Programas de cocina

Anoche me desperté hacia las dos de la madrugada, con la cabeza demasiado revuelta como para leer lo que estoy leyendo, así que comencé a navegar por los canales de televisión, en busca de casi cualquier cosa que no fuera un programa basura de cotilleos, un reality o un casino. Y aterricé en un canal en el que dos monjas cocinaban. Daba muy mal rollo porque todo era muy feo: la cocina, los hábitos grises de las dos mujeres... y el diálogo que mantenían era soporífero. Pronunciaban palabras sin decir nada. En ocasiones hasta parecía una crítica, de raro que era todo. Entonces sacaron una bandeja del horno con un pescado. Y me sorprendió que hicieran una receta tan, tan básica, sin añadirle ninguna gracia. Apareció entonces un letrero muy feo a pantalla completa con los ingredientes que habían utilizado. La cosa trataba de imitar una especie de pergamino pegado a un mueble castellano. Y decía: 1 filete de pescado, una cucharadita de aceite de oliva, ajo y sal. Vamos, acababan de resolver un gran misterio gastronómico. A continuación dieron paso a una monja más mayor, Sor Nomeacuerdoqué, que se disponía a descubrirnos una ensalada que sería las delicias de cualquiera. Así que, empezó a mezclar en un cuenco lechuga, tomate y atún, utilizando las manos. En eso consistía la ensalada. Y a continuación el panel con los ingredientes: Ensalada Sor Nomeacuerdoqué. Ingredientes: Lechuga, tomate y atún. Y se despidieron hasta la próxima semana.

Empezando la casa por el tejado



Hace unas semanas, buscando en milanuncios.com un fregadero de piedra para instalar en domo, me encontré de cara con una de esas supergangas a las que no se puede una resistir.


¿¡¿¡¿¿¡3500 tejas árabes por 60 euros..... A ver como no las compras?!?!?




Estando a punto de dar fin al domo, y teniendo en cuenta que antes o después empezaremos a construir el resto de la casa, que se prevee con tejado normal, no hemos podido resistirnos a comprar esta ganga.

Las tejas estaban en Corral de Calatrava, a unos 30 minutos de Ciudad Real y aunque nuestra primera opción era ir a recogerlas en furgoneta y hacer varios viajes, al final decidimos que por comodidad, para poder cargarlas con un toro, alquilábamos un camión.

Para vaciar el camión en la parcela contamos con Mikele, Estebin y Alberto el transportista. Así entre los 5 jabatos en una hora y media teníamos todo nuestro ajuar colocado en palets esperando a que llegue la hora de entrar en escena.

Muchas gracias a los joyeros de Corral por vender tan barato, a Nicolás, el del toro, por ayudarnos a cargar el camión y por supuesto a los 3 descargadores  por darnos facilidades para que comencemos nuestra casa por el tejado....así ya se pueden ir posando en el los pajaretes.



Un gallo gallego en la mancha manchega


Este fin de semana hemos estado en Villamor (Villaviciosa de Odón) a recoger un gallo que tenían guardado para nosotras.

Ha sido un placer conocer a la familia Gonzalez Gijón, su finca y compartir con ellos un bonito domingo de charleta, rica comida y buen rollo.





Los Rodrigos (padre e hijo) ofreciéndonos
 bulbos de azafrán
La familia es poseedora de una finca que desde la nada, a base de esfuerzo, dedicación y paciencia, han convertido en un vergel. Casi 3000 metros cuadrados de parcela, con variedad de frutales y huerta.

Cosas bien chulas que hacen allí:
La huerta, con un sistema de riego hidropónico generado desde una antigua alberca llena de peces, donde la familia cultiva gran variedad de hortalizas durante todo el año. En este momento conviven las pequeñas matas de coles y cultivos de invierno, con unas tomateras espalderas preciosas de 2 metros de altas. Incluso tienen un pequeño espacio para el cultivo de azafrán a pequeña escala, como presente, por si el gallo fuera poco, nos tragimos algunos bulbos para plantar en nuestra parcela (culo veo culo quiero).
Debajo del cenador 
con el aire
acondiciondo a toda leche.

Tienen una preciosa fresquera-bodega de unos 8 metros cuadrados escavada en la tierra que nos encantó, por aquella tontuna mil veces repetida de "no hay decrecentista sin bodega".Conocimos a  Pimienta, el conejo cortacesped, los secretos del pastel de patata y los tomates salados desecados.

Por supuesto nos hemos quedado prendadas de su sistema de "aire acondicionado" natural, instalado en toda la parcela, pero con su foco más poderoso en este cenador vegetal, donde la espesa vegetación recién regada genera unas corrientes frescas que bajan la temperatura alrededor de 10 grados con respecto al exterior...... un pulmón fresco en medio del secarral del campo madrileño en agosto.


Hoy nos sentimos hermanados con ellos, por la filosofía de vida que compartimos y por haber tenido la posibilidad de disfrutar de vosotros durante un domingo.
Gallo Gallego en su nuevo hogar.

La prueba material de que ya hay un poco de Villamor en Pájaros en la cabeza es este gallo de doble cresta tope chulito, al que llamaremos Gallego, por su raza y por el apellido de nuestra amiga Tere, gracias a la cual hemos tenido el placer de conocer a los Rodriguez Gijón.
Creemos que está contento, canta bastante y ya les ha dicho quien manda a Chula y a Pancha.

Gracias por todo amigos de Villamor,  va a ser difícil compensar tanta amabilidad.

Escaleras para un domo de superadobe



Hasta tomar la decisión de hacer una escalera de hierro a medida para nuestro domo, hemos barajado opciones hasta poner el cerebro a punto de nieve.

Hacemos en este post un repaso de todas ellas y el porqué fueron rechazadas.




El gran problema que surge al pensar en poner escaleras a un domo es la curvatura de la cúpula, que exige que la salida de la escalera llegue más o menos al centro de la estancia superior, que es donde la cúpula cuenta con más altura.

Nuestras opciones desechadas, todas ellas de ahorro de espacio, son las siguientes:

De caracol. Además de que a Esther no le gustan mucho por que se marea, para salvar el problema de la curvatura, teníamos que ponerla prácticamente en el centro del domo y nos estropeaba la amabilidad de la circunferencia.

Adosada a la pared. Fue la primera opción, ir dejando escalones encallados en la construcción para poder subir siguiendo la curvatura del domo. No es viable porque tenemos las vigas. Llegamos a pensar en esta opción como escalera externa pero generar una puerta en la zona alta del domo es algo muy complicado.

Vertical. La opción mas barata y la que menos espacio ocupa, una escalera vertical de mano, pero es una cutrez muy incómoda e insegura.

Vertical extensible (de trastero americano) que la escalera se esconde al cerrar la puerta, en la parte superior necesita unos mecanismos donde va insertada la escalera que nos comía mucho espacio de la habitación. Además de más caras siguen siendo una cutrez incómoda e insegura.

Escalones opuestos. Te obligan a pisar siempre con el mismo pie cada escalón, y son una pijada bastante cara.

Ante todo este pampaneo hemos decidido hacer a medida la escalera que queremos.
En un primer tramo van unidas a la pared, hasta que la altura que vamos tomando llega al 1.80, para evitar darnos con las vigas en la cabeza, a partir de ahí tendremos un descansillo de dos peldaños que nos da la posibilidad de cambiar la dirección de subida y sigue en recto hasta el centro de la estancia superior. 

Estos son los planos del diseño definitivo que llevará a cabo la mano experta del herrero de la familia. 






Suelo de madera reutilizada



Nuestra filosofía de reutilización, y -por qué no decirlo - nuestro bolsillo, nos hace siempre buscar una solución poco convencional.
En el caso del suelo de madera de la habitación hemos optado por darle una segunda vida a la madera de encofrar.

En este post mostramos todo el proceso.




Sali, Miguel y Javi posando con las maderas
de encofrar recién llegadas.

Localizamos por "mil anuncios. com" a Enrique, un señor de Daimiel (a 30 km de Ciudad Real) que se dedica a comprar en subasta y a vender a bajos precios, los materiales de las empresas de construcción que últimamente han ido cerrando.
A él le hemos comprado gran parte de las herramientas que hemos utilizado en nuestra obra, entre ellas, las maderas con las que hemos montado el suelo.


Javi y Miguel dándole
 al cepillo




Lo primero: cepillar bien cada tabla, para quitar suciedad y esa primera capa de pintura amarilla resistente al agua que lleva la madera de encofrar.

Después, planteamos el suelo.
Sali y Esther planteando el suelo y las vigas
para diseñar el puzzle


El "gran problema" es que los tableros siempre son cuadrados y nosotras tenemos una superficie redonda. Así que empezamos por poner la madera en el suelo y dibujarle encima el círculo, con 5 centímetros de margen para dejarlos incrustados en la construcción.

Encima de ese círculo marcamos con cuerda, la ubicación de las vigas a las que debía ir anclado. Hemos intentado que cada madera tuviese como mínimo dos vigas en las que apoyar.
La chacha Ana dándole a la lija

Una vez montado el puzzle de madera, asignamos a cada tabla un número, dejándolo todo plasmado en un croquis en papel para que llegado el momento de montar no hubiese problemas.

Desde ahí pasamos a cortarlas para conseguir la forma redonda de la superficie de nuestro suelo.

Poco a poco hemos ido lijando cada tablero hasta dejarlos suavitos y sin astillas. Para ahorrar trabajo, este proceso solamente se ha hecho en la cara de los tableros que será transitable, la parte de abajo, que será a su vez el techo de la cocina, se ha pintado del mismo blanco del que irán pintadas las paredes, para dar más luminosidad a la estancia.

Además le dimos una capita de tratamiento anticarcoma, para asegurarle una larga y sana vida a la madera.

Para tapar los huecos hemos aplicado una masilla de madera hecha por nosotras mismas, con cola blanca y el serrín que hemos ido sacando da las propias tablas.

Esther aplicando masilla casera
Si quieres aprender aquí tienes el enlace

         
Mikele y Laura flipando con las reparaciones
de medida que hay que hacer.
Una vez quitados los andamios del interior del domo, que imposibilitaban la colocación del suelo, hemos hecho una roza que nos ha servido para pasar el cableado para la luz y para incrustar el suelo en la construcción.

Al colocar las tablas en su sitio según el croquis de papel - como era de esperar - hemos tenido que reparar algún error de medida, puesto que la circunferencia del domo, al estar hecho a mano, no es una circunferencia perfecta.


Después de reparar los errores y volver a casar todo el puzzle en el sitio, hemos anclado las maderas a las vigas con tornillos finos.












Hoy mismo hemos empezado a tapar los huecos de las rozas donde va insertada la madera.

¡¡¡¡¡Nuestra habitación ya tiene suelo!!!!

Solo queda tintar y barnizar al gusto para que esté definitivamente acabado...





Retos de reutilización: Como hacer un Infiernillo con una lata de refresco.

Hace unos días conocimos la iniciativa de "El legado del cangrejo ermitaño", un colectivo de Tenerife al que pertenece nuestro amigo y colaborador Pablo Toledo. Desde El Legado proponen un reto ecológico a expandir por facebook:

Fotografíate con algo que hayas hecho con objetos que de otra manera serían basura. Cuelga la foto en facebook  y reta a varios amigos para que hagan lo mismo y reten a más amigos. Así jugando, hasta conseguir una enorme cadena de propuestas de reutilización nuevas.



Como se trata de hacer participar a cuanta más gente mejor, tú mismo puedes comenzar una cadena de retos con tus colegas, así que si te motiva no tienes por qué esperar a que nadie te rete, simplemente cuelga tu fotografía y compromete a hacer lo mismo a otras personas. Quien no cumple el reto debe invitar a su retador a una cena vegetariana hecha con productos locales.




Nos ha encantado la iniciativa, y hemos participado con esto: Un curioso infiernillo de alcohol hecho con una lata de refresco.
En nuestras andanzas furgoneteras no nos gustaba nada llevar el infiernillo de butano por miedo a los escapes. Así que buscando una alternativa para cocinar o calentar agua, encontramos este invento.

¿Cómo se hace?... Pues está tirao.






1. Cortamos la parte de la lata donde lleva el abre-fácil.



2. Cortamos la lata por la mitad, dejando los bordes bien recortaditos a nivel y sin flecos.








 3. Usando nuestros propios dedos como guía, hacemos muescas presionando con una tijera, cuchillo o similar en los bordes de la mitad superior de la lata.
La fotografía de la derecha muestra cómo debe ser el resultado.




4. Encajas las dos partes de la lata, dejando dentro las muescas que le hemos hecho en el paso 3.







Con esto lo tenemos hecho.
Ahora os contamos cómo hacer para que funcione:


Rellenamos de alcohol de quemar hasta la mitad de las muescas.
OJO con el alcohol de quemar que venden en los chinos, es más barato pero no vale para nada, si lo compráis en una droguería de toda la vida todos ganamos.

Prendemos y esperamos a que la llama salga, además de por la apertura central, por los huecos que generan las muescas en la unión de las dos mitades de la lata.

Colocamos encima del infiernillo la olla, que al tapar directamente la apertura del centro, hace que la combustión del alcohol sea más lenta y ahorremos combustible.

Es sorprendente la capacidad de calentar que tiene un cacharro tan precario y pequeño.

Hay que tener preparado algún cacharro, que pueda cubrir el infiernillo por completo para evitar la entrada de oxígeno. Así, cuando acabemos de calentar, retiramos la olla y cubriremos el infiernillo con ello. Sin oxígeno no hay combustión, por tanto se apagará y podremos recoger el alcohol que haya sobrado para usarlo en otra ocasión.