en internet. El furor se debe a que estos jóvenes han logrado que una singular vivienda de paja pueda producir calor a través de la agricultura de fermentación.


Los estudiantes Masaki Ogasawara, Keisuke Tsukada y Erika Mikami, afirman que la casa tiene un diseño sencillo que le permite integrarse al paisaje de la granja de Taiki-cho, en Hokkaido donde se encuentra ubicada.

La casa es amigable con el entorno, combina aspectos rústicos con modernos, sus diseñadores promueven una estética orgánica. Su estructura permite una adecuada calefacción sin necesidad de consumo de energía: durante los meses de verano, para evitar las altas temperaturas comunes de esta época, la paja que se deposita en paneles de acrílico recibe el calor del sol y se seca liberando un vapor frío. Mientras que en invierno, la paja se transforma en abono para generar calor mediante el sistema bokashi, un método de fermentación japonés que no genera olores. Este compost implementado por los japoneses puede producir una temperatura de hasta treinta grados durante cuatro semanas.

El hogar ecológico posee una arquitectura mutable de acuerdo a los meses del año, adaptándose a la variación de las temperaturas, mediante un proceso natural, gracias a la paja. Este material se cambia un par de veces al año y es utilizada para alimentar al ganado.

Fuente: "Espacio sustentable". Blog de cultura ambiental que promueve hábitos de vida sostenible.

La casa de los niños




Otra de las construcciones naturales que podemos conocer en abrazo's house es la casa de juegos.

Una casita "tamaño niño", construida con balas de paja y reciclando todos los restos de las otras construcciones.


Se construyó en medio del proceso de construcción de la casa grande para distraer de los problemas constructivos del edificio principal a los adultos y volver a jugar a la construcción desenfadada.

First course of foundation blocks
Cimientos
Llevaban tiempo pensando en construir una casita de juego para las niñas, hasta que un día Rob se dio cuenta que tenían todo los materiales necesarios para construirla: bloques de cemento y arena para la cimentación, estacas de bambú para las paredes, balas de paja, tablas de encofrar para el techo, baldosas de colores para el suelo. Lo único que tuvo que comprarse para llevar a cabo el minipalacio de los juegos, fue el plástico para el tejado (de unos 32 euros de precio). 
Estiman que el precio total de la casita no supera los 300 euros.



a nice big south facing window
Estructura
El tejado está construido con las maderas de encofrar recicladas, que sobraron en la construcción de la casa grande. La estructura de este techo está basada en la forma constructiva de los tejados de las casas de los indios navajos. Colocando las maderas en octógonos cada vez más pequeños, degenerando en cuadrados en el centro. Este tipo de tejado se construyó para experimentar. Antes de colocarlo en su sitio probaron su resistencia colocándolo directamente sobre los cimientos y subiendo encima a 10 personas adultas, la estructura funcionaba a la perfección.

Playhouse in the rain
Aislamiento del tejado

Playhouse roof model
Tejado basado en los indios Navajos
El aislamiento del tejado se hizo con dos plásticos negros entre los que se colocó una ancha capa de paja. Encima del segundo plástico se depositó otra capa de paja para que fuese compostando con la lluvia y generar una cubierta verde.


Hoy, alrededor de cuatro años después de su construcción, la casa de jugar tiene humedades. 
Robert sabe que es por los cimientos, no se hicieron bien. Gracias a esta equivocación suya, todo el que pase de voluntario por la casa que abraza, sabrá de la importancia de hacer unos buenos cimientos con chinarro para el drenaje y a poder ser de piedra, para evitar las filtraciones de agua a las balas de paja.
Esas humedades están picadas y a la espera de ser reparadas con cob. Aun así la casa sigue siendo bien estable y la ofrecen como alojamiento a los voluntarios que, como nosotras, van a visitarlos en las épocas del año más frías.

Nora y Sofia, las hijas de la pareja,
 enseñandonos orgullosas su casa de juegos

Nuevo voluntariado en Abrazo House




Cambiamos de valle. 
Por recomendación de Erika, Íñigo y Miren, nuestros anteriores anfitriones, hemos venido a parar al Valle de Aras, Cantabria, a hacer nuestro próximo voluntariado a pocos kilómetros del anterior. 

Abrazo House, un centro de estudios ecológicos en el norte de España. Su  objetivo es aprender a vivir bien y de una manera sostenible, en armonía con el lugar, y ayudar a otros a hacer lo mismo, divirtiéndose en el proceso.

Desde el 2005, han construido la casa principal (aún en construcción, con paja y cob), una cabaña y una casita de niños, todas ellas a bajo coste,  usando principalmente materiales reciclados y naturales: tierra, paja, piedra, madera..., con mucha dedicación y ayuda de voluntarios de todo el mundo. 



