¡Maldición!
.::: dIA rEngO :::.
se viene ...se viene 19 de mayo
Soy el que nunca aprendió
desde que nació
cómo debe vivir el humano
llegué tarde, el sistema ya estaba enchufado
así funcionando.
Siempre que haya reunión
será mi opinión
la que en familia desate algún bardo
no puedo acotar, está siempre mal
la vida que amo.
Caminito al costado del mundo
por ahí he de andar
buscándome un rumbo
ser socio de esta sociedad me puede matar.
Y me gusta el rock, el maldito rock
siempre me lleva el diablo, no tengo religión
quizá éste no era mi lugar
pero tuve que nacer igual.
No me convence ningún tipo de política
ni el demócrata, ni el fascista
porque me tocó ser así
ni siquiera anarquista.
Yo veo todo al revés, no veo como usted
yo no veo justicia, sólo miseria y hambre
o será que soy yo que llevo la contra
como estandarte.
Perdonenme pero soy así soy, yo no sé por qué
se que hay otros también
es que alguien debía de serlo, que prefiera la rebelión
a vivir padeciendo
En esta tarde gris...
Música melancólica. Es que no hay vuelta de hoja: la idea de "tarde gris", de "día gris", me resulta una barrera infranqueable. Quiero decir: un tópico insuperable, un lugar común. Y a su vez esta noción de "lugar común" supone cierta carga peyorativa. "Era un texto plagado de lugares comunes" es un sentencia que pretende defenestrar el texto en cuestión. Sin embargo... Busco un mapa meteorológico1 y lo compruebo: toda la cuenca del Plata está bajo las nubes. Es decir, varios millones de rioplatenses habitamos hoy un lugar que cabe en la expresión "día gris". Y yo, entre esos millones, los días grises, lugar común, me pongo casi automáticamente melancólico. No sé, me imagino que en algún lugar de mi cuerpo se aloja una especie de glándula secretora de clorofila cuyo funcionamiento se resiente ante la falta de sol. Como con la reducción de las endorfinas, la ausencia de esa secreción me libra a un estado de abulia, pierdo la fe en la acción y quisiera, no sé si unos meses, como decía Girondo, pero al menos sí por todo el tiempo que dure el meteoro, vivir adentro de una piedra.
Lunes otra vez, como dice la canción
1984
Nunca es tarde, me digo.
04-Bill Frisell an... |
Ondas
Allí está mi voz. La conozco. Como que es mía, ¿no?. Y, sin embargo, por estos días se me ha perdido, o algo así. Curiosa forma de enmudecimiento esta en la cual la voz puede ser todavía el movimiento del aire o la organización de minúsculos puntos en una pantalla, pero no ser la propia voz, sino una especie de resonador de otros sonidos, como los vidrios que vibran con las bocinas y los taladros neumáticos.
¿Qué hacer cuando la propia voz se pierde? Algo como cerrar los oídos, se me ocurre, porque, en la extraordinaria capacidad de entrar por ahí que tienen las otras voces, arrastran, cual onda portadora que la física ha descrito y la radiofonía explotado, la voz que en ese lugar, en ese caprichoso recortarse del cosmos que llamamos interioridad o incluso Yo, tiene la vocación, frágil, de ser una voz.
de la definición de "onda portadora"
en donde ustedes ya se imaginan.
Allí está mi voz, y sin embargo, no la escucho. Se adelgaza, enflaquece y ahora parece una lámina, una superficie. Ahí está: eso que tiene la vocación de ser una voz, se convierte en un tímpano...
Hacer callar al hablador de adentro."
Daniel Freidemberg, en Kapput