También han comenzado el proceso de convertir el terreno (0.8 ha de  prado) en un paisaje comestible diverso, productivo y de bajo mantenimiento.

Abrazo House es un proyecto en curso, ambicioso, y en fase de creación permanente que sigue necesitando cada día de voluntarios con ganas.

Gracias chicos de Abrazo House por abrirnos las puertas de vuestra casa que abraza.

Encalando y lijando

 
Los dos primeros días de voluntariado dedicados a encalar las paredes para impermeabilizarlas, y a raspar, limpiar y lijar la estructura de madera y así dejarla preparadita para un baño en aceite de linaza.


La  cal se utiliza en todo el proceso de reboco, primero mezclada con agua y arena, formando una masa con la que recubrir las paredes de balas de paja (que son la base de la construcción de estas casas). Esa fase ya la han llevado a cabo los voluntarios que han estado ayudando durante todo el verano.

Nosotras también estamos usando cal, pero en esta ocasión como recubrimiento líquido. Se mezcla solo con agua hasta conseguir lo que llaman "lechazo", podeis imaginar el aspecto que tiene:quido y blanco como la leche. Esta mezcla extendida con brocha sobre el reboco de cal y arena sirve de impermeabilizante ecológico para las paredes de la casa. Algo muy importante en estas tierras donde llueve 8 meses al año. Es importante dar esta mezcla cuando las paredes están en sombra, puesto que el sol acelera el proceso de secado y cuartea la cal.

Además, y como parte importante de este proceso de impermeabilización de la construcción, hemos estado preparando las estructuras de madera de la casa para huntarlas con aceite de linaza,que previene la degradación del material por las inclemencias del tiempo.  



"Lau Haizeta" en Karrantza




Documentación sobre el proyecto Lau Haizeta (Cuatro Vientos) que nos han proporcionado Erika y Pedro, nuestros anfitriones en el Valle de Karrantza y orgullosos propietarios de una de las casas de paja.

Experiencias colaborativas en construcción con paja

Para conseguir instalarnos en el campo y realizar nuestro proyecto de auto-construcción de las viviendas bajo un criterio ecológico, decidimos desarrollar un tipo de trabajo colaborativo mediante voluntari@s. Las viviendas levantadas con fardos de paja están auto-construidas mediante la colaboración con más de 200 colaboradores. Unos mediante la red internacional WWOOF y otr@s mediante la red estatal de construcción en paja. El aprendizaje que ofrecemos se basa en la experiencia directa y práctica: experimentar de primera mano la autogestión de los recursos, vivir de la mayor forma ecológica que podamos y empoderar(nos) a las personas mediante la autoconstrucción y la filosofía del "hazlo tú mismo". Compartimos nuestra comida casera, en su mayoría ecológica y vegana. Y para el alojamiento disponemos de una habitación para invitad@s en una de las casas de paja.




UNA APUESTA POR UNA EXPERIENCIA DE AUTOGESTIÓN VITAL: CONSTRUIR LA VIVIENDA CON CRITERIOS ECOLÓGICOS.

Un proyecto en proceso en el Valle de Karrantza, en el extremo más occidental de Bizkaia, sin resultados todavía, pero con intenciones y con experiencias vividas.

Creación contemporánea y medio rural


KarraNTZA está en proceso porque realmente se están construyendo físicamente las infraestructuras necesarias sobre el terreno,  pero también porque se está construyendo conceptualmente, repensando lo que queremos hacer desde la práctica artística. No queríamos ir a un entorno rural con una idea diseñada y cerrada desde la ciudad, porque creemos que de esta forma lo pensado y lo experimentado pueden convertirse en algo forzoso. Las cinco personas que formamos parte de este proyecto, hemos crecido en un entorno urbano y las experiencias creativas que hemos desarrollado han sido en este contexto. Tenemos la sospecha de que lo que hagamos como creadores en el medio rural va a ser diferente a lo que hacíamos en la ciudad, sobre todo en lo referente a plantear proyectos colaborativos con la comunidad existente o actuaciones en el espacio público. Será el resultado de la experiencia del vivir y compartir con lo local, lo que vaya descubriendo cómo podemos desarrollar procesos creativos en este medio. Escuchando necesidades, se pueden plantear formas útiles que desde las prácticas artísticas puedan ayudar al medio rural  y viceversa.

Agroecología.

Tenemos claro que queremos cultivar la tierra para comer y en parte poder vivir de ello dignamente. Entendemos el comer, o la comida o el acto de producir esa comida como un acto político de enorme responsabilidad. Si la comida proviene de un medio donde se explotó a la tierra, a las plantas, a los animales y a las personas que la trabajaron, favorecemos esa explotación. No queremos contribuir en ninguno de estos procesos y además queremos plantear que cambiar estas condiciones, aportando alternativas reales, es posible. Desarrollamos un proyecto agroecológico que se entronca con su entorno, apostando por la producción ecológica y el desarrollo de relaciones de apoyo mutuo con nuestra comunidad. Llevamos el concepto de ecología no sólo al huerto sino que entendemos lo ecológico de una forma global, apostando por una distribución alternativa de los productos (grupos de consumo- confianza o mercados locales).

DIY y autoconstrucción

Creemos en el háztelo tu mismo, pero no lo concebimos si no es rodeándonos de gente que como nosotrxs crea que mediante el apoyo mutuo y la colaboración, los proyectos más difíciles y arriesgados pueden salir adelante. Pensamos que si se cree en algo, se es capaz de conseguirlo. Solo hay que proponérselo y trabajar para conseguirlo. La autoconstrucción ejemplifica esto, es construir una misma lo que necesita. Es una cuestión de ingenio, paciencia y trabajo. Lógicamente en el proceso de construcción de una edificación, es necesario que un arquitecto se encargue de los aspectos más delicados que requieran conocimientos especializados, pero eso no supone delegar totalmente el trabajo de construcción, como usualmente sucede. Entendemos así la construcción propia de las infraestructuras que necesitamos como un episodio más de autogestión de la vida, para ser protagonistas de ella. La construcción con un material como la paja permite democratizar el proceso constructivo haciéndolo accesible a cualquiera porque lo simplifica y lo abarata.

Recientemente hemos levantado la tercera edificación del proyecto siguiendo criterios bioclimáticos y de autoconstrucción haciendo un llamamiento a la colaboración mediante voluntarios. La casita  está destinada a ser un espacio común de las dos casas q contará con horno de leña y panadería, cocina, despensa, etc. Esta edificación ha permitido en un corto espacio de tiempo (2 meses) repetir todas las fases del proceso constructivo desarrollado en las viviendas, desde los cimientos en termoarcilla hasta el revoco en cal, pasando por la construcción de las paredes con balas de paja y el tejado vivo.

Al llamamiento que hicimos, vinieron más de cincuenta colaboradores, entre voluntarios a los que no conocíamos, amigos y familia. En su mayoría, los voluntarios eran arquitectas, ingenieros, y personas interesadas en desarrollar proyectos similares en sus lugares de procedencia. Algunos venían con grandes conocimientos de bioconstrucción, otros nunca habían hecho masa en su vida. Unos utilizaron sus dos semanas de vacaciones para participar en el proyecto, otros no las tenían y venían cada fin de semana. Lo que era común en todos eran las ganas de aprender y compartir. También lo contentos que se iban por lo experimentado y por los lazos generados. Gente que no se conocía, pero que al ponerse a trabajar en un objetivo común creaba sinergias y empatías entre todos. Si no hubiéramos hecho este llamamiento a la participación colectiva, la construcción de esta edificación hubiera sido mucho más lenta, cansada y costosa.

Un agradecimiento sincero a todas las personas que han colaborado ofreciendo su tiempo, sabiduría, sudor y simpatía.  Y a las que siguen apoyando esta aventura, haciendo una vez más que la utopía sea realidad.

Primera parada en nuestro ecotour




A partir del día 15 de noviembre nos esperan en Bizkaia, en el Valle de Karrantza, para trabajar de voluntarias en la fase final de la construcción de una vivienda de paja.



Nuestros anfitriones están desarrollando un proyecto de vida sostenible en el medio rural, autoconstruyen sus viviendas, con la colaboración de voluntari@s, con criterios ecológicos y bioclimáticos. El material de construcción base son los fardos de paja y las casas funcionan de forma autónoma energéticamente mediante placas fotovoltaicas.

En estos momentos están cerca de acabar las viviendas para empezar a dedicarse al cultivo de la tierra, a la investigación agroecológica, a hacer pan, conservas, remedios naturales con plantas, jabón, cerveza, organizar talleres...

Lo que queda por hacer y en lo que ayudaremos como voluntarias, será:
  • Revocar de arena y cal las paredes levantadas durante el verano.
  • Acabar el tejado verde 
  • Diseñar un aquatron casero
  • Trabajar el sistema de lagunaje ecológico de las aguas grises de las casas.
Estas actividades de construcción ecológica se conjungarán también con los trabajos cotidianos como la preparación de la leña para el invierno...

Compartirán a cambio con nosotras su comida casera, en su mayoría ecológica y vegana, y nos alojarán en la habitación de invitados.

Desde aquí os damos las gracias, por darnos la posibilidad de compartir y aprender con vosotros de lo que será, sin duda, una gran experiencia